caceria

¿Que se equivocaba? ¡Ajá! Entonces solo lo había hecho únicamente para molestarlo ¡Seguro! Ya sabía que no podía ser un ser tan sensible como para únicamente necesitar un abrazo. Apretó los dientes con rabia y cerró los ojos intentando contar hasta diez antes de soltar una barbaridad por su boca, consiguiendo calmarse levemente y poder ladear la cabeza para verle, con una mirada seria y profunda, aún, eso sí con el ceño fruncido.

- ¿Me equivoco? Entonces dime, servidor de Artemisa, en qué me equivoco yo, pues, si no era esa tu intención, solo veo como última la de molestarme - hablaba extrañamente bien, o más o menos mejor de lo que hablaba siempre, sin estudios y sin buenos hábitos, pero es que cuando realmente se ponía serio, podía conseguir hasta eso-.

Lo mira y parece dar un paso al frente pero luego lo vuelve a retroceder y suspira pesadamente. Una vez mas sus ojos recorren la silueta del chico poniendo especial atencion a sus facciones, a su cuello, delicado y largo y en especial a sus manos y a aquellos ojos cargados con tal salvagía.

- Queria tenerlo serca....una vez mas. O almenos eso pense en un principio, en aquella ocacion a los pies del dios de los mares.-

Hizo una pausa y humedecio sus labios volteando a ver al cielo mientras una sonrisa de burla se dibujaba lentamente en sus rostro. ¿Y de quien se burlaba? no era del astillero sino de sí mismo ¿por que? por haberse equivocado de una forma tan absurda

- pero....-

susurro mientras su mirada volvia a posarse en los ojos del joven

- Sabia la diosa, me ha tendido una cruel trampa -

murmuro dejando de sonreir

- pues ahora solo queria tener serca al astillero que se posa ante mis ojos-

Escuchó todo con atención. Al parecer algo no había comrpendido del todo bien. Dejó la cabeza donde estaba y giró el cuerpo para que se alineara con este. Cerró los ojos un momento para pensar detenidamente. Si no estaba errado, el hombre que tenía enfrente sus ojos le estaba diciendo que quería tenerlo cerca... ¿quizás para estudiarlo? ¿Hacia mucho que no veía a los humanos? ... No... no parecía que fuera por ahí así que... quizás en ese caso...

Abrió los ojos de nuevo, mirándole seriamente. Debía dejar las cosas claras, primero a ese hombre y después a si mismo, pues estaba un poco dudoso desde ese contacto con el hombre.

- Mira... no sé si lo he entendido bien pero... vuelvo a repetirte, que pese a que la tendencia ahora sea que los hombres se vayan con hombres, por lo que es respecto a mi, me siguen gustando las mujeres...

Su mirada no paraba de escrutar al muchacho y sus facciones demostraban completa relajacion y serenidad, era como si nada de lo que dijera le pudiera afectar en la desicion que habia tomado. Ese humano sería cazado, fuera o no esa la voluntad de los dioses.

- Bueno, y por que vienes a mi con un discurso sobre tus preferencias sexuales, que por la expresion de tu rostro hace un rato, no parecia un juicio muy acertado....-

callo por unos segundos y levanto sus manos en señal de alto, ahora queria parar la pelea, solo por unos minutos.

- Deseaste que no te tocqra, que no te mirara, que no te dirigiese la palabra no es asi? pues bien, sere compasivo y cumplire tu suplica-

Y dicho esto se separo del tronco del arbol y se dio la vuelta caminando al interior del bosque para recoger su arco y dirigirse al riachuelo que corria cerca. En la caza, a las presas se les da un espacio, para que se confien...y es entonces cuando se debe atacar

- ... -.

Se quedó viéndolo como se marchaba mientras fruncía el ceño molesto por sus palabras ¿Cómo podría querer que lo hiciera? Se dió la vuelta yéndose él por el pequeño sendero que cruzaba el bosque. No le entendía y nunca lo haría y... un momento, tampoco quería hacerlo así que ¿para qué preocuparse tanto? Esbozó una pequeña sonrisa ganadora mientras inspiraba aire y volvía sobre sus pasos por aquel sendero que le había llevado al claro. Estaba anocheciendo, y el frío se apoderaría de aquel lugar, así que si no se daba prisa, tendría dificultades para encontrar el camino de regreso.

Una vez frente al arrollo se desnudo lentamente dejando que su cabello le cubriera la espalda y callera hasta la mitad de sus pernas.

Camino mientras meditaba una idea en silencio hasta que sus pies tocaron el agua y poco a poco dejo que el frio y ligero manto cristalino cubriese su cuerpo y se llevara en su debil torrente todo vestigio de angustia y frustracion.

Hacia frio, un clima perfecto para el semidios quien dejo su vista perdida en los matices cada vez mas oscuros del cielo. Saco su mano del agua y la miro mientras susurraba para si mismo

- aun estan manchadas.....-

dicho esto se quedo recostado en una de las piedras sin quitar su vista del cielo pensando en que trampa, o que metodo seria el mas recomendado para cierto tipo de "presas"

Iba andando pisando fuerte por el camino. Estaba enojado, molesto y confuso. Ese hombre lo único que hacía era jugar con él de mala forma, seguro que porque le aseguró que a él no le atraían los hombres ¡Pues no conseguiría reírse de él!

Apretó el puño donde llevaba el hacha y la clavó en el primer árbol que encontró, más cuando intentó hacer fuerza mientras seguía su camino para sacarla, de lo clavada que estaba se desestabilizó, cayendo pendiente abajo, rodando como si de un saco de patatas se tratara, llegando abajo, al río y golpeándose fuertemente contra una piedra que en el estaba.

El semi dios recostado sobre una piedra un poco mas alta a unos cuantos centimetros de donde habia caido el joven se volteo sobresaltado apesar de ya haber escuchado que algo caia y se quedo mirandolo incredulo.

se abrio paso por la corriente hasta llegar junto al chico y con cuidado lo tomo sosteniendolo aun dentro del aagua tomandole tambien el rostro para examinar si habia o no sangre involucrada y si el astillero aun estaba conciente.

Dio unas palmaditas en su mejilla para que reaccionara pero de sus labios no salio ni una sola palabra. Sus brazos se dedicaron a sostener al joven mientras Ilai lo miraba a la espera de algun signo vital

Se había dado un buen golpe, por suerte, no se había quedado inconsciente del todo, sino habría muerto ahogado, solo ahora estaba aturdido y con un fuerte dolor de cabeza. Abrió los ojos, por donde entró una luz cegadora que hizo que su mano fuera a sus ojos, para después ir a su cabeza, donde le dolía. Al revisar la mano, comprobó que había sangre en esta. Bueno, al menos se había abierto la cabeza, mejor que haber muerto.

Intentó levantarse pero, por la herida y el aturdimiento volvió a caer hacia atrás, quedando encima los brazos de quien le sostenía, que no conseguía ver quien era. Levantó la vista, pero solo conseguía ver una silueta negra delante en sol.

- Ngh... - había sido un fuerte golpe, y unos cuantos metros de caída-.

lo levanto aun mas y salio del agua al ver que por su cien resvalaba un liquido rojizo.

Lo dejo sobre el suelo y aun desnudo se apresuro a tomar las telas que formaban su vestimentea y presionar con estas la herida tratando de frenar la hemorragia mientras le contemplaba buscando moretones y golpes y como siempre permanecia calldo pero esta vez no sonreia, sus labios estaban apretados en un solemne gesto y sus ojos entrecerrados se clavaban en la piel del joven.

siguio presionando y finalmente retiro las telas tomando la que menos se habia manchado y poniendosea como pudo a modo de toga mientras levantaba con cuidado al muchacho y lo recostaba sobre sus piernas frunciendo el seño al verse reducido a una enfermera

Sintió como le movía, y le sacaban fuera del agua, que ahora, ya siendo de noche casi, no se agradecía tanto como podría hacerlo a las dos de la tarde. Abrió los ojos otra vez, ahora ya casi sin sol podía, gracias a las reacciones de los ojos a la luz, distinguir un poco la figura de su cuidador.

- Nh... - frunció el ceño para poder ver con mayor claridad de quién se trataba, y, al descubrirlo, lo frunció aún más por haber sido él el que le había cuidado- ... - lo normal sería agradecerlo, pero después de la pelea de antes, tampoco sabía que decirle- ... nadie pidió tu ayuda... - dijo desviando la mirada-.

sonrió ligeramente. Amenos tann mordas comentario había sido prueba irrefutable del bienestar del joven astillero.

Llevo su mano lentamente a los cabellos del joven y los aparto con cuidado y suavidad del rostro ageno mientras dos de sus dedos le acariciaban el contorno del rostro y quitaba algunos reciduos de sangre seca al estar mojados, para luego limpiarse en sus ropas.

se inclino un poco sobre el y le miro fijamente a los ojos poniendo sus dedos en el menton del joven levantandolo un poco mientras susurraba en una voz suave que se mimetizaba con el sonido de la noche en pequeño claro

- Lo sé, pero, no queria dejarte ahogar. Ademas eras tú quien se habia herido-

no diciendo mas puso su frente sobre la del chci y susurro

- de nada-

luego se levanto y se quedo ahi mirando la luna reflejarse en las orbes del chico recostado en su regazo

Como aún estaba algo aturdido y necesitaba estar tumbado un rato, no pudo hacer más que aceptar esos contactos con el otro, que ahora, le parecían un tanto inquietantes pues, nunca nadie de su mismo sexo se había fijado tanto en él si no era por el trabajo. Cuando le dijo el "de nada" le recordó que no le había agradecido las atenciones que le había dado y, que si no fuera por él, ahora mismo, estaría con Hades.

- ... - giró la cabeza hacia el otro lado y muy suavemente, sin que se oyera mucho, dejó salir esas palabras no antes dichas- ... Muchas gracias...

Le parecía increíble que hubiera agradecido a ese hombre, tantas veces que le hubiera salvado, tal parecía que su destino fuera ese, salvarle la vida.

miraba la luna mientras acariciaba inconcientemente los cabellos castaños del muchacho. Sus labios se curvearon en una sonrisa debil cuando escucho aquel susurro y con amabilidad por primera vez volvio a repatir

- de nada...-

suspiro profundamente y tomo la tela con que habia secado la sangre del chico y busco la mas limpia para cubrirlo pues hacia frio y el joven aun goteaba agua.

- Alguna vez....has sentido que no puedes evitar un destino que piensas que no quieres?-

pregunto mientras miraba la luna y cubria con una de sus manos los parpados de zaq

Se sentía completamente frustrado e inútil al verse reducido a un niño siendo cuidado por un hombre pero... Tampoco es que no echara en menos los cuidados de alguien, pues la muerte prematura de sus padres le había vuelto frío, arisco y terriblemente borde. Tragó saliva al escuchar la pregunta del otro ¿Qué debía responder? Él nunca había creído en el destino...

- Yo... - cerró los ojos, pues como el otro se los tapaba, no tenía sentido tenerlos abiertos- Nunca he creído en el destino... prefiero pensar que lo que ocurre es a causa de mis acciones... quiero decir... - hizo una pausa, pues no estaba acostumbrado a hablar de si mismo y lo que pensaba- humn... yo decido mi destino-.

le observo atentamente, recorrio su cuerpo con la mirada y luego se centro en sus labios examinando como la luna iluminaba su contorno. Se mordio los propios mientras un pensamiento malsano cruzaba su mente.

Se inclino sobre el hasta que su aliento choco con el del astillero pero se alejo lentamente al tomar conciencia de lo que estaba haciendo. Debía dejar algo claro.... Zaq no era Aetos, y debia dejar de pensar en el difunto cada vez que veia al otro. Pero, en verdad pensaba en Aetos mientras veia a Zaq, si, almenos en un principio pero....ahora poco de ese sentimiento de nostalgia quedaba en su pecho.

- si eso es cierto....porque existe un ser como zeus o una dama como Atenea.... no deberiamos ser nosotros quienes rigieramos el curso del mundo si es verdad que controlamos nuestro destino?-

acaricio con su pulgar la mejilla del chico mientras sonreia una vez mas sin descubrir sus ojos

Frunció un poco el ceño ante el contacto de una parte de Ilai con su mejilla. Así que levantó una de las manos, llevándola a la que tenía encima sus ojos, pero sin hacer presión, solo como aviso que si volvía a hacer algo indevido se la sacaría de allí. Suspiró levemente ante aquella pregunta y luego hizo una sonrisa triumfadora.

- Yo creo sinceramente que los humanos cambiaremos el mundo, con o sin la ayuda de los dioses, pero lo haremos nosotros - en su rostro se dibujó, aunque el otro no pudiera verlo, una mirada decisiva, estaba seguro de ello-.

Se quedó un rato en silencio y luego abrió la boca para preguntar otra cosa.

- ¿A qué venía esa pregunta? ¿Tu lo has sentido? - no es que fuera curiosidad del todo, pero quería saber si había algo importante para la humanidad que le inquietara-.

llevo su mirada al cielo y observo la luna denando su mano quieta y deslizandola lentamente luego de unos segundos por el rostro del chico la dejo caer al suelo.

- Asi como la luna nos vigila siempre, a todos por igual, seamos hijos de zeus o de Eris, de Tetis o Poseidon. Quiero saber.... si quizas hay un ojo que vela por todos los vivos y muertos, un ojo que no distingue genero o estatus, que nisiquiera diferencia entre dios y mortal. Eso seria algo....tanto fascinante como estrecho e incomodo-

comento mas para simismo que para el joven. No sabia porque aquellos pensamientos lo invadian justo en ese momento cuando habria podido adueñarse de la presa de una maldita vez.

- Duele.....Zaq?-

Se quedó pensando en esas palabras, tan... complicadas y con un significado tan extraño. No sabía que responderle ¿Quería saber si el destino ocurría porque otro entre así lo quería? Simplemente sonrió cínico a la vez que abría los ojos, quedándose algo cegado por la luz de la luna, que aunque fuera poca, le iba a parar directamente a los ojos. Se incorporó lentamente, quedando sentado al lado de Ilai y dándole la espalda, para, al menos como pudiera, dar su opinión al respecto.

- Esos que desean justificar los acontecimientos que van a venir con una fuerza suprema, son aquellos que no tienen suficiente fuerza y valor para afrontar la realidad... - hizo una pausa- Que aquello que nos pasa, bueno o malo, es siempre por nuestra culpa y causa-.

Apoyó una mano en el suelo, haciendo fuerza para levantarse, lentamente, gracias también a un árbol delgado que tenía delante. Verdaderamente podría haberse roto la cabeza.

entonces....un encuentro entre dos almas o seres.... es culpa de ellos? sin importar cuanto intenten apartarse o lo mucho que uno de ellos deteste al otro....dices que ese acontecimiento acabaria por ser culpa de uno de los dos?-

sonrio ligeramente y suspiro

- entonces..... quien de nosotros decidio este encuentro y los anteriores?-

le miro fijamente algo preocupado por su estabilidad y se levanto tras recoger sus ropas por si el otro necesitaba apoyo

Cuando consiguió levantarse se giró hacia el otro, apoyándose en el árbol que le había ayudado a levantarse y respirando algo agitadamente por el dolor de cabeza que aún duraba. Al escuchar las declaraciones y preguntas del otro levantó una ceja y le miró fijamente.

- Nadie lo decidió, fue mi culpa por venir aquí y tu culpa por estar aquí, aunque parece que hay una fuerza interior que nos obliga a llegar donde el otro esté... tsk - desvió la mirada hacia el río, seguramente, por haber discutido antes ahora, se habían visto obligados a reencontrarse para intentar hacer las paces, o eso creía- ... Estoy bien- respondió finalmente a la pregunta del otro antes hecha-.

- Pues no te vez muy bien-

contraargumento el semidios mientras se le acercaba y le rodeaba la cintura al notarlo un poco fuera de sí.

- Pareces ebrio-

dijo tambien esta vez sonriendo y luego mirandole el pecho

- el colgante "de chica" como tu le llamas....aun lo traes o piensas devolvermelo algun dia?-

susurro mientras le acomodaba el cabello de forma casi protectora y fraternal aunque esas no eran sus verdaderas intensiones

- Es porque estoy aturdido... - dijo mirándole de reojo- Y no soy muy buen bebedor, por poco que beba ya estaría por los suelos... - de repente se dio cuenta que le estaba contando cosas que no tenían gran relevancia, pero al fin y al cabo, de su vida- tsk... - desvió otra vez la mirada al ver que el otro se acercaba, rodeándole con el brazo y acomodándole el cabello-.

Llevó la mano a su pecho, metiéndola por dentro de su camisa y sacando dos colgantes, en uno, llevaba su más preciado tesoro, la llave de su habitación secreta, en el otro, su reciente regalo por parte de Ilai, una concha.

- Aún la llevo... - se le miró de frente muy seriamente- Es ... me olvidé de sacármelo-.

Le sonrio mientras lo tomaba en braos contra su cuerpo aun sin levantarlo del suelo y lo miraba fijamente

- pues me alegra que lo hayas olvidado.....-

se le acerco y tomo el collar jalandolo hacia el

- no es agradable que rechacen uno de tus regalos, pero si eso quieres....pues.....-

se acerco hasta casi tocar sus labiospero solo se le quedo viendo fijamente

- puedes caminar....-

se acerco a su cuello y presiono contra el sus labios

- o prefieres algun tipo de ...ayuda?

Se quedó mirándole retante cuando le tomó en sus brazos, y tiró la cabeza hacia arriba, como si estuviera ahogándolo, mas cuando el otro le hizo esa pregunta y esa "caricia" con sus labios en su cuello se puso nervioso e intentó empujarlo para que corriera el aire.

- Puedo andar perfectamente - dijo escabuyéndose por debajo de sus brazos, andando unos diez metros hasta caer a cuatro patas al suelo-.

La herida de la cabeza seguñia sangrando. Se había heco un buen agujero, y pese a que se le estaba cerrando, aún sangraba y le atontaba. Vaya caída más tonta que había tenido, y todo por su mal humor.