Un mundo de rechasos? [libre]

Estaba asustado, emocionado, preocupado, impaciente, nervioso… todo esto y mucho más; era la primera vez en toda su vida que estaba solo y esa era una idea que no le gustaba en lo absoluto.
LO PEOR era que debido a su aspecto, un unicornio negro, ninguna criatura se le acercaba puesto desgraciadamente parta Yuki, estos unicornios eran asociados a la maldad puesto generalmente los hechiceros negros elegían estos unicornios para domarlos o sacarles el cuerno para su báculos.
Veía con tristeza como cada criatura, cada ninfa, cada ser del bosque que podía moverse huían ante su presencia.
-no se vallan…-
Rogaba inútilmente con mucha tristeza, cada ves en un tono más bajo hasta que ya prácticamente no era audible.
No entendía porque todos le temían, y era algo que le dolía bastante sin embargo algo a lo que estaba acostumbrado, después de todo toda su corta vida fue tratado con desprecio sin que le dieran la oportunidad de conocerlo bien.
-matriarca…. ¿Porque tuviste que morir?...-
Cuestiono al aire con suma tristeza, marchando por el solitario bosque con la cabeza baja.

Caminaba por el lugar con tranquilidad, sus alas se encontraban libres, mientras comía una de las frutas que había por el lugar, miro como una ninfa pasaba por su lado al parecer asustada, parpadeo, ¿que la abría asustado?, no le tomo mayor importancia y siguio su camino con extrema calma, al fin y al cabo... ¿quien lo extrañaría? siempre se encontraba lejos de sus hermanos, nadie se daría cuenta de su ausencia.

-siempre es lo mismo- susurro decaído mientras estiraba su mano para tomar unos frutos, de repente escucho ruidos y miro a su alrededor hasta que diviso un bulto, parpadeo. Se acerco con cautela y al estar un poco más cerca miro a mejor a la criatura, se sorprendió pero parecía decaída.

-¿Qué te pasa?- pregunto curioso.

Caminaba con una melancólica merada, sin levantar la vista del suelo hasta oír una voz y no solo eso, una voz que le hablaba a él.
Se detuvo al instante, irguiendo la cabeza, para así girar al cuello hacia el lugar de donde provenía la voz, encontrando un ser similar al aspecto que el azabache unicornio poseía durante las noches pero con una diferencia, aquella criatura poseía alas iguales a las de las aves.
Solo se quedo inmóvil analizándolo tratando de imaginar que ser era o si era un ser parecido a él, en el echo de que se trasformaba en ave a determinado tiempo y quizás esas alas eran el indicio de que su transformación comenzaba o estaba a punto de acabar.
-¿que ave eres?, ¿te estas trasformando en ave o en humano? -
Cuestiono el unicornio con voz gentil pero notablemente curiosa mientras se acercaba a aquel ser con lentitud esperando no asustarlo.
Por otra parte no era su intención dejar de lado la pregunta ajena, pero no podía evitarlo estaba feliz de que alguien le hablara pero aun más de encontrar un ser posiblemente similar a él, por lo que quería saber todo sobre él.

Al parecer había asustado a la criatura...¿o la había sorprendido?, movió su cabeza mientras le daba una mordida a una manzana que llevaba, aquel ser era un unicornio negro, que al parecer eran de mala fama, pero a el no le importaba, pues no parecía amable, parpadeo confundido por lo que pregunto y miro a sus espaldas, dejo escapar una pequeña risa, que pronto se convirtió en una carcajada.

-Jajajajajajaja.... no yo soy un ángel- le respondió mientras se calmaba un poco y luego le sonrió como si fueran amigos de años -Mi nombre es Athan- se presento mordiendo de nuevo la manzana -¿cual es tu nombre?- pregunto mirando con curiosidad a la criatura.

Parpadeo sin comprender porque se reía, no pudo evitar sentir cierta decepción al oír que aquella criatura no era como él, aunque eso no le quitaba la felicidad de que este no le temiera y es más le siguiera hablando.
-un ángel?-
Cuestiono curioso, siendo que había escuchado esa palabra antes pero no recordaba nada al respecto por más que lo intentase.
-que clase de criatura es un ángel?-
Cuestiono con curiosidad, acercándosele con cautela, deteniéndose cada vez que Athan hablaba no respondiendo sus preguntas por el momento, y unas ves cerca de él se acerco con lentitud olfateándolo siendo que definitivamente no olía de forma peligrosa sino todo lo contrario el aroma que despedía aquel individuo le producía confianza.
-soy Yuki…-
Dijo con un tono alegre de voz, comenzando a girar a su alrededor olfateándolo, rozando el cuerpo y las alas ajenas con su hocico.
-ne… ne enserio no eres un pájaro?-
Dijo mirándolo con cierta emoción en los ojos.

-Yuki... mmm valla...- susurro mientras miraba al unicornio negro, tenia bastante curiosidad, pero dejo que la criatura lo observara, ya que no quería asustarlo, quería tener algo de compañía en esos momentos, se sentia solo... movió un poco sus alas cuando el unicornio las olfateo.

-Enserio no soy un pájaro- le respondió sonriéndole, -Un ángel... pues son criaturas que ayudan a los demás- dijo ante la pregunta que Yuki le había hecho, mordió de nuevo la manzana y luego se acerco un poco más al unicornio acariciando casi con las puntas de sus dedos el pelaje del cuello -es suave- susurro, sorprendido mientras escondía sus alas, -¿quieres?- pregunto extendiendo una manzana a su compañero.

Sintió cierto escalofríos ante la acaricia ajena, siendo como venganza, y más que todo juego, acaricio con su hocico el cuello ajeno mirándolo poco después más que sorprendido cuando este oculto sus alas, tocando son su hocico las espalda ajena cerciorándose si en verdad se habían ido.
-seguro no eres un ave y lo olvidaste?-
Cuestiono, después de todo debía asegurarse, puesto esa era una pasibilidad después de todo por otra parte acepto más que gustoso el ofrecimiento tomando la manzana con cuidado comiéndoselas en poco mordiscos.
-etto... y ayudar a los demás como?-
Admitía que no respetaba el orden de la conversación, pero él era así, mantenía primero lo que le provocaba mayor curiosidad.
-ahhh y gracias estaba rica-
dijo refiriéndose a la manzana, dándole una amistosa lamida en la mejilla, ya que su madre y matriarca siempre le dijo que debía agradecer hasta el más mínimo acto de amabilidad.

Un escalofrió le recorrió la espalda cuando el unicornio acerco su hocico a su cuello, el era sensible, y más en el cuello, dejo escapar una ligera risilla. Se dejo hacer, pues al parecer ese ser era la primera vez que veía a un ángel, dejo que lo observara.

-Que no Yuki, soy un ángel y no un ave- respondi mientras pasaba uno de sus brazos por su cabello, cuando el unicornio tomo la manzana lo miro como lo comía...

-Pues... cuidándolo más que nada- le respondió -"o algo por el estilo"- pensó distraído, dejando escapar un sonoro suspiro. -De na....da...- le respondió haciendo que un sonrojo adornara sus mejillas, pues esa lambida le habia llegado de sorpresa, le sonrió un tanto apenado, mientras acariciaba la cabeza de la criatura -¿que haces tan solo?- pregunto pues aun sentía sus mejillas calientes, por el sonrojo.

Aun tenia su duda, puesto si era un ave y lo olvido, como no recordaba ser una ave lo negaba pero de alguna forma encontraría la forma de probar su teoría.
-soka... demo tienes que cuidar a todos o solo a una cosa?-
Por otro lado al ver el sonrojo en las mejillas de athan le miro muy intrigado, pensando que quizás los Ángeles o la especie de ave que era, cambiaba de color en diferentes situaciones.
Por unos segundos su mente quedo en blanco al recibir aquellas acaricias, cerrando sus ojos y bajando la cabeza, en un claro indicio de que les eran muy agradables pero al oír la pregunta del mayor abrió los ojos con lentitud.
-estoy buscando un nuevo hogar...-
Dijo tratando de no tener un tono de tristeza, algo que logro pero aun así sus ojos le traicionaban, puesto retejaban con claridad cuan triste se sentía.
-y tu?-
Cuestiono mirándolo aun con aquella melancólica mirada en sus azulinos orbes.

- Por el momento... supongo que a todos... creo- dijo pues aun no tenia algun humano a quien protejer, se quedo un poco pensativo en ese aspecto, cuando se dio cuenta que el ardor de sus mejillas disminuia un poco, eso era bueno, pero aun así seguia acariciando aquel unicornio, que era muy amable.

-¿un nuevo hogar?- susurro sorprendido, y luego sus ojos se opacaron un poco, pues al parecer habia hecho sentir mal a yuki -Yo solo caminaba por aqui.- respondio mientras le sonreia con inocencia, miro su alrededor -¿caminamos?- pregunto pues se empezaba a sentir incomodo estando en silencio.

-debe ser agotador...-
comento mientras era acariciado manteniendo una mirada triste pero gentil, la cual desvío ante la pregunta del mayor.
-porque la matriarca quien me cuido desde que nací, murió y ella era la única que me quería n la manada...-
explico esta ves no pudiendo ocular el tono de tristeza en su voz, era muy tirte pero eso no le impediría seguir adelante y confiaba que cuando encontrase un hogar todo mejoraría.
-caminar?-
cuestiono para luego asentir, no era una mala idea además de que seguiría en compañía de alguien tan agradable como lo era Athan.
-si te cansas puedo llevarte...-
propuso con mejor animo, nunca había llevado a nadie en su lomo pero no creía que fuese algo incomodo o por el estilo.

-l..Lo siento no quería hacerte sentir mal- le respondio bajando la mirada apenado, miro sus pies, se sentia mal por aquella criatura, pero ¿por que no lo aceptarían?, movió un poco la cabeza y miro a Yuki.

-No te preocupes, no me cansare tan fácilmente- le respondió mientras una de sus manos se quedaba en la cabeza del unicornio -vamos- dijo mientras le sonreía a su amigo.

Niega dedicándole una mirada dulce y gentil, acariciándole la mejilla con el hocico
-no es tu culpa...-
Dijo puesto no lo era, era la situación en la que estaba lo que le entristecía y que Athan hablara de ello o no impediría que sintiera tristeza tarde o temprano.
-demo cuando gustes puedo llevarte...-
Agrego mientras caminaban, manteniéndose a la par de Athan siendo que de una momento a otro le miro con bastante curiosidad.
-ne... tu puedes volar?-
Recién pasaba por su mente que quizás aquellas alas que el mayor tenia n un principio, no fueran más que de adorno y en el caso que volara, ¿que clase de lugares vio desde los cielos, ¿que lugares visito... Yuki no era más que una maraña de curiosidad, algo bastante ventajoso puesto hacia que olvidara sus penas momentáneamente.

Una sonrisa apareció en sus labios cuando Yuki acaricio con su hocico su mejilla, eso lo hacia sentir un poco mejor, el era un poco bruto si se refería en los sentimientos de los demás, eso le había llevado a muchos problemas.

-Gracias Yuki- agradeció, mientras levantaba el rostro y miraba el cielo que empezaba a tener tonos naranjas, pronto anochecería, escucho la voz de Yuki y lo volteo a ver, le sonrió un poco.

-Si puedo volar y he visto cosas sorprendentes, este bosque desde arriba es espectacular- dijo mientras sonreía como niño pequeño, luego miro al unicornio -Si fueras más pequeño podría cargarte- susurro, pues no podia cargar a la criatura.

Le sonrío ya con mejor ánimo, principalmente por ver a Athan sonreír.
-de nada…-
Respondió con alegría siendo que al escucharle que ha visto efectivamente paisajes muy hermosos se le ilumino la mirada, deseaba tanto poder verlos por lo que al escuchar aquello ultimo no puedo contener su alegría, estoy en efecto, en pocos minutos seria un humano y uno pequeño.
-entornes solo tenemos que esperar hasta que sea de noche …-
Dijo con mucha emoción, puesto en pocos minutos podría ver paisajes que nunca vio, como lo era el bosque desde las alturas, emoción que le hizo dar una gran lamida al rostro ajeno.
-demo enserio me podrás llevar? Porque dentro de poco me haré más pequeño que tu…-
Dijo sin explicar, puesto para que hacerlo sin en minutos Athan lo podrá ver con sus propios ojos.

Miro al unicornio de reojo y una sonrisa adorno sus labios, suspiro, pues al parecer Yuki se encontraba de mejor humor, y eso le agradaba, pues no le hacia gracia ver a su amigo decaído, miro el cielo, que ya daba los últimos rayos de sol.

-¿Que?- pregunto dudoso, pues no entendía lo que Yuki quería decirle, parpadeo claramente confundido, y un ligero sonrojo adorno sus mejillas cuando el unicornio lo lambio, no estaba acostumbrado a las muestras de afecto.

-Pues... creo que si- Dijo no muy convencido y la noche se hizo presente, miro a la criatura esperando algún acontecimiento.

Estaba impaciente, no dejaba de mirar el cielo siendo que normalmente no le importaba en lo más mínimo cuanto o no faltaba para su trasformación, peor esta vez tenia u gran motivo… volar.
Tal como había dicho vagamente, cuando el ultimo rayo de luz desapareció el cuerpo de Yuki empezó a cambiar, el pelaje se trasformaba en piel, las patas traseras en piernas y así sucesivamente con cada parte de su cuerpo hasta solo quedar un muchacho frente a Athan, un muchacho no mayor a 16 años, un muchacho completamente desnudo.
Tras transformarse no perdió tiempo y abraso sorpresivamente el mayor frotando su mejilla contra el pecho de este.
-estoy feliz…-
Dijo con notoria alegría para luego mirarle con entusiasmo a los ojos.
-que debo hacer para que volemos?-
Cuestiono despreocupado por su desnudes, como si fuese lo más norma del mundo estar así.

Por fin oscureció y espero cualquier cambio en Yuki, para su sorpresa sucedió, algo asustado, retrocedió unos pasos, parpadeando y mirándolo con sorpresa, un furioso sonrojo adorno su cara, pues el chico se encontraba desnudo.

-¿Como?- Medio grito sorprendido y su sonrojo aumento cuando el chico lo abrazo, eso lo tomo por sorpresa, un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando se froto con su pecho -"Ayuda"- penso sonrojado y asustado, al escuchar la voz de Yuki lo miro y se dio vuelta dándole la espalda.

-¡¡Primero ponte algo de ropa!!- pidió sonrojado, avergonzado y sorprendido.

Nuevamente allí estaba aquel curioso tono rojizo en las mejilla ajenas, pero no le dio importancia por el momento, siendo que le sorprendió que Athan le diera la espalda de ese modo.
-ropa?-
Cuestiono sin entender que pasaba para luego negar, no tenia ropa puesto no la necesitaba.
-no tengo ropa… nunca use…-
Explico al mayor, siendo que con lentitud giro en torno a su cuerpo para mirarle al rostro curioso.
-la ropa es importante para volar?-
Cuestiono preocupado, puesto si ese era el caso tenia un problema no tenia lugar siquiera de donde sacar ropa. Por otra parte como era de esperarse de un ser “salvaje” no sentía el más mínimo pudor o respeto hacia el espacio persona aunque claro principalmente porque nadie le explico que aquello estaba mal.

Le seguía dando la espalda mientras mantenía sus músculos rígidos, se encontraba demasiado tenso y no podia voltear a ver a Yuki se sentia demasiado apenado...

-¡¡Nunca has Usado ropa!!- grito sorprendido mientras los cabellos de la nuca se le erizaban y volteaba a verlo sorprendido, y de un momento a otro darle la espalda al chico, y las mejillas más rojas que nunca, sentía la cara arder.

-¡P...pues no... pero... te protegerá del frio!- le respondió mientras pensaba una forma de cubrirlo, se miro a si mismo y una idea cruzo su mente, el tenia dos camisas, una sonrisa triunfal apareció en su rostro, mientras se quitaba la camisa de encima, tal vez le quedara un poco grande pero era mejor que nada, después de quitársela se la extendió pero aun sin mirarle -Tomala y pontela- dijo sonrojado con la cabeza agachada.

-nunca...-
Confirmo mirándolo sin entender la importancia de la ropa, siempre ha vivido bien hasta el momento sin ropa y no veía la necesidad de usarla.
-demo yo nunca tengo frío...-
Argumento, si ese era el motivo definitivamente no la necesitaba, tal vez haga frío por las noches pero su cuerpo lo toleraba a la perfección, como si hubiese sido hecho para vivir en climas fríos.
Miro al mayor comenzar a desvestirse, para luego tomar la camisa con curiosidad y tras un poco de esfuerzo, prueba y error se la puso correctamente aunque sin abotonar, por más que lo intentaba le costaba demasiado hacerlo.
-ahora podemos volar?-
Cuestiono emocionado teniendo la camisa mal abotonada pero obviamente era algo que no le importaba.

-Póntela de todos modos- contesto algo avergonzado, después de unos minutos, y escuchar las palabras de Yuki, dio un suspiro y dio media vuelta, encontrándose con la camisa mal abotonada del chico, dio un suspiro mientras avergonzado se acercaba al chico y le desabotono la camisa para luego botonársela bien.

-Así esta mejor- susurro con las mejillas encendidas, dio un suspiro para tranquilizarse y luego cerro sus ojos mientras de su espalda dos alas blancas salían. Le sonrio a yuki.

-Bien vamos- dijo mientras lo tomaba de las manos y con algo de dificultad se elevaba.

Aun seguía sin entender la importancia de llevar aquella prenda, como el hecho de que Athan estuviera tan sonrojado aunque no podía negar que aun sentir mucha curiosidad por esto ultimo.
Miro curioso como el mayor le acomodaba la camisa, prestando especial atención a donde iba cada botón puesto si en otra ocasión debía ponerse otra vez esa prenda ya sabría como hacerlo por su cuenta.
-hai...-
Dijo con mucha alegría mientras era tomado de las manos para poco después elevarse en el aire; no mentiría le asusto un poco al ser elevado en el aire pero conforme subían el miedo iba desapareciendo mientras miraba atento a su alrededor, esperando por aquella vistan tan maravillosa que había mencionado el mayor.
-soy pesado?-
Cuestiono mirándole ya que por más maravillosa que pudiera resultar la vista, si solo le dificultaba las cosas a Athan seria mejor pedirle que le baje.

Cuando penso que estaba a una distancia prudente del suelo, miro hacia yuki, que al parecer tenia un poco de miedo, sonrio y no queria asustarlo, sino que se sorprendiera, pero poco a poco pareciera que perdia el miedo, eso lo relajo, y siguio con el paseo, mirando el bosque desde el cielo, que parecia estar en paz.

-No mucho- le respondio, mientras seguia con la vista fija en el frente -No te preocupes, solo disfruta del viaje... yo soporto- le dijo mientras seguia adelante, y era cierto, el chico se le hacia muy liviano, le sonrio mientras bajaba la vista -¿Te gusta la vista?- pregunto