Noche de Luna llena [Privado]

Las estrellas brillaban con intensidad sobre aquel firmamento oscuro, el lugar por el que caminaba estaba alumbrado gracias a estas y a la enorme Luna llena, que resaltaba entre todos aquellos puntos brillantes, parecía una Diosa que quería ser envidiada por cada humano que habitara en aquella tierra. El rubio se quedo admirando la brillante luna por un largo rato, sentía como si su belleza le hubiese hipnotizado o mas bien lo había hecho, era tan hermosa que no podía dejar de mirarle. Estaba tan concentrado en aquella bella imagen que al escuchar el chirrido de su mascota se asusto, el corazón comenzó a latirle a gran velocidad por culpa del susto que se había dado.

Estiro un poco uno de sus brazos, el cual tenia la mano enguantada con una especie de cuero, el animal que sobrevolaba la zona dio unas tres vueltas hasta que paro sobre la mano de su amo, este le miro fijamente y agarro el mensaje que tenia en una de sus patas y lo guardo, no podría leerlo con la oscuridad que había en aquel lugar. Una vez que guardo aquella nota hizo que el animal se posara sobre su hombro, claro antes puso un pedazo de cuero para que no lastimara su piel.

-Hey ¿Cómo estas amigo? Hace una semana que no te veo- le susurro al joven halcón mientras le acariciaba el plumaje con uno de sus dedos índices, adoraba a aquella ave no había duda de eso. El oji verde por un momento bostezo y luego llevo una de sus manos hacia su boca, ya era hora de que volviera a su hogar, empezaba a darle sueño- Bueno Peng, vamos a casa…debemos descansar- dijo bostezando nuevamente.

Ese dia habia estado esperando casi todo el dia afuera de las puertas del despacho de Zeus, le habian mandado a llamar pero no sabia para que, mordisqueo un par de nubes mientras esperaba y apreto otras tantas.Luego lo llamaron a su despacho y despues de 15 minutos de estar ahi, el pequeño angelito salio con una radiante sonrisa en su rostro.
Le habian asignado un mortal que cuidar.
Volo contento por el Olimpo, decidiendo cual seria la mejor forma de decirle a su protegido que era su angel de la guarda.
Bajo a Atenas, ya era de noche y las estrellas ilumiban el cielo, suspiro ondo y se escondio detras de unos arboles de la plaza en la cual se encontraba Absalon,si asi se llamaba si protegido.
Lo medito por unos momentos y cuando se iba a ir, del panico salio disparado de los arbustos, hablando algo agitado.

-Espera!espera! porfavor no te vallas!-rogo nervioso.

El rubio se dio media vuelta sonriendo levemente, hacia tiempo que sabia sobre que aquel chico se encontraba escondido entre los arbustos, pero no le hizo nada ya que al parecer no tenia intenciones de atacarle o algo por el estilo, se quedo en su lugar esperando a que el chico se acercase a el para preguntarle sobre lo que quisiera, su halcón simplemente se quedo mirando con curiosidad los movimientos de aquel joven, bastante bello, el mayor se le quedo observando por largo rato con atención y se acerco un poco a este para observarle con detenimiento, la luz de la luna daba en el rostro de aquel chico haciendo que pareciera una belleza sobre natural.

-Ah que guapo- pensó en voz alta y sin vergüenza poniendo cierta cara de sorpresa, mientras llevo una mano hacia atrás de su nunca revolviéndose un poco la propia melena rubia, fijando su vista color oliva en los ojos ajenos que podían notarse brillar con la luz de la Diosa nocturna. Siguió sonriendo esperando ver que quería el joven, pero prefirió preguntar las cosas primero así no le tomaría tanto tiempo saber que quería aquel niño.

Mm me vienes siguiendo hace bastante…¿Qué es lo que deseas? –le pregunto amablemente y con una sonrisa en su rostro, esperaba que aquello no tomase mucho tiempo, la verdad era que comenzaba a tener sueño y al día siguiente debía comenzar nuevamente una dura rutina que de seguro le dejaría sin energías.

Trago saliva nervioso al ver a su protegido, era mas alto de lo que se imaginaba y mas guapo de lo que creia, quizas esto iba a estar un poco mas complicado de lo que penso en un principio.
-Amm emmm, g-guapo?-se sonrojo de golpe al oir aquellas palabras, si seria muy dificil aquello.
Retrocedio un paso nervioso al ver la cercania del mayor.
-O-oh..y-ya sabias que estaba aqui???-le miro impresionado-Dios que pesimo soy para ocultarme-comento para si llevandose una mano al rostro.-Pues yo este um....-le miro nervioso sin saber que decirle.-Umm pues..que deseo..umm...deseo cuidarte, mas bien debo hacerlo-sonrio angelicalmente mirando al mayor.

El rubio le miro con bastante sorpresa y luego se rió al escuchar aquellas palabras que le parecieron tan poco predecibles y a la vez “lindas”, hacia mucho que nadie le decía algo como eso, el hombre se adelanto unos pasos y puso una de sus manos sobre la cabeza del joven revolviéndole unos cuantos cabellos de la cabeza, era un niño muy lindo pero le parecía algo imposible que alguien como ese pequeño pudiera cuidarle, además era un completo desconocido ¿Por qué querría protegerle? ¿Acaso se trataba de una brom… no aquello no era una broma aquel niño decía la verdad en sus ojos podía verse que era sincero, sus ojos eran puros como los de un ángel.

-No se quien seas… pero dices palabras muy lindas- dijo el oji verde sonriendo ampliamente mientras aun le revolvía la cabellera al pequeño jovenzuelo bastante animado. El Halcón simplemente se quedo mirando la escena mientras se mantenía agarrado al hombro de su amo, atento a cualquier tipo de movimiento extraño.

- Me llamo Absalon y el es Peng- dijo señalando a su Halcón.- un placer ¿tu como te llamas?- le pregunto bastante animado dejando de revolverle los cabellos al niño y dejándole los pelos hecho un lió, el mayor soltó otra suave risa al ver el desorden de cabellos que tenia aquel chico.

-Gracias...yo soy un....-se cayó de golpe, quizas no era prudente decirle su naturaleza, podria asustarse o crerle loco y alejarse de el o golpearle,podrian suceder muchas cosas si se lo dijiese de forma inapropiada.
Vio como le revolvia los cabellos haciendo un leve puchero, seguramente le habia dejado todo despienado, perorealmente no le importaba demasiado su aspecto, aquellas cosas eran banales y sin sentido.
-Sunshine Florit, pero todos me llaman Suny de cariño y es un animal muy hermoso Peng-sonrio alegre al ver al halcon en el hombro del mayor, hizo un peuqeño mohin y luego llevo sus manos hacia su cabello en pos de arreglarlo un poco aunque fuera inutil, suspiro y volvio a sonreir.

El rubio sonrió levemente al escuchar el nombre de tan encantador joven, aunque le sorprendió que estuviera a esas horas de la noche y era un poco peligroso para un joven de la edad de aquel chico estar afuera, últimamente había casos de asesinatos y violaciones, un niño con unos ojos tan puros como aquellos podría ser un blanco fácil para cualquier criminal. Suspiro levemente al pensar en aquello, no podía evitarlo los instintos de “padre sobre protector” a veces salían a la luz sin que el quisiera.

-Es un placer Suny- dijo con una sonrisa el mayor mientras miro levemente hacia la luna y suspiro nuevamente cerrando los ojos y revolviéndose un poco la melena dorada. No podía dejar a aquel niño solo, talvez con acompañarlo hasta su casa quedaría con la conciencia tranquila.

-Escucha Suny…es muy tarde ¿Qué te si te acompaño hasta tu casa? no esta muy lejos de aquí, ¿no?- le pregunto con tranquilidad fijando su mirada olivácea en su rostro esperando una respuesta por parte de este.

Le quedo mirando mientras hablaba, queria captar cada uno de sus movimientos, ademas eso tenia que hacer ahora no?se fijo en sus cbellos dorados y sus ojos tan peculiarmente lindos, sonrio ante este pensamiento y se distrajo cuando le hablo.
-Ah..pues yo vivo muy lejos..no soy de aqui, acabo de llegar hoy! porque te buscaba!y... y....-confeso rapidamente sin medir sus palabras, agitando sus manos nerviosamente y con un fuerte sonrojo en la mejillas.

Ladeo levemente la cabeza al verle tan nervioso y luego se cruzo de brazos sonriendo levemente, pensando en algo. Luego miro al joven sonriente, era solo un niño y no podía creerlo se rasco la cabeza y suspiro, no había nada extraño en aquel lugar.

-En ese caso… ven conmigo a mi casa no queda muy lejos de aquí. Solo hay que caminar un poco- confeso con suma tranquilidad mirando al halcón y dejándolo en su hombro y luego agarro suavemente al pequeño de uno de sus brazos y lo puso adelante suyo comenzando a guiarle hacia donde vivía.

-Si viniste de muy lejos a visitarme en ese caso debo hacerme cargo- termino por decir el mayor mirando el camino por el cual iban ambos, no estaba muy lejos su hogar aun así debían caminar con cuidado, siempre podía haber alguno que otro que intentase atacarles o robarles.

-Claro! si no te molesta, esta bien no hace daño caminar un poco-rio suavecito e hizo una mueca graciosa con su boca ya que habia pensado en volar,pero aun Absalon no sabia que el era un angel y tenia miedo a como se fuera a tomar la noticia.
Camino junto al mayor sin poner mayor objeccion, mientras miraba aveces de reojo al mayor, con aun el persistente sonrojo en sus palidas mejillas.
-Pues ni de tan lejos, ademas no me costo mucho llegar, pero ya esa es otra historia-sonrio mientras hablaba.