Se detuvo a pocos pasos una vez que Apolo se despidiese de él. Si Hades se enteraba de aquel encuentro difícilmente podría volver a salir y aunque sus frías palabras convirtieran en llagas sobre su piel lo que su padre le había idcho; compensaba por mucho el sentimiento de calidez que le abordaba en aquel momento. Soi lo pensaba mucho, se arrepentiría y aunque un abrazo era un contacto más aproximado, no pudo suprimir esa idea así que regresó rápidamente, y sin mirarlo a los ojos; se detuvo delante de él.
Dudó unos ommentos, ya era tarde y se había arrepentido de abrazarlo, sin embargo, se puso de puntas y le dio un pequeño beso en el inicio de la mejilla y con una leve inclinación, inició su huída a la torre de los vientos donde esperaba poder aplacar aquella tristeza que se apoderaba de sí.
Sin embargo, había tenido el cuidado de susurrar al oído de su padre un agradecimiento y al mismo tiempo una despedida, por si las cosas no le resultaban bien; o en su defecto, el pequeño medallón dorado que les era entregado a todos los dioses durante su nacimiento; mismo que les identificaba como familiar directo de Zeus, pero para él representaba que a pasar del tiempo; lo había continuado conservando. Renegaba de él y su abuelo, pero nunca los había negado como familia.
(Escena Terminada)