Un pequeño Eden [privado]

No tardaron de maciado en llegar, siendo que Quinn se mantubo vovlado siemrpe a la par de aquel angel, apegandoce un poco más cuendo entarron al bosque puesto las tupidas copas de lso arboles podrian hacer que se perdiera con fasilidad.
-es aqui...-
Dijo para leugo aterrizar, tomando nuevamente su forma humana con todo lo que ello acareeaba, aquel inesesario despliege de luces y colores. Cuando el angel ateriso, le sonrio con suavidad tomando su manos.
-cierra los ojos y solo sigeme si?-
Dijo esperando que lo hiciera para luego empesar a camianr con cuidado para que Luka no tropesara o le pasara algo, caminaron un timepo hasta finalemnte detenerce.
-ya puedes abrir los ojos...-
Dijo soltando su mano poniendoce a su par con una sonriza; aquel lugar contaba de una gran cascada, un pequeño lago en el centro de agua tan cristalina que se podia ver el fondo de este con suma fasilidad y sin mencionar que los alrededores estaban cubriertos por plantas florales haciendo que todo se vea suamamente hermoso proacticamente se podria deir que aquello era como el paraiso y sin exagerar.
-la primera ves que lo vi me hizo recordar al eden...-
COmento con una nostalgica sonriza para leugo mirarle.
-que te parece?-

Asintió suavemente, disfrutando de la vaga caricia del viento contra su rostro, o paseando entre su cabello e inclusive la que rozaba sus alas, provocando un cosquilleo que permaneció en su espalda aun cuando estas desaparecieron sutilmente. Como si nunca hubieran estado ahí.
Le devolvió una sonrisa amplia, mirándole con la curiosidad a flor de piel. Realmente no se le hacía justo, sin embargo obedeció, cerrando los ojos azulados aferrándose suavemente a su mano. Lo último que deseaba en ese momento era tropezar y llenarse de hojas.

Espero en silencio, haciendo más presión en los momentos en que sus pies se enredaban con las raíces. Con un suspiro de conforte abrió los ojos, mirando el lugar con los labios entreabiertos. Una vez más se había quedado sin palabras. –es… glorioso, magnifico, bellísimo es tan…- era indescriptible. No había forma de explicarlo. Otro milagro.
Se volvió para verlo, y preguntar afable. -¿Cómo lo encontraste?- inquirió viendo nuevamente aquel Edén. –me… gusta- musito aunque el ‘gustar’ era poco a comparación de lo que sentía.

Sonrio con sierto aire divertido al verle usar tantos adjetivos para descurbir aquel lugar para luego mirarle frotandoce la nuca con una sonriza culpable.
-la verdad no lo se... un dia me despertaba de una gran resaca y me encontraba en este lugar..-
Explico con honestidad, era comun que se enborrachara depsues de todo pese a lso años tenia poca resistencia al alcohol peor no pro eso dejaria de beber.
-anque eso es lo de menos, lo que improta es que ya estamos aquie y al pareser te encato el lugar...pero aun falta lo mejor-
Dijo con una sonriza tomando de su mano asercandoce al lago deteneidnoce al vorde de este.
-nos tendremos que mojar un poco, vallamso volando o no, detras de la cascada ahi una cueba y creeme que te encatara lo que vras alli...-
Dijo señalando la cascada para leugo soltar la mano del angel y sin más sumergirce en el lago empesando a nadar hacia ella con lentitud.
-esta ves no te perderas asi que veamos quien llega priero...-
dijo copara asi comensar a nadar con mayor rapides.

No pudo evitarlo y se echo a reír. Era curioso. Encontrar un lugar así gracias a una resaca. –Te gusta el alcohol.- no era una pregunta pero después de todo muchos seres tenían… vicios, quitando a uno que otro ángel, como era su caso. Lo miro con intriga. ¿Había algo mejor que aquello? No era fácil de imaginar. Pero antes de que pudiera decir algo el terror lo invadió. ¿Era en serio? Tenía que estar bromeado. Tenía que ser una broma.

Había pocas cosas que no le gustaran pero entre ellas estaba el agua. Si, la toleraba pero agua en tantas cantidades… le daban miedo. Y al pensar que podía tener otra escapatoria recordó sus palabras. Tampoco podía volar. Y si algo odiaba era la sensación de las plumas húmedas, pesadas. Se estremeció. –Quinn…- llamo suavemente con gesto afligido.
Había hecho cosas antes por gente que no lo merecía, pero ese no era el caso. Suspirando e ignorando la vocecita que le gritaba aterrada un: ‘¡te vas a ahogar!’ se acerco al agua a pasos lentos antes de sumergirse. El escalofrió que lo recorrió fue violento el cual, solo provoco que mirara con frustración al agua. Realmente no le gustaba el agua.

Se froto la nuca con una sonriza culpable ante aquella afirmacion o pregunta.
-pues... es mi unico vicio y por culpa de mi primer maestro, el que me capturo luego de que yo erroneamente bebeera alcohol cuendo buscaba agua y desd entonces ma daba vino para mantenerme a su lado y que no volara para escapar...-
Explico con algo de indiferencia al respecto despues de todo no le importaba aquella además habia sucdido hace tanto tiepo que no valia la pena molestarce al respecto ya.
Al verle actuar de aquel modo intuyo loq ue sicedia llendo contranquilidad hacia él tomando su mano.
-descuida l a parte más prufunda a lo sumo te llegara al cuello... ademas no te soltare...-
Dijo tomando ambas manos del angel comensado a ir con lentitud hacia la cascada.
-no te soltare asi que no te preocupes si?-

-alguien como tú no debe estar atado a algo… o alguien- replico, mientras apretaba su mano. El hecho de que el agua le llegara al agua no era muy conciliador pero era bastante para animarlo. Al menos no moriría –si es que podía- ahogado.

Con la mano libre, retiro algunos mechones rubios que se habían adherido a su piel y le molestaban pues rozaban sus ojos. Lo miro con esperanza. –Si me pasa algo… ¿me ayudas?- inquirió. Sabía que no dejaría que le pasara algo, pero prefería estar seguro. Con un poco mas de confianza, entrelazo sus dedos contra los del mayor.

-pero con ese maestro la cosa era que casi no era conciente d eloq ue hacia despues de todo estaba todo el dia hebrio... ni siquiera podia batir mis alas sin perder el equilibrio...-
Comento divertido al recordar aquello despues de todo aquello finalizo como el inicio de su unico visio el alcohol.
-descuida no dejare que pase nada y si lelga apasar yo mismo te hare respiracion boca a boca...-
Comento gineandole el ojo mientras a paso lento pero seguro se asercaban cada vez más a la cascada y una ves traspasaron sus aguas se encontraron en la entrada d euna cueva dodne aun lado habia una antorcha apagada la cual Quinn tomo ensendiendola.
-quieres que te seque o no te moelsta estar mojado?-
Cuestiono mirandolo persto para él hacer aquello era algo suamente sensillo.

Frunció el entrecejo. –No me parece divertido- murmuro haciendo un mohín. Para él, toda criatura, todo ser, fuera un demonio o un dios, debía ser libre, debía hacer lo que quisiera. Y el hecho de que algo tan bello como Quinn no pudiera ni siquiera moverse… le repudiaba.

Pero el escucharlo hizo que la sangre subiera rápidamente a sus pómulos, recordando el beso que no había sido tanto tiempo atrás. No respondió ni comento aquello.
Al salir del agua suspiro con notorio alivio. Había sobrevivido. Pero ahora constantes escalofríos lo recorrían, erizando su piel en cada momento. –Prefiero… estar seco- admitió avergonzado, con las mejillas ruborizadas. El agua… no le gustaba.

Cambio la antorcha de mano la antorcha asercando la mano libre a Luke y tras posarle sobre su hombro sorio tranquilo.
-no te asustes a lo sumo sentiras como si estubieras bajo el sol en un dia soleado peor no te pasara nada...-
Aseguro mientras que lentamente fuego comensaba a salir de su manso cubriendo el cuerpo del angel, pero este fego no hacia más que dar aquella zensaciond e calor previemante descripta, no quemaba ni lastimaba solo secaba la ropa del angel a la ves que hacia que el fuego tambien cubriera su cuerpo secando sus ropas.
AL terminar este solo se extingio como su nunca hubiese estado mientars que Quinn aun no perdia su tranquila sonriza.
-mejor?-
Cuestiono tomando su manso con suavidad para empesar a camianr adentarndoce más y más en la oscura cueba iluminado el camino con su antorcha.
-en mi opinion es como el cielo en la tierra... aunque el cielo nocturno...-
Comento mientars caminaban.

Ladeo la cabeza, intrigado por aquello. Empero, guardo silencio al sentir la calidez rodearlo, cubrirlo como una manta. Aquello era mucho más agradable que el frio o que el agua. Se sonrió, divertido por aquello. Ahora que lo pensaba, el podría haber hecho aquello. Pero su memoria, ¡ah! Siendo tan mala lo había olvidado.
Alzándose de puntillas, beso su mejillas; agradecido. –Gracias- repuso sonriente, dejándose llevar. –Quiero verlo- canturreo impaciente. Ahora sentía más curiosidad.
Pero tenía que esperar. Una exhalación escapo de sus labios mientras que con la mano libre jugueteaba con su cabello.

-no hay de que...-
Respondio con una suave sonriza ante al agradesimiento del angel, despues de todo lo hiba a hacer tarde o temprano se lo pideiera el angel o no.
Durante el trallecto se mantubo en silencio meintars que de apoco se podian ver cristales opacos de todo tipo cubriendo más y más las paredes y el suelo conforme avanzaban hasta finalemnte llegar al final de la cueba.
-Estas listo?-
Inquirio mirandole para luego sostener con más firmeza la mano agena y sin más apagar la antorcha, siendoq eu en ese momento una completa oscuridad les cubrio.
-solo tardara hasta que se acostumbren tus ojos...-
COmento con tranquilidad mienqtras que lentamente se comensaban a dislumbrar destellos a su alrededor, luces destellantes de un sin fin de colores comensabna averse en todas direcciones... el techo, las paredes e incluso el suelo; aquellas piedras que antes tenian un color opaco poseian sierta liminisencia que solo era perseptible en la oscuridad absoluta de aquel lugar.
-te dije que era como un cielo nocturno... bueno esi si las estrlals fueran de tantos colores...-
COmento viendole con una suave sonriza para leugo vovler a mirar aquella dansa de destellos multicolor que realmente era hermoso.

Si hubiera estado sentado y no caminando tranquilamente, era seguro que hubiera estado dando pequeños saltos de impaciencia. Tenía muchísima paciencia, tanta como su amor, pero aquello era demasiado. Asintió con nerviosismo, apretando la mano entrelazada con la del mayor al momento en que apago la antorcha.

Enredado con más inquietud su cabello en su dedo índice, espero con la poca paciencia que le quedaba… y guardo la respiración.

Si antes había considerado algo bello ahora tenía mucho que aclarar. Era algo tan bello, era sublime era… el cielo mismo. Era algo tan hermoso que parecía que la misma respiración lo impurificaría. Era algo tan puro, demasiado para ser verdad. Suspirando, miro a Quinn. –Gracias- lo decía por todo. Por ayudarle, por llevarlo ahí… sonriendo extasiado contemplo las múltiples ‘estrellas’ del lugar.

NO podia negar que le gustava ver las inocentes reacicones pro parte del angel... en verdad le gustaban. TRas resibir aquel ultimo agradecimiento le acaricio las cabellos mirandole con una suave sonriza.
-no nesesitas agradecer... si te traje es porque queria que lo vieras no que me agradecieras...-
Dijo dandole un beso en la mejilla.
-demo supongo que no puedes evitar querer hacerlo no? por eso dejame agradecerto yo porque en verdad me gusta coomo te ves cuando te muestro este tipo de cosas...-
Explico PAra leugo acariciarle la mejilla con suavidad vovliendo su vista nuevamente a lso destellos multicolores que habia en tods direcciones

-Te debo mucho, si no hubiera sido por ti, estaría dormido en el mismo lugar donde me encontraste- replico admitiendo algo que sería totalmente seguro. Quizás hasta estaría en la misma posición.
El rubor no se hizo esperar y sonriéndole respondió. –No, no puedo evitarlo; es de naturaleza- confeso en son de broma, aunque era verdadero.
Divertido, soltó una carcajada. –Es fácil sorprenderme- musito aun riendo bajito, recargando la cabeza contra el Fénix. Sonrió más ampliamente.

SOnrio al escucharle confsar a quellos, en su opinion no era nada malo quedarce toda una tarde durmiedo, es más en lo personal le encataba.
-pero hubiese sido una linda vista verte dormir...-
Dijo mirandole otra ves viendo el sonrojo del menor aquen sonrojo que le hacia ver mcuho más lindo.
-peor es lindo que te sorprendas fasil...-
Respondio y no mentia le gustaba ese rasgo en la personalidad de luka, lo cual en sierto modo era una cualidad envidiable puesto pese a él ver cosas hermosos caa tanto son raras las ocaciones en que se sorprende por lo bello de algo.