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 Primera Visita

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Orfeo
Dios menor
Orfeo


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MensajeTema: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeJue Ene 21, 2010 12:15 am

Se había quedado tan preocupado por aquel médico humano que había pasado sus noches pensando en como se encontraría, si estaba bien o si estaba triste; si ya se había calmado o si se había olvidado de él. Tanta fue su inquietud, que decidió visitarle; por supuesto, bajo una forma que nadie reconocería.

Tomó una túnica vieja y raída, comenzaba a decolorarse y tenía algunos rotos pero aún era útil; sus ropas delicadas pronto se transformaron en harapos y tomando un bastón, pretendió ser un mendigo que paseaba por el mercado. Más al ser un novato en el arte del engaño, no se percató que su aroma continuaba siendo como a jazmín o incienso, incluso mirra; una mezcla deliciosa de aromas y no el típico olor a humano como el resto de las personas, pero el rasgo más característico eran sus ojos azul safiro que no había podido disimular tras las aparentes arrugas de su rostro.

¿Como podría entrar a la casa sin crear sospechas? ¿Como pedir una cita en el consultorio? Yacía delante de un establecimiento de manzanas y solo los gatos callejeros le divisaban desde afuera maullando o moviendo su cola; el dueño del puesto le echó de allí, un sujeto que atraía tanto a los gatos del médico de enfrente no debía tener nada bueno encima.
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Níobe
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeJue Ene 21, 2010 7:17 am

Los gatos siguieron a Orfeo, con las colas levantadas, dando saltitos y mirándolo con profunda adoración. De nuevo, no podían ser engañados por las ilusiones, era imposible que un ser de aquella belleza y con una esencia que resplandecía como una luna de mayo pudiera ser ocultada por algo tan simple como unas ropas raídas y unas arrugas en el rostro, cuando incluso los ojos azules seguían tintineando con estrellas que cruzaban sus pupilas.

-¡Maldito médico!-se quejó el vendedor a pesar que obtenía ganancias con la venta de fruta frente al consultorio, era un galeno reputado más allá de las murallas de la ciudad, incluso extranjeros de piel oscura o blanca como la nieve venían a visitarlo desde tierras exóticas de las que nunca hubía escuchado nombrar.

La puerta de la casa fue abierta de par en par por Dimitri, el viejo criado de Níobe. Era un hombre anciano, encorvado, fue comprado como esclavo por el padre del médico y éste le concedió la libertad cuando heredó todo los bienes de su progenitor. Pero Dimitri no lo abandonó y llegó a un acuerdo con Níobe, sería a su ayudante y sirviente a cambio de un sueldo respetable y vivir en el hogar familiar.

El olor a naranjas emergió hacia la calle, cada día, las puertas eran abiertas para que los pacientes, si lo deseaban esperaran en el patio interior, en las bancas de madera que eran dispuestas junto a la fuente que reía siempre cristalina.

Pero esa mañana no solo estaba Orfeo enfrente a la casa sino también un sacerdote de Zeus, luciendo unas rojas túnicas muy lujosas, era alto, fornido y de rostro arrogante. Cuando se percató que Dimitri ya había afianzado las dos láminas de madera con piedras para que no fueran volteadas por alguna ráfaga de viento, se adelantó.

Casi empujó al viejo criado despectivamente-¿Dónde está tu amo?

Dimitri se tambaleó y bajó la mirada, los sacerdotes de Zeus eran los más influyentes y poderosos de la ciudad-Dentro, señor.

El sacerdote lo hizo a un lado con brusquedad y se internó en la casa a zancadas, Dimitri se frotó el brazo con una mano llena de profundas arrugas. Alzó el rostro cuando percibió una mirada y sus ojos se cruzaron con los de Orfeo, le sonrió bondadosamente y se fijó que los gatos de su amo se arremolinaban a sus pies-¿Te molestan?-dio unos pasos cortos, artríticos.

-Alimañas, eso es lo que son-barboteó el mercader.

Dimitri hizo caso omiso de él.
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Orfeo
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeJue Ene 21, 2010 11:44 am

La irritaciòn iluminò un poco sus ojos cuando observò a aquel mercader con aire gèlido. Este, no comprendiò por que aquella mirada le había causado incómodidad y hasta verguenza, sin embargo, también había algo de temor en sus ojos; ya que todos los gatos se habían erizado en su dirección como si ante la menor señal del anciano vagabundo fueran a írsele encima. Y así dando dos pasos hacía atrás y murmurando una serie de palabrerías; se ocupó de su negocio, dejando en paz a los gatos, al anciano y al mendigo.

Se inclinó con gracia y suavidad, con el cuerpo encorvado, a pesar de su disfraz no podía ocultar la vitalidad que aún tenía para sus años, lentamente tomó a una gata que estaba preñada y la apartó del camino para evitar que la patada de uno de los trausentes fuera a hacerle daño; y avanzando lentamente hacía aquel amable anciano, hizo una inclinación a modo de saludo, inclinación por cierto que no realizaban más que los altos cargos hacía sus dioses... Orfeo era una farsa total en cuanto a disfraces.

-¿Tú amo se encuentra en casa? ¿Se encuentra bien? ¿Come? ¿Duerme? -Era tanta su angustia que no habìa podido contener esa serie de preguntas, pero así como podía verlo en los ojos de los gatos, también podía escucharlo de labios de aquella amable persona; ya que, sabiéndolo ocupado con ese sacerdote fantoche que no hacía más que robarse el dinero de las urnas, no quería volver los rostros importantes de Atenas sobre el consultorio del médico y afectar su vida diaria. Sus ojos resplandecìan por cierta emoción, quería verlo y al mismo tiempo temía que su presencia fuera a hacerle más daño como el que ya le había causado en los días anteriores.- ¿Continua enfermo?
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Níobe
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeJue Ene 21, 2010 3:09 pm

Dimitri parpadeó por la rápida sucesión de preguntas, arqueó las pobladas y nievas cejas porque aquella voz perfecta, melodiosa no era la de un anciano y menos aún la forma educada de dirigirse a él era de un vagabundo pordiosero, era evidente que aquel hombre iba disfrazado, sin embargo el tono de preocupación por su amo era totalmente auténtico.

Devolvió levemente la inclinación, casi dolorosamente porque su columna estaba ligeramente torcida-ah..pues..comer..come pero dormir..-sonrió, de nuevo Níobe había pasado varios días vagabundeando por la casa como un fantasma en vela, escuchaba sus pasos levemente porque el médico tenía la mala costumbre de ir siempre descalzo cuando lo descuidaba y no lo obligaba a calzarse con las sandalias.

-Está en casa..¿necesitas de sus servicios?-con suavidad lo tomó de un antebrazo para intentar guiarlo dentro.

De repente se escuchó unos ligeros estruendo y unas voces airadas, el sacerdote salió corriendo entre las puertas en una nube de túnicas rojas y se paró, jadeando, en mitad de la calle, todos los viandantes se detuvieron para mirar, tanto mercaderes como ciudadanos que estaban de paso en sus tareas mañaneras.

Níobe apareció en el umbral, sus ojos grises estaban encendidos, vestía solo una ligera túnica blanca, sus pies estaban desnudos y su larga cabellera enredada, señal de que se acababa de levantar después de una noche con poco descanso.

-¡No te atrevas a amenazarme en mi casa!-susurró con una gélida, afilada-Comunica a tu superior que si quiere seguir gozando de buena salud gracias a mis medicinas no debería enviar a un subordinado a buscar dinero para sus arcas.

-El santuario de Zeus cobra lo que es justo a sus fieles-el hombre se irguió, consciente de los ojos puestos en ellos.

-Zeus no necesita de mi oro-Níobe salió a la calle, pisando las piedras-si el sumo sacerdote tiene algo que hablar conmigo que venga él en persona.

-Ten cuidado, Níobe, ten cuidado, Atenas no es tuya-el sacerdote casi escupió los pies del galeno. Se giró y empujó a los curiosos a un lado. Níobe se quedó con el ceño fruncido, observando como se retiraba.
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeJue Ene 21, 2010 8:57 pm

Era un médico. Una persona que salvaba vidas, arrebatándoselas a los dioses como su abuelo o su tío abuelo, lo cual le llenaba de cierta satisfacción ajena. Cuando aquel sacerdote paso a su lado, le empujó groseramente con el hombro, pero ¿no era él acaso un vagabundo cualquiera? Aún tenía afirmado del brazo a aquel anciano pero aún así...

-Múevete... -Saludó con aspereza el sacerdote, más cuando aquel vagabundo sucio y roto se negó moverse; le empujó con fuerza fuera del camino tirándolo. Su orgullo propio estaba que se lo tragaba, mirando rabioso a aquel sacerdote pero sí se rebelaba solo conseguiría llamar más la atención. Lentamente se incorporó y con un suspiro suave, agradeció al anciano que le recibió sus atenciones; y recordando su disfraz; bajo la cabeza cuando pasó al lado del médico murmurando por lo bajo que solo buscaba algo de comer y que lamentaba las molestias causadas.

Su paso era dudoso y encorvado, como el de un auténtico mendigo al que los años ya habían pasado factura, pero al mismo tiempo; los gatos continuaban siguiéndole insistentemente, rozándose contra sus tobillos y piernas, mientras la multitud se dispersaba.
El médico no estaba durmiendo bien, por lo que quizás esa noche le hiciera una visita.
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Níobe
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeJue Ene 21, 2010 9:10 pm

Níobe apenas prestó atención hasta que vio como los gatos seguían a aquel mendigo que estaba doblando la esquina. Por supuesto se había percatado de cómo el sacerdote lo empujó a un lado y eso lo enfureció más aun. No lograba entender como aquellos hombres despiadados, avariciosos y crueles se hacía llamar a si mismos enviados de los dioses. ¿Cómo podían los dioses estar tan ciegos? ¿por qué aquel estúpido se atrevía a penetrar en su casa para intentar atemorizarlo? Solo el hecho de haber salvado la vida de Pericles, el dirigente de la ciudad, le concedía un trato de favor pero los sacerdotes no estaban contentos con ellos, no dejaban de acosarlo.

-Adiós, adiós-despidió Dimitri al vagabundo, agitando una mano.

-¿Quién era?-Níobe se masajeó las sienes, le estaba comenzando a doler la cabeza de nuevo, ya no sabía que infusión tomar por la noche para lograr conciliar el sueño. Parpadeó-¿Y por qué me son infieles mis gatos con él?

Dimitri sonrió y se encogió de hombros, ¿qué podía saber él sobre las preferencias de unos animales tan esquivos y caprichosos?

-Tenemos pacientes..-Níobe suspiró, cansado. Solo deseaba que llegara la noche para intentar tomar un baño largo y probar suerte con el descanso, al parecer Morfeo quería castigarlo por algún pecado desconocido que hubiera cometido porque ni conseguía dormir ni tampoco olvidar aquel sueño lleno de música, con aquel hombre en la Torre de los Vientos.
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeJue Ene 21, 2010 9:23 pm

La noche había caído y pasaba ya de la hora en que el toque de queda se había dado. Como siempre, los eternos y molestos gatos que resultaban sirvientes muy adecuados, permanecían fieles a la persona que se sentó en la fuente.

Orfeo llevaba como siempre, las suaves túnicas con las que cubría su cuerpo, aunque muy interiormente se preguntaba por qué no elegía algo más abrigable si su cuerpo era más parecido al de un humano que al de un dios. Sus cabellos yacían sueltos y eran movidos por los suaves vientos del día que no lo dejaban tranquilo ni a sol ni sombra; y pensando que todos debían estar dormidos debido a la hora, con suavidad, rozó sus dedos por las primeras cuerdas de la lira.

Una vez que todos se hubieran sumido en ese sueño reparador de su melodía, podría subir a verlo, asegurarse de que estaba bien; de que podía descansar... El agua caía a sus espaldas, y la parra junto a la pared era un cojín natural y cómodo de delicioso aroma por causa de las flores, y mientras que aquella suave melodía mantenía a los mininos dormitando, gruñendo por la cómodidad en la que se encontraban sumidos; sus ansias aumentaban a cada minuto. Quería verlo. Quería saber como estaba, si había enfermado o si había logrado recuperarse; aquel anciano no había revelado muchos de los datos que necesitaba...

-Sí... quiero verlo.- Respondió a un gato que maullo y recostó su cabeza a un lado de sus piernas.- Quiero ver a tu amo.

Pensaba que aquella impresión que ese médico causara en sí se debía a la preocupación y dolor en sus palabras, pero quería asegurarse de que fuera por eso.
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeVie Ene 22, 2010 7:16 am

Níobe se estiró, agotado, amaba su profesión pero en días como aquel, que empezaban con la desagradable visita de un sacerdote parecían que las cosas no dejan de torcerse hasta el final de la jornada.

Primero fue uno chico de apenas unos quince años, tenía una pierna rota, en realidad cerca de la rodilla, pudo colocar el hueso y rezó para que las hemorragias internas no fueran tan abundantes que ocasionaran gangrena pero ya no podría participar en los juegos que se estaban acercando ni en los festivales de verano, de hecho se quedaría cojo de por vida aunque Níobe le recomendó que cuando curara no dejara de hacer actividad física. La segunda, una mujer embarazada, custodiada por una de sus esclavas, la examinó, el abultado vientre estaba todo estriado pero cuando Níobe deslizó aquellos maravillosos dedos por él y sintió que el feto no estaba en la posición normal, le anunció a la angustiada mujer que sería un alumbramiento difícil.

Y así uno tras otro, además Níobe no siempre cobraba en oro, de hecho, lo más frecuente es que cobrara en especias, sus paciente le pagaban con miel, pescado, algunas telas, vasijas, fruta o también con servicios, se ofrecían a hacer algún trabajo para él en el futuro. Solo las personas muy ricas no daban nade de ellos que hubiera sido conseguido con el esfuerzo personal, se limitaban a soltar sus monedas en la mano de galeno. Pero Níobe creía que el mejor pago que recibía era el respeto, eso nadie podía comprarlo y el gozaba de mucho, es lo único que le permitía hacer frente a los sacerdotes en su propio terreno.

Entró en la estancia del baño y dejó las puertas abiertas, estaba seguro que aquellas alturas de la noche, Dimitri estaría roncando y ni un terremoto era capaz de despertar al viejo sirviente, lo envidiaba. El aire de la noche se coló en una suave brisa en la estancia que solo estaba iluminada por la lámpara de aceite que colocó sobre una banca de madera pequeña, era un recipiente de cerámica negra, redondo, decorado con motivos florales y animales, lleno de aceite en cuya superficie flotaba la mecha.

Se despojó de la túnica y la dobló para colocar en la repisa de la única y diminuta ventana que había en aquella estancia. Se soltó la larga cabellera que cayó como unas cascada, pasando la estrecha cintura y casi llegando a las apretadas nalgas. Caminó hasta la bañera, era ancha, grande, de mármol, regalo de un persa muy poderoso a su padre. Su cuerpo desnudo no era robusto, era esbelto pero sin ser frágil, de músculos alargados y musculatura que se perfilaba finamente bajo la piel pero sin ser la de un atleta o un guerrero.

Esparció pétalo por la superficie del agua y entró en ella con un suspiro, estaba tibia pero serviría para intentar relajarlo. Los cabellos se elevaron y se quedaron esparcidos por la superficie. Alargó una mano y cogió el cepillo que estaba cerca, sus cabellos eran una maraña, no había tenido tiempo en todo el día de desenredarlos. Comenzó a pasarlo desde las raíces, halando porque no lograba combatir los nudos.

-Auh..-se sintió un niño por protestar de esa forma a un trato que el mismo se estaba dando.
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeVie Ene 22, 2010 3:56 pm

Alzó la vista al haberle parecido escuchar un ruido. Cesó su tonada, mirando confundido a los gatos, quienes continuaron acurrucándose a su alrededor como si nole dieran importancia; pensando que tal era un hecho común y corriente, aunque ninguno de ellos le informó que su amo estaba a esas horas despiertos.

-Ustedes difícilmente se asustan, cierto? -Inquirió con suavidad, acariciando las peludas cabezas con mimo y tono amable, aunque su rostro era inexpresivo y podría decirse que casi hasta frío. Entonces suspiró, preguntándose si ya era lo suficientemente tarde para poder ir a visitar al médico que con seguridad; se hab´ria quedado ya dormido e incorporándose, avanzó con dificultad entre tanto gato hasta las escaleras, donde se dejó ir al segundo piso. Había una habitación con la puerta abierta, pero imaginó que se trataba del cuarto de servicio; ignorando que era la del médico, así que se dirigió a las que estaban cerradas, penetrando en su interior.

La confusión que le diera al principio no se vio disminuída al encontrarse con las dos camitas que allí estaban, todo cubierto de polvo y a donde la luz de la luna a duras penas llegaba a través de las ventanas; entonces suspirando miró con molestia a los gatos; pero estos le insistían como si le dieran a entender que aún no era momento de ir a la habitación del médico.
-Ya me figuraba yo que no me guiaban al recinto adecuado... ¿quieren escuchar un poco más de música?-Susurró con suavidad tomando asiento en una de las camitas y comenzando a tocar con mucha ternura, como si brindase honores a aquel solitario y melancólico sitio.
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeVie Ene 22, 2010 4:13 pm

Níobe parpadeó cuando escuchó la música, su cabeza emergió del agua, había estado casi un minuto bajo ella. Se quedó quieto, notando que una horrible ansiedad estaba haciendo presa en él, una angustia que no sabía de donde provenía, ¿estaba soñando de nuevo? ¿cómo era eso posible? Contuvo la respiración hasta que sus pulmones ardieron, oyendo no sola las notas musicales que flotaban en el aire, llevadas hasta él por la brisa de la noche sino también su corazón que estaba palpitando tan fuerte que resultaba doloroso.

Se fue poniendo en pie, salió la de la bañara, sus dedo cogieron la túnica ligera que usaba por las noches, se envolvió con ella, ésta se pegó a su cuerpo desnudo. Alzó las manos y tomó los largos cabellos, los retorció hasta que exprimió casi todo el agua de ellos, húmedos colgaron más largos de los normal.

Salió de la habitación, sus ojos grises con las pupilas muy dilatadas buscaron el foco de aquel música. Comenzó a caminar, a medida que avanzaba, el dolor se incrementó, sus pies los estaban llevando en un dirección que no tomaba desde hacía mucho tiempo, hacia un lugar que había cerrado a cal y canto, igual que su corazón. Un lugar prohibido.

La puerta de la habitación de sus hijas estaba abierta, pudo ver en el umbral a algunos de los gatos que giraron la cabeza para observarlo. Níobe comenzó a temblar, avanzó, notando que su cuerpo se tornaba frío, pesado.

Entró y sus ojos fueron directos a la figura que estaba acomodada sobre una de las camitas, llenando de música aquella habitación que estaba muerta, donde hacía mucho se habían escuchado las risas jubilosas de sus hijas. La herida se abrió de repente en su interior, sangrando abundantemente.

-¿Cómo te atreves?-susurró, su voz era un hilo de puro dolor, una lágrima manó y rodó por su mejilla. Caminó hacia él y antes que Orfeo pudiera hacer algún movimiento, le arrebató la lira y la lanzó a un lado-¿Cómo osas?-y lo tomó por los hombros para ponerlo en pie con brusquedad, otra lágrima rodó por su cara.
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeVie Ene 22, 2010 4:28 pm

Al ver a aquel humano su cuerpo se paralizó por la sorpresa y una fuerte impresión hizo mella de sus pensamientos. Lo hacía dormido, lo hacía perdidamente dormido y el verlo completamente mojado; de pie ante la puerta y rabioso solo le hizo pensar que esa había sido una muy mala idea; pésima si lo ponía en tela de juicio que él no tenía nada que hacer allí. No era bienvenido y eso se lo dejó muy claro aquella noche que llovía.

Se dejó lanzar contra la pared, perdiendo su lira en el acto; antes de verse nuevamente alzado en vilo como un muñeco. Uno de los gatos se erizó y los demás comenzaron a maullar mientras que aquel miníno blanco había saltado sobre el pecho de su amo para arañarle el cuello y crear una distracción para que el dios menor pudiera escapar. Empujó con fuerza al médico y a tropezones, tomó su lira del suelo antes de pegar carrera hacía la puerta. Bajó corriendo los escalones, con su cabello plateando ondeando y las túnicas alzándose al aire; pasando de un salto ligero y casi flotando por las aguas de la fuente en su huída hacía la puerta. En un momento como ese no recordaba como desaparecer y aquel mágico botón que le diera Hades para regresar al inframundo lo había perdido hacía ya tiempo a manos de Zeus, por lo que solo le quedaba correr.

Algunos gatos corrían detrás de él pegando maullidos y gruñendo, coom si le estuvieran reprendiendo o tratando de detener, y solo cuando estuvo fuera de la casa del médico, se detuvo en el mercado fantasma, respirand agitadamente para recobrarse del susto. Él, un dios menor, hijo de Apolo y nieto de Zeus se había visto vilmente asustado por un humano... pero no era en sí el humano lo que le asustaba sino el dolor en sus ojos y esa rabia; haberlo lastimado nuevamente era lo que no había soportado ver... ¿Tan mala era su presencia en esa casa? Lo era.
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MensajeTema: Re: Primera Visita   Primera Visita Icon_minitimeVie Ene 22, 2010 4:47 pm

Níobe estaba en el suelo, había perdido el equilibrio cuando Orfeo lo empujó y sus manos no tuvieron donde agarrarse cuando cayó. Se quedó tendido, sin moverse, la cabeza entre los brazos y de repente los hombros temblaron con fuerza, Níobe se mordió los labios, hundiendo los blancos dientes en ellos, tratando de contenerse pero fue inútil, un sollozo quebrado manó de sus labios, era un llanto profundo, sin gritos, solo jadeos forzados y lágrimas rodando por su rostro.

No había llorado desde hacía demasiado, cuando su esposa y su hija fallecieron él no tuvo tiempo de guarda duelo por ellas, tuvo que seguir trabajando para todos los demás enfermos cuyos cuerpos eran asolados por la plaga, hundiéndose de en el trabajo de forma extenuante. Los cuerpos de ellas, fueron quemados en una fosa común cavada lejos de la ciudad, cubiertos por sal y tapada por tierra, sin signo alguno que distinguiera que aquello era una tumba colectiva.

Se encogió, dolorido, notando que no podía para de llorar, todo aquel dolor acumulado durante año ahora estaba saliendo como un torrente de él-basta, por favor, basta..-quería parar pero no podía-dioses..-los músculos de su cuello se tensaron, unas gotas de sangre rodaron por la piel, abierta por la uñas de unos de sus propios gatos.

¿Por qué estaba él allí? ¿No había sido todo un sueño? Y lo había sido..¿por qué dolía tanto? Ahora ya no solo estaba abierta la herida, ahora también había hecho daño a aquella ilusión, nunca de lo perdonaría.

(ESCENA CERRADA)
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