Observando -Libre-

Había estado desde tempranas horas del día ayudando en un pequeño puesto de los plazeros a una venerable anciana y a su pequeño nieto de poco más de 9 años, pues la mayor de estos era quien atendía el establecimiento y debido a un tropiezo tenía golpeadas sus rodillas y pocamente podía moverse; el por su parte hubiera deseado sanarla inmediatamente con su habilidad pero, no podía después de todo... no era algo que no se pudiera recuperar con un poco de reposo.

Entraba escasamente la noche, y con ella el fresco viento empezaba a rondar por los rincones, el pequeño niño y la señora; le invitaron a pasar la noche con ellos pero con una amable sonrisa había pasado de la invitación, ante el frente fresco que de presentaba de agradecimiento esa pequeña familia le obsequio una pequeña manta, presente que no pudo rechazar pues habia sido tejido por la albina, sonrio y le tomo entre sus manos; no habia necesidad que lo usara en esos momentos, no hacia tanto aire como para ello; además portaba una gabardina un tanto grande que le cubria bien.

- hasta luego, gracias por todo - hizó una leve reverencia, ante las palabras que fueron dichas por aquellos dos, al momento de despedirse y seguidamente solo elevo su mano en manera de despedida. Estaba gustoso realmente ellos eran muy amables, era una lastima... que la luz de la vida de la anciana no fuera a durar más de un par de años extra.
Andubo caminando entre las personas que pasaban a su alrededor, unas cotra otras buscando refugio del aparente mal clima en cierto modo "invernal" que se presentaba, el no lo sentía así... era agradable, sonrió de manera divertida ante ver como era que todos se colocaban algo con que cubrirse, los humanos normales son tan fasinantes, pensó.

Pero algo llamó su atención, un joven de cabellera oscura caminando igual que el entre todos, no llevando abrigo puesto ni en mano, ¿tendría alguno?, tenía curiosidad: se le quedo mirando por unos intantes, siguiendole de manera inconciente, ¿tendría frió?.

El celeste del cielo comenzaba a oscurecerse conforme los minutos pasaban y la noche se adentraba, seguía detrás del 'mayor' de manera inconsiente hasta que después de unos cuantos pasos, este le hablo... se detuvo en seco; levemente avergonzado de lo que acababa de captar que hacia - yo - murmuro - lo siento - se disculpó, levemente sonrosado.

- es solo que... - balbuceo, llevando sus esmeraldas hacia el joven de nuva cuenta, pasando a quitarse su gabardina y colocarse en su lugar la frasada que la anciana le había entregado - me pareció que tienes frío y no tienes abrigo - inquirió, poniendo frente al otro el abrigo para que lo tomará y se cubriera - así que... toma - finalizó levemente avergonzado.

Miró de manera fija al joven, esperando a que este se decidiera a tomar el abrigo ¿era tan raro?, comenzaba a ponerse nervioso - no te preocupes, estaré bien con esto - contesto hacia el joven mostrando la frasada que acababa de colocarse poco tiempo atrás - esto es más calientito que el abrigo que te estoy ofreciendo - sonrió de manera tranquila.

Elevó un poco más el abrigo para que le tomará, sonriendo ampliamente y curvando su mirada a juego con la sonrisa esbosada por el aparentemente menor de los dos - aceptalo, por favor - insistió siendo amable.

Sonrió más ampliamente cuando el otro sujeto habia aceptado el ofrecimiento que le había hecho, mirandole en todo momento en que se la colocaba. - Un placer - musitó suavemente ante el agradecimiento del otro, permaneciando estático allí hasta que de nueva cuenta la voz contraria le llamó de nuevo prestando atención a la cuestión que había planteado.

- Collin... - inquirió con un tanto de duda - Collin Kafkis - agregó inmediatamente más animado, se había quedado confuso ante la cuestión del azabache, pues por unos instantes se había quedado distraido.

Habia quedado distraido nuevamente, como un lapso de torpeza momentanea, escucho más no había prestado total atención al joven; movió ferozmente su rostro, intentando despejarse - igual un gusto - seguia pensando en aquella anciana y el pequeño, solto un suspiro, volviendo su atención al joven parado frente a su persona.

- un paseo ... - balbuceo, incredulo, más posteriormente sonrió de manera amplia, realmente le parecía divertido pasar un rato en compañia de alguien nuevo a quien conocer; después de todo no es que alguien le estuviera esperando en casa o algo similar - claro, sería fantástico - se acerco al joven quedando a su misma altura - ¿hacia donde? - cuestiono esperando la iinsiativa del otro.

Permanecio por un lado del otro en todo momento sosteniendo la frasada que le cubria, realmente no tenia mucho frío pero y podría estar calientito incluso sin el uso de lo que ahora le cubria, pero era mejor estar así después de todo era algo que la anciana le había obsequiado.

- ehmm... - balbuceo, pasando una de sus manos sobre su mentón, meditando la cuestión que le acababa de plantear el joven de orbes oliváceas, estaba un tanto intranquilo ante la situación; realmente no esperaba que el otro le invitase algo en modo de agradecimiento por su insignificante acto de 'prestarle' un abrigo con el cual cubrirse - ... - suspiró - ¿haces esto por sentir algo de 'deuda' conmigo? - inquirió de buenas a primeras, mirando de soslayo al joven más alto - ¿es así? - añadió suavemente.

Permaneció de pie, esperando ante una respuesta rápida, que le fue entregada segundos posteriores, elevó una ceja, confundido igual que el otro, escuchando atentamente las palabras del azabache posado unos pasos delante de su persona, sonrió ampliamente, mostrando sus blancos dientes y sonrojandose ligeramente ante las agradables palabras del otro.

- nadie esta solo - inquirió - los dioses siempre nos cuidan y están con nosotros - añadió, curvando su mirada añadiendola a la sonrisa con la que hacia juego. Dió unos cuantos pasos rápidos y tomo por el brazó al otro, de manera que ambos quedarán ahora hacia el frente y seguir con su andar.

- entonces Gilbert y yo - sentenció, empezando su andar llevando al otro - seamos amigos - añadió de manera alegre.