caceria

había corrido por horas luego de la fuerte tormenta en el templo de poseidon, tratando asi de escapar de su pasado, de huir del recuerdo de aquella traicion y de aquel sufrimiento, mas de veinte años habian pasado y la herida seguía abierta....pero..... habia cerrado aunque fuera durante unos minutos antes de que el cruel y frio cincel del astillero hubiera hecho emanar la sangre una vez mas.
Como había sido posible el olvidar por unos momentos la pesadilla que lo estaba atormentando desde hace mas de 2 decadas?
Se consideraba patetico, por dejar crecer el odio en su ser por algo tan "vano", según decian algunos, por tanto tiempo; y mas patetico aun el que le siguiera doliendo la pena de haber matado a quien amo por una misera traición.

Aquellos pensamientos vagaron libremente por su mente mientras tensaba la flecha en su arco y apuntaba desde la rama de un arbol a un venado que logro caer en aquella, su fatidica trampa.

Iba a ir a casa después de esa carrera... pero su casa, en esos momentos, se le antojaba demasiado solitaria. Pasó por ahí para coger un hacha e irse hacia los campos. Iría a buscar leña para esa noche, seguramente haría frío, y al ser día festivo, no había mercado, así que debía buscarse él mismo la vida. Subió la calle que le llevaba fuera de la ciudad y se adentró en un bosque, dirigiéndose a un llano para empezar a cortar un tronco ya hecho bastante trizas.

- Maldito bastardo... - levantó el hacha con mal humor y clavó toda su afilada hoja en un tronco, a la vez que soltaba un grito de frustración, por suerte, allí no había llovido aún- ¡¡AAARGH!!

tenso aun mas el arco, preparandose para dejar ir la flecha justo en en el lomo del venado, pero entonces el animal monto en alerta y hecho a galopar entre los matorrales dejando al semi dios sin presa y aun con el arco tenso.

él, que también habia escuchado aquel grito, guardo compostura y silencio mientras sus manos aflojaban lentamente la flecha y la cuerda y bajaba el arma dejandola en el tronco del árbol, si la llevaba consigo seria un estorbo.

suspiro pesadamente, habia reconocido aquel grito ¿lo habia hecho verdad? o quizas solo queria creer que ese chico era el dueño de aquella muestra de sentimiento y frustracion. Comenzo a caminar a paso ligero y veloz entre los matorrales sin delatar su presencia como era clave en un depredador, guiandose por el sonido, llegó hasta una planicie donde se quedo observando como la hoja de metal de un hacha destajaba una y otra vez el cadaber de un viejo roble.

-Artemisa....oh madre mia, las tretas de bosotros los dioses comienzan a carcomer mi cordura. Decidme que pretendeis con esto....-

dijo en un susurro mentras que miraba al astillero desde la distancia

Descargó su frustrada rabia contra el tronco muerto de ese roble. Como estaba seco le iría muy bien para calentar su pequeña casita. Puso en pie en el tronco y tiró del hacha arrancándola del interior del árbol y volviéndola a su posición inicial, colgando de su brazo y con él enfrente.

- Si lo vuelvo a encontrar le voy a matar... Por Zeus que se lleva una buena bronca... bronca... yo lo mato... - cargó otra vez el hacha, levantándola lo máximo que pudo y volviéndola a bajar con rabia, haciendo que hundiera su hoja más profundamente en el cuerpo del árbol muerto a la vez que volvía a soltar su chillido frustrado- ¡¡AAAARGH!! ¡¡MALDITA SEA!!- dejó el hacha clavada y se dio media vuelta a pegar un puñetazo en un árbol cercano, debía descargar toda esa tensión, o nada le saldría bien-.

saco la ballesta dentre sus ropas y la lanzo a los pies del joven para tener una excusa, aunque fuese patetica, para acercarsele. Quizas y la muerte de manos de alguien tan similar a Aetos no seria algo que lamentaria, sin embargo....
Miro al chico atento, esperando su reaccion como un buen cazador espera la de su presa antes del ataque.
Unos minutos despues se acerco a paso lento con el viento agitando sus largos y sueltos cabellos al igual que la toga a la cual le faltaban varias capas de tela. Sus ojos penetraban la figura del crio, buscando su mirada y a la vez vigilando las acciones de sus manos, cuando estubo lo suficientemente cerca se inclino y tomo la ballesta casi rozando los pies del joven astillero, una vez la hubo guardado siguió mirandolo frio, penetrante y sobretodo suspicaz.

La presa ahora no era otro que aquel castaño

Iba a golpear por segunda vez el tronco lastimado de ese árbol cuando oyó un ruido sordo que provenía de sus pies, cosa que detuvo su ataque indiscriminado y desvió su mirada hacia abajo. No podía creer lo que estaba viendo. Había caído una ballesta. Su primera reacción fue mirar hacia arriba, no fuera el caso que alguien estuviera allí y con su golpe lo hubiera desestabilizado, pero ak comprobar que no observó a su alrededor.

De pronto, entre el verde follaje, salió una silueta conocida, la misma que le había causado tantos dolores de cabeza durante su camino hacia allí, y la misma que le hizo manifestar una mueca de disgusto, frunciendo el ceño y apretando el puño con todas sus fuerzas. Se quedó mirando como recogía la ballesta y, como después de eso, le dedicaba una fría y escrutadora mirada. Sabía que le había hecho daño antes, pero le había provocado, y ahora solo tenía ganas de golpearle para vengar su honor.

- Maldito seas... - apretó sus dientes justo antes de tirársele encima para golpearle en toda la cara-.

solto la ballesta y dejo avanzar el ataque. Casi gentil y sutilmente dejo su cuerpo caer en la hierba amortiguando la caida del otro y dejo que le golpease el rostro sin hacer nada al respecto, almenos por los primieros minutos hasta que despues de mucho golpearlo el menor hizo que de sus labios brotara sangre y en ese momento sus ojos sa afrieron filosos, corando la mirada del joven, tomandole con brusquedad de los hombros, levantandolo y arrojandolo hacia atras mientras el se incorporaba lentamente, y con el rostro teñido por la tierra de los fertiles campos se quedo viendole en absoluto silencio.

Su labio sangraba aun resvalando por su menton la sangre, pero el no hacia nada por detener la hemorragia.

- Fue suficiente -

Dijo en voz imponente y un poco ronca mientras se ocupa de limpiar el sucio de sus mejillas mirando aun con ojos afilados al chaval.

Le pareció ser un peso ligero cuando el otro lo empujó. Fue a parar delante en otro, cayendo de espaldas y golpeándose contra el suelo, aunque solo fue de cintura para abajo, pues pudo poner los codos y antebrazos para evitar un golpe en su cabeza. Su mirada furiosa permanecía en su rostro, más ya estaba un poco más calmado después de haber podido descargar gran parte de su tensión acumulada.

- Tsk... - le miró desde abajo, tenía el labio partido y sangraba como todo mortal- Aún siendo un semidios, eres igual que cualquier humano, aunque te crees con el derecho de arrebatar la vida a quien te plazca... - se levantó mirándole reprochativamente y se sacudió las ropas, que estaban manchadas de tierra-.

Sabía que por ese camino seguiría haciéndole daño pero, debía comprender que no era mejor ni peor que un humano, y no podía ir sacando vidas a su antojo.

su pecho se encogio y su mirada se tiñó con la llama del odio, un odio que no era para aquel mortal. Depronto sus labios comenzaron a curvarse hasta crear una amplia sonrisa y el sonar de una carcajada sacudio su garganta.

-crees, que me pienso superior? crees que creo ser parte del olimpo a caso-

la risa no se detuvo y con brusquedad se limpio la sangre del rostro. Aquel mocoso si sabia divertirlo.

-La unica vida que alguna vez arrebate-
susurro con voz criptica impregnada por el dolor del pasado
- fue la que alguna vez me fue arrebatada, una vida que ya habia sido tomada por Hades por la orden inconciente del Padre-

murmuro con dejos de despresio en su voz, cuanto mas podia contraerse su pecho... ?

- Tsk... - se dirigió a donde estaba su hacha, poniendo el pie en el tronco y arrancándola de allí; volvió a levantarla con rabia y la volvió a clavar en el tronco, haciendo que este se partiera en dos- Pues si arrebataste algo arrebatado... - clavó el hacha en el tronco- Entonces ¿ya es justo no? - sacó el hacha y se puso encima el tronco para cortar mejor- Deja de recriminarte ese hecho - volvió a clavar el hacha- tienes toda una vida por delante para pagar con creces tu fallo - El árbol se partió en trizas y bajó de él como pudo, casi cayendo por haberse roto, empezando a coleccionar los trozos que se habían formado-.

Se giró hacia él, con las partes del tronco atadas con un cordel para formar un grupo y el hacha en la otra mano, mirándolo severamente.

- Pero no te da derecho a despreciar a todo el mundo por algo que uno hizo...- pasó por su lado algo enojado con el otro, pero ahora ya más tranquilo-.

se quedo en silencio mirandole mientras las ideas zurcaban una tras otra los cabos de su mente.
sonrio de un modo sorprendentemente suave y lo miro con atencion

- ¿por que ha de importarte? me parece a mi que me odias, porque darle concejos a un maldito como yo?-

la sonrisa en sus labios prevalecia intacta y su mirada clavada en el no detenia el acoso ni por un segundo.

- Ademas, no puedo remediar aquel fallo, artillero, no se puede reparar algo que no a terminado de fallar....y hasta que mis planes no se concreten, las vidas que me quedan por delante no serviran como puente de arrepentimiento. Jamas lamente lo que hice....y jamas lo hare-

sus frases tenian un sentido confuso, no parecian agrupadas en orden sin embargo, a buen entendedor de poco orden y pocas palabras, y el semidios habia decidido asumir que el astillro era en efecto un buen entendedor.

Se paró y se volteó a la mitad, arqueando la ceja visible y mirándole de reojo, mientras escuchaba todo lo que el otro tenía por decirle. Comprendía todo lo que le estaba contando, pero sin embargo, ese era un camino que el otro debía recorrer solo, y por muchos consejos que él, poco vividor, pudiera darle, solo acabaría el tormento del otro cuando él lo decidiera. Sin embargo, se quedó en su cabeza la frase que el otro había hecho en relación a él ¿Que le odiaba? Sí, podía ser, así que después de escuchar lo que el otro decía cogió aire y le miró.

- ... Tienes razón, púdrete - dijo dándose la vuelta otra vez para empezar a andar entre la espesura del bosque, que debía cruzar para salir a los campos y de allí descender para llegar a la ciudad-.

cuando el joven paso a su lado tambien lo hizo un briza helada que azoto en el viento sus cabellos y una sonrisa se dibujo nuevamene en sus labios

- idiota.....-

solo mira de reojo al joven mientras la sonrisa se vuelve burlona

- ahora eres mordaz... No se que reaccion me divierte mas, tus nervios, tu sonrojo, o tus insultos. Eres en cierto modo, patetico-

susurro lo suficientemente algo para hacerse oir y recogio la ballesta cugando con ella entre sus dedos.

Su frustracion y rabia se habian convertido en burla y sarcasmo

Estaba ya a unos metros de él cuando le oyó hablar de nuevo. Podía soportar que le recordara sus nervios, sus insultos y hasta ese estúpido sonrojo de unas horas antes... pero cuando oyó que le llamaba patético, un nuevo fuego de la ira se le encendió en su cuerpo y clavó el pie en el suelo para dar media vuelta y lanzar su hacha contra aquel que le había insultado. Ésta fue a parar a un tranco cercano, a unos dos metros a la derecha del semidios y cuando vio que no había acertado se puso a correr en dirección al opositor con una rabia nunca vista. Tiró al suelo los troncos que había cortado y le agarró por la ropa, llevándolo contra un árbol para immobilizarlo.

- No sé si aparte de semidios eres estúpido o algo así... pero provocarme de esta manera para que venga a devolverte cada palabra a modo de golpe no es lo más sensato que he visto... - dicho esto levantó el brazo para golpearle una vez más-.

sus labios volvieron a curvearse y sin dificultad alguna tomo al chico por la cintura y por el puño que tenia listo para usar contra él, y asi lo sostuvo mientas lo mirava fijamente a los ojos

- no, no es estupidez..... se llama tactica-

susurro bastante cerca de su rostro mientras lo atraia aun mas. TOdo aquello, para el solo era un simple juego, uno donde el movia las piezas a su antojo para conseguir aquello que habia anciado... GANAR.

- Zaq....-

susurro en voz ronca por primera vez el nombre del chico y se le quedo viendo ahora bastante serio con los ojos un poco entrecerrado y los labios cerrados en una fina expresion neutra.

Cuando iba a soltarle el golpe fue pillado de imporvisto por las manos del hombre. No se sabe por cual de las mil razones se quedó atontado cuando dijo su nombre, poniendo esa cara al nombrarlo, cosa que hizo que un leve sonrojo apareciera otra vez en su rostro, pero unos instantes después meneó su cabeza para despejar las dudas y volvió a fruncir el ceño, intentando escapar, pero había sido capturado por una mano y por la cintura.

- ¡Déjame! ¡Maldito bastardo! ¡Déjame! - intentaba huir de esa sensación que volvía a sentir, removiéndole todo el estómago y haciéndole aflorar sus nervios ante esa persona-.

acerco sus labios a su oido y suspiro suavemente sobre su piel mientras aun serio susurraba con palabras suaves y su voz ronca

- No quiero, no quiero ni dejarte, ni soltarte.... no se me antoja hacerlo-

y dicho esto lo estrecho aun mas contra su torso, separandose de su oido y mirandolo fija y penetrantemente

- Mirame a los ojos y ruegame que te suelte, dime que eso es lo que tu cuerpo y mente desea y quizas.-.... lo considere-

dijo el muy maldito sonriendo para sus adentros pero conservando aquella expresion seria

Notó una corriente eléctrica correr por todo su cuerpo cuando estuvo tan cerca de él, y otra, mucho más potente, cuando el otro le suspiró encima su piel. Se estaba mareando y por alguna razón que no alcanzaba a comprender, empezaba a no sentir tanto odio por ese ser, sino otros deseos irrefrenables... Intentó mirarle pero el sonrojo se hizo más patente y su frustración aumentó. Su mirada con él no pudo sostenerse más de tres segundos, cuando cerró los ojos y con la mano libre intentó separarse.

- ¡Basta ya! ¡Suéltame! - no alcanzaba a comprender nada de lo que pasaba, demasiadas cosas en un día, ya no sabía ni lo que sentía- ¡Suétlame de una maldita vez!

le solto el puño y lo abrazo sosteniendole la cabeza contra su pecho y manteniendolo cerca a su cuerpo por el brazo en su cintura mientras miraba al frente y sonreia ligeramente

- No me has dado una respuesta Zaq....-

volvio a susurrar su nombre esta vez sobre su cuello al inclinarse un poco sobre el chico

- si no hay respuesta seguire haciendo lo que me plasca ......artillero-

siguio hablandole en susurros sobre su cuello mientras jugaba con sus cabellos y un aire de nostalgia caia sobre su nublado ser

Esto se estaba complicando por momentos. Su cabeza ya se veía nublada y el olor de el otro hombre le estaba entrando por todos los poros de su piel. Tenía que cortarlo ya no Zeus sabría lo que pasaría allí. Cerró los ojos con fuerza, debía concentrarse, intentar acumular toda la fríaldad que pudiera en ese momento y dejar de estar sonrojado, lo más difícil. Cogió aire, mucho valor y levantó la cabeza, para mirar fríamente al hombre que le estaba abrazando y poder soltar tres palabras, antes de desviar el rostro por el nerviosismo del momento y el sonrojo que volvía a aflorar en su rostro.

- No me toques -.

lo miro fijamente y la misma frialdad abordo su mirada, la nostalgia se había ido pero aquel sentimiento seguia estable en cada fibra su su cuerpo.

Debio haberlo soltado, quizas....eso habria sido lo mas prudente pero el pasado es pasado y no se puede volver sobre el mismo

con una mano le tomo se la mejilla y lo hizo que volviera a verlo mientras se le acercaba considerablemente al rostro y susurraba golpeando su frio aliento los labios del chico

-ya te lo habia dicho... no se me antoja ....-

y asi se quedo, abrazandole y mirandole fijamente mientras en su mente movia las piezas para crear algun tipo de estrategia

Pretendía que esa cara de mal humor durara lo máximo posible, mientras hacía fuerza para zafarse de ese condenado agarre, pero el sonrojo no iba a su favor, y esos nervios que le hacían respirar agitadamente tampoco. No tuvo más remedio que mirarle cuando el otro le cogió del rostro, y esa frase le abordó como si le hubieran revelado el futuro. Su cara cambio de estar en eterno enfado a una especie de enfado suplicante, aunque claro estaba, él eso no lo notaba, pues las reacciones eran involuntarias.

- Ngh... maldito bastardo... - dijo escupiendo las palabras mientras le miraba medio amenazante medio suplicante-.

se quedo en silencio e inmovil, conservando la posicion inicial sin siquiera inmutarse por la mirada cargada de aparente odio del menor.

Vio aquel destello de suplica en su mirar y sus labios antes curveados en una sonrisa se fueron alineando poco a poco hasta formar en su rostro una expresion de serena seriedad; sus ojos aun entrecerrados se cerraron y abrieron lentamente clavandose en el rostro del chico mientras que sus manos afirmaban el agarre en su cintura y lo atraian un poco mas a su cuerpo.

Y asi permanecio varios y largos instantes, ni siquiera las ultimas palabras del chico pudieron causar reaccion alguna en el semidios; hasta que, cansado de rebajarse a una suplica sus manos fueron liberando el torso del chico, lenta muy lentamente hasta que quedaron inertes a cada lado del cuerpo del semidios quien solo volteo la vista al cielo y la clavo en una nuve que pasaba vaga.

Fijo de nuevo su mirada en el chico esta vez con algo de desden y desaprobacion, la caceria dificil le gustaba, vaya que si le gustaba; pero, esta vez parecia algo frustrante.

¿ a caso estaba a punto de preferir una presa facil al deleite de una caceria real?-

No entendía nada ¿A qué venía esa fijación por abrazarle si antes se había burlado de él todo el día? Cuando le miró fijamente no pudo hacer más que morderse el labio y desviar la mirada, pues su cintura se había juntado más a la del otro y una corriente eléctrica le subió desde el estómago hasta los hombros, causando que cerrara los ojos mientras sus cejas, por un leve momento, se situaban en una posición que más que una cara agresiva parecía una suplicante.

Como era de estúpidos hacer fuerza, pues el otro tenía más, se quedó con los brazos puestos en los hombros del otro y desviando lo más que podía la mirada, pues pensaba que si le miraba a los ojos, sabría lo que le estaba pasando por la cabeza y eso no sería bueno para él, pues antes había defendido la heterosexualidad y ahora no estaba del todo seguro que que es lo que pensaba de todo eso.

Cuando abrió los ojos para verle levemente, el otro le fue dejando, quedando así enfrente de él, sin saber que hacer. Quizás lo más sensato para su seguridad mental sería irse.

Se dió media vuelta y fue a buscar su hacha, cogiéndola con todas sus fuerzas para arrancarla del tronco donde estaba y yendo a buscar los troncos atados. Cuando lo tuvo todo le miró de reojo y bajó la cabeza.

- Si sólo querías un abrazo podías pedirlo como todo ser humano normal...

Lo miro detalladamente mientras se llevaba una mano al cabello y lo retiraba con mucho cuidado se su rostro, casi como si jugase con cuerdas de plata.

Estudio su cuerpo con atencion basandose en el modelo de simetria de uno de tantos sabios y filosofos que habian pisado Atenas, Creta, Esparta... y de mas ciudades e islas de Grecia; comprobando sin sorprenderse que no era por menos, un cuerpo bastante ... se podria decir bello, pues el no veia con deseo aquella silueta, o almenos no aun.

Estudio con sus ojos de aguila, como cada rayo del tenue sol que estaba sobre ellos se reflejaba en aquel astillero y ante esto su mirada se volvio mas pasiva y un poco confiada.

'¿como dejar perder tan exquicita presa? tendria que estar loco si lo hiciera, y renunciara a su vez al deleite de la primera partida de aquel complejo juego.

Siguió inmovil mirandolo y ante tan absurda afirmacion salida de los labios del joven solo rodo los ojos y sonrie muy debilmente. Acaso era lento? Negó con la cabeza y solo siguio mirandolo mientras afirmaba

- de nuevo te equvocas....zaq-