En completa tranquilidad

Aurus había respondido al beso casi de forma desfallecida, sus labios estaban muy calientes y rosados, tan sensibles que cuando Zaq atacó su boca de aquella forma sintió miles de cosquillas eléctricas que lo recorrían hasta su lengua que se enredó con la de compañero afanosamente, navegando los dos en aquel mar de saliva que los envolvía. Por suerte su cabeza estaba sostenida por la mano del constructor porque aquel beso fue profundo, necesitado, salvaje como ninguno hasta el momento. Ya se había percatado la primera vez que tuvieran un encuentro íntimo que bajo la superficie fría de Zaq había un hombre impetuosa y pasional.

Jadeó cuando lamió sus labios y abrió los ojos para mirarlo de frente, el sudor ya perlaba el lustroso cuerpo de Aurus, acentuando aquel tono dorado de su epidermis que hacía juego con los orbes que ahora estaban fijos en el rostro serio y atractivo de Zaq. Los cabellos claros se pegaban a las mejillas sonrosadas y el cuello del esclavista, éste estaba tenso dejando ver aquella vena que palpitaba a un lado, latiendo al mismo ritmo que se fuerte corazón.

-Zaq..-Aurus frunció el ceño y se sobresaltó al sentir como lo estaba abriendo con los dos dedos-¿has estado con otro hombre?..-no acertaba a saber cómo diablos sabía lo que tenía que hacer para prepararlo para una penetración, sobre todo porque Zaq le había dicho siempre que no le iban los hombre a menos que después de aquella noche hubiera cambiando de inclinación-¿lo has estado?..-el tono de Aurus era molesto, irritado por la idea de que otro hubiera estado con el joven-porque..porque sabes tan bien..cómo..cómo..-gimió levemente, estremeciéndose-cómo..lograr que gima..-confesó.

Le miró fijamente, pero sin dejar de mover sus dedos, que ahora se inclinaban un poco hacia adelante, para salir lentamente y volver a entrar igual de suavemente. Sonrió levemente y le besó, aunque fue un beso como posesivo, y muy frenético, pues ahora quien tenía amarrado a quein era Zaq, y podía hacer con él lo que quisiera. Se separó muy levemente, para mirarle otra vez a los ojos y mirarle desde una distancia muy corta, susurrando en sus labios mientras metía los dedos ahora con un poco más de rapidez.

- ... ¿Y si dijera que si...? - le miró fijamente y serio, como quisiendo controlar cada pensamiento del esclavista, y sobretodo para ver como reaccionaba a sus inexpertas manos, que solo reproducían lo que él esperaba que le hicieran si algún día iban a entrarle para no hacerle daño- ¿Que pasaría si ese fuera el caso?

Todavía sis sacar sus dedos y sin esperar a su respuesta, le dejó caer suavemente la cabeza en la almohada y se llevó la mano libre a los pantalones, bajándoselos levemente para dejar salir su miembro que ya estaba preparado para Aurus. Como tenía la mano derecha dentro de él, pasó la pierna izquierda por encima de su cabeza, quedando ambas caras presenciando ambos miembros.

- ... Lámela... - así de este modo también, se salvaría de que Aurus viera su cara de nerviosismo y emoción al dar esa orden- Porque voy a entrar en ti- seguía moviendo los dedos levemente, y sin esperar a que el otro empezara bajó su cabeza, haciendo entrar todo el falo del otro que aún seguía un poco húmedo en su boca, para lamerlo con suavvidad y agilidad, intentando proporcionarle el máximo placer en ese momento tan pasivo del otro-.

Aurus se quedó unos momentos quieto, si hacer ningún gesto, Zaq no lo había negado, entonces era posible que después de aquella noche ya hubiera estado con otros hombres. El esclavista apretó los labios, se sentía muy excitado y lo deseaba, deseaba hacer el amor con él a pesar de que todo estaba sucediendo de una forma que él no había previsto para ellos. Intentó ignorar la punzada en el pecho, era lógico que Zaq se hubiera dedicado a experimentar con otros hombres después de él, que tuviera, seguramente más amantes, eso explicaría porque era tan dominante en la cama y había adoptado aquella posición.

Sus ojos se posaron sobre el miembro de su compañero-¿has estado con otro?-movió las caderas con brusquedad, apartando su sexo de la boca de Zaq aunque se hizo daño porque el sensible miembro rozó con los dientes del constructor-¿te has acostado con otros?-comenzó a tirar de su amarre quería soltarse, ya no le apetecía jugar. Su tono era de celos-Zaq, te juro que si has..-se mordió los labios e inspiró, ¿qué diablos le pasaba? Zaq podía tener todos los amantes que quisiera, no se habían hecho promesa alguna.

Estaba tan turbado, él no era así, no lo era. De repente estiró el cuello y su boca se tragó por completo el sexo del constructor, comenzó a chuparlo, tirando levemente de él, su lengua lo recorría y lo dejaba caer hasta su garganta, empapándolo de saliva, mojándolo por completo. Un hilo de saliva se escapó por la comisura de sus labios que estaban apretados en torno a la comisura de sus labios. No mostraría que estaba celoso, Zaq era mayor, independiente, no era su esclavo ni tampoco le había hecho juramente alguno.

Al escuchar las palabras del otro se detuvo ¿Qué le pasaba? ¿No era él el que se acostaba con todos sus esclavos? Frunció el ceño y aumentó la velocidad de su boca y sus dedos. Si pretendía regañarlo por algo que no había hecho al menos le haría jadear mientras se quejaba. Justo después de que Aurus metiera su miembro en su boca, tan cálida, gimió con su miembro en su boca, haciendo que vibrara y las vibraciones se transmitieran al falo de este. Era normal que gimiera así si era la primera vez que le chupaban su pene. Levantó la pierna rápidamente e hizo que su miebro saliera, pese al dolor, de su boca rápidamente, dejando de chupar el de Aurus por un momento y jadeando descontroladamente, aunque sin mirarle, o se daría cuenta de su mentira.

No quería correrse con tan solo eso, así que volvió hacia abajo y sacó sus dedos con suavidad, agachándose y dándole un beso a lo que iba a ser profanado por su miembro, simplemente haciéndolo, sin haberlo pensado antes. Cogió los musclos de Aurus y los levantó levemente, exponiendo la entrada a su miembro.

- ... - le miró fijamente cargándose de valor- Sólo era una pregunta... - dicho esto avanzó sus caderas, y con ellas su miembro lubricado por la saliva del otro, haciendo que entraran con mucha y demasiada facilidad dentro del esclavista, haciendole soltar un gemido largo y ronco, y haciéndole sonrojar de sobremanera; se estaba tan bien allí dentro que se quedó quieto unos instantes, sintiendo ese calor, que le estaba excitando más y más y si no se daba prisa, se temía lo peor, correrse así sin moverse, así que estando en perpendicular con el cuerpo del rubio, empezó a bombear suavemente, mientras corrientes eléctricas le estaban recorriendo todo su cuerpo nublándole la mente, y es que era su primera vez-.

Aurus se arqueó cuando Zaq lo penetró, sintió de forma perfecta como aquel ariete se abría paso en su interior, ocupando por completo su recto, ensanchándolo, percibió como los testículos del joven golpeaban sus nalgas cuando su pene alcanzó el tope. El esclavista gimió con fuerza, varias veces seguidas, se había deslizado con facilidad, resbalando dentro y tocando con facilidad aquel punto esponjoso, su próstata lo que consiguió que un fogonazo de calor subiera por todo su columna y estallara dentro de su cabeza como si fuera un pequeña nova.

Al principio, cuando Zaq comenzó a embestir hubo un momento de dolor en el cual el entrecejo de Aurus se hundió en su rostro, siempre que lo poseían a pesar del control que tenía sobre si mismo no podía evitar que su mente saltara un momento al pasado para convertirlo en aquel muchacho de dieciséis años que estaba siendo forzado por su amo pero eso solo duraba unos segundos en los cuales se tensaba y el dolor era inevitable. Luego regresaba al presente y su cuerpo se unió a la cadencia que estaba imponiendo su compañero.


-Ahhh..ahhh…Zaq-la cama comenzó a crujir con las arremetidas de su compañero, su recto ardía y las paredes lubricadas dejaban avanzar aquel pene que estaba martilleando en su interior con un ritmo constante-mmm..asíii..-Aurus no tenía pudor en expresar cuánto lo estaba disfrutando, no solo era el hecho del acto en si, era también que fuera Zaq quien se estaba moviendo entre sus muslos y entrando y saliendo de su ano justo al compás perfecto.

Las piernas de Aurus se abrieron y rodearon la cintura de Zaq, apretándolo contra si para que hundiera hasta lo más profundo en su cuerpo, dentro de aquella vaina aterciopelada y húmeda-ooohhh..dioses..-el pene de Aurus se bamboleaba de un lado a otro, salpicando con el líquido preseminal, brillante en el glande rosado. El esclavista tenia los dedos en torno a su propia atadura y tiraba de ella con fuerza, abrió los ojos, dorados, tan intensos que parecían que no eran humanos y buscó los de su compañero.

Su Glande empezaba a crecer en el interior del otro y además empezaba a golpear algo extrañamente suave que le hacía estremecer a cada arremetida. Era algo muy extraño, pues apenas hacía cinco minutos que estaba dentro de él y ya estaba a punto de explotar. Cuando Aurus le rodeó con las piernas y la cintura hizo que su glande chocara, ahora de lleno, con ese punto que le estaba volviendo loco, además que el calor que estaba sintiendo dentro del esclavista ye estaba haciendo jadear cada vez más rápido. Se echó para adelante para cogerle la nuca al rubio y besarlo posesivamente mientras iba moviendo cada vez más rápido su falo dentro de él.

Se separó de él para mirarle a los ojos, mientras los cerraba con fuerza intermitentemente dado a que se estaba controlando para no correrse.

- ... nh... ah.... - bajó la cabeza para morderle el cuello sensualmente mientras arremetía contra él con más fuerza; se separó de ese perlado montón de músculos para acercarse a su oreja, quizás se iba a arrepentir luego, pero necesitaba hacerlo- ... Tu eres... mi primera vez... Aurus... nh...

Aurus gimió con más fuerza al escuchar esas palabras, sintió como el pecho se le hacía demasiado pequeño para el corazón que de repente parecía bombear con enorme fuerza, ensanchándose como si estuviera tratando de albergar algún tipo de emoción que era por completo desconocida, estaba siendo arrastrado por aquel torbellino de placer, pasión y sudor, pero sobre todo estaba siendo arrastrado por Zaq, lo sabía, estaba abriendo aquella dura coraza dorada a base de cabezonería, dominación y determinación.

El esclavista ladeó el rostro, inspirando y cerró los ojos, acercó sus labios entreabiertos a los de Zaq-hubiera deseado..ahh..-estaba tan, tan cerca del orgasmo que no sabía si recordaría lo que estaba diciendo después de que la cresta de la ola sobre la estaba navegando, estallara-que mi primera vez hubiera sido..así..contigo..ahh-notó que su rostro enrojecía, era lo más idiota y cursi que hubiera soltado en toda su vida. Giró el rostro, tratando de oculta su expresión a pesar que no podía contener sus gemidos desgarrados cada vez que Zaq bombeaba, presionado con fuerza-AH..-un chorrito de esperma brotó de su glande, manchando sus marcados abdominales dorados y las hebras de los rizos de su entrepierna.

No pudo evitar sonreír burlón por lo que acababa de escuchar. Nunca se habría imaginado que Aurus dijera algo así. Aunque sin poder evitarlo sonrió feliz, y de pronto su mente quedó paralizada. Era la primera vez que era feliz y... ¿Estaba haciéndolo con Aurus? Negó con la cabeza, debía estar volviéndose loco. Levantó una de las manos y cogió el mentón a Aurus, haciendo que le mirara mientras se acercaba a sus labios y le besaba lentamente, aunque era algo contradictorio, pes empezaba a sentir espasmos por todo el cuerpo y a bombear más rápidamente. Se separó jadeando, ya no podía aguantar más y toda la cabeza estaba llena de pequeñas explosiones de no luz, no podía pensar claro.

- ... Me... estaré volviendo loco... ah... ah... - le siguió cogiendo del mentón y le miró fijamente a los ojos- V-voy a correrme en ti Aurus... ah... ngh... dios... - Sentía su miembro palpitar dentro del esclavista, de verdad se estaba volviendo loco del placer, así que hizo lo único que su cuerpo le impulsó a hacer; cogió a Aurus con una mano para besarle apasionadamente mientras hacía un último bombeo antes de espasmarse completamente, reproduciendo el gemido dentro el beso-.

Sentía el calor del semen dentro de Aurus, pero no podía parar; no quería parar. Siguió bombeando lentamente, cerrando los ojos levemente. O ese orgasmo era el más largo del mundo o había encontrado alguien que le proporcionara un placer bastante largo. Se separó de los labios del esclavista, mientras lo veía botar debajo suyo, debido a sus embestidas. Sonrió levemente acariciándole la mejilla y llevó su mano a la atadura de este, soltándola ahora.

Aurus frunció el ceño, apenas, por esa palabras, se estaba riendo de él, claro, era lo normal, él también se hubiera reído, una estupidez por su parte decir algo semejante, quizás es que aquella situación le había jugado una mala pasada a su mente, siempre era inevitable comparar con situaciones anteriores cuando éstas habían sido desagradables. Inspiró y respondió a aquellos besos ferales, salvajes que parecían que intentaban comer su boca, notaba que sus rosados gajos estaban enrojecidos, s por el rozamiento de sus bocas, su forma de besarse, de buscar el uno al otro.

Tembló cuando sintió que Zaq vertía su semilla dentro de él pero continuaba bombeando, entreabrió los labios, jadeando, gimiendo con cada arremetida, todo su recto parecía que estaba ardiendo por el esperma que se había vertido en su interior, incluso de estaba derramando por los bordes de su ano porque el constructor no paraba de penetrarlo, de seguir embistiendo en su interior, alargando más todavía su orgasmo hasta lo indecible.

Aurus cerró los ojos-ahhhh..ahhhh-subió el volumen cuando su pene vertió una abundante cascada blanca y el orgasmo lo sacudió por completo, abrió las piernas y éstas cayeron a los lados mientras su falo se sacudía varias veces, manchando sus muslos, su pelvis y sus abdominales. El orgasmo se expandía por todo su cuerpo de forma visible, los músculos ondularon, su piel se tornó mas lustrosa como su propio nombre y sus nalgas apretaron varias veces, con cada corrida, su recto se ciñó en torno al pene de Zaq como si quisiera tragarlo.

Su mano cayó el colchón, la muñeca enrojecida por los tirones y las sacudidas, no podía mover todavía los dedos y ni siquiera pensaba en ello, se estaba dejando envolver por la calidez de aquel orgasmo, sintiendo el cuerpo de Zaq sobre el suyo, moviéndose y aquella boca buscando la suya dentro de aquella nebulosa de placer.

- Aah... Aah... - apretó los dientes y dejó que su entrecejo se tensara y destensara cuando sintió que el otro apretaba sus paredes contra su miembro, haciendo que tuviera un segundo semiorgasmo en menos de cinco minutos-.

Bajó su cabeza para lamerle el cuello antes mordido y se aguantó con ambos brazos para salir lentamente de dentro de Aurus, cosa que hizo que todo el semen y otro líquido viscoso transparente salieran de su ano lentamente, como si fuera una pequeña fuente donde el agua fluía muy lento. Apenas se estiró para coger un trozo de tela, con el cual se limpió levemente, y con el que empezó a limpiar con suavidad a Aurus. Seguramente, con lo varonil que era eso que había pasado debía haberle dejado un poco desarmado. Cuando creyó que estaba limpio dejó el trozo de tela a un lado y se dirigió donde estaba Aurus, cogiéndole del rostro para darle un beso leve en la frente.

- Tu cara... - desvió levemente la mirada- Me ha gustado mucho cuando se ha puesto de esa manera... - se refería a cuando había hecho algunas muecas al correrse, pues verdaderamente esas caras le habían hecho correrse más o menos la segunda vez-.

Dicho eso se dejó caer a su lado. Aunque no hubiera comido, en ese momento tampoco tenía mucha hambre, porque seguía aturdido por la experiencia que acababa de vivir.

Aurus no se había movido, se había relajado poco a poco mientras Zaq lo aseaba, todavía estaba algo impactado por lo sucedido, el constructor había llegado hasta el final y no solo eso, lo había tomado, lo había poseído como si fuera una amante experto a pesar de que le había confesado que era su primera vez y él quería creerlo con todas sus fuerzas aunque fuera al menos por una cuestión de orgullo pero no era solo eso, era el hecho que Zaq, que siempre dijo que nada de hombre, se hubiera corrido dentro de su recto y él había alcanzado un orgasmo fabuloso mientras Zaq embestía, entrando y saliendo de su ano.

Alzó la mano que había estado atada y se la examinó, la piel estaba enrojecida, mañana luciría una marca en ella, como un recuerdo de aquella noche. Ladeó el rostro para mirarlo, sonriendo levemente-supongo que te refieres a cuando me estabas dando placer mientras te movías…-cerró los ojos, ¿qué pasaría ahora? Inspiró-¿ya no estás enfadado?-sonrió más ampliamente-¿o quieres volver a poseerme?-se viró y la mano sana le tapó los labios-shhh..no respondas
-se apoyó en su codo, se inclinó y lo besó con suavidad, sin prisas.

Recibió ese beso, y en contra de todas sus predicciones, con aún más ansias que antes. Necesitaba dejarle bien claro que aquí quien decidía sobre la vida del esclavista era él mismo. La verdad es que si no fuera porque necesitaba tiempo para recargar si que volvería a hacerlo suyo. Y mil veces más hasta que se diera cuenta de que no tenía nada que hacer contra él.

Cuando sus lenguas empezaron a rozarse soltó aire por la nariz. Era algo increíble pero cada beso de Aurus le excitaba más y más, y a pesar de que la forma y estatura de los cuerpos, por forma lógica, harían que el fuera el qye recibía, tenía tantas ganas de volver a sentir eso que sería difíficil aplacarle y someterlo. Seguramente eso sería una buena batalla de poderes. Batalla de pasiones, de dos machos dominantes que no se iban a dejar ganar de ninguna de las maneras.

Levantó una mano para tocar suavemente su mejilla mientras profundizaba ese beso tan cariñoso. O se peleaban, o estaban en la cama, realmente sí parecían un matrimonio. De pronto abrió los ojos y recordó ese momento extraño de celos que Aurus había sufrido, así que separó sus labios y le miró con una sonrisa divertida.

- ¿Y que pasaría si lo hubiera hecho con otros, Aurus? - parecía que quisiera picarle siempre, quizás eso facilitaba el conflicto, pero una especie de felicidad le invadía al saber que podía hacerlo cuando quisiera-.

Aurus arqueó las cejas por la pregunta, se le quedó mirando, observando su rostro, sus dorados ojos parecían chisporrotear y su sonrió. Parecía que estaban dando una nueva dimensión a su relación, era el simple hecho de tener aquella intimidad física, de estar juntos de aquella forma, podían tener una pelea puñetazos y luego hacer el amor apasionadamente para luego discutir o relajarse, ahora sería el doble de emocinante.

-Pero no lo has hecho, ¿verdad?-volvió a apoyar el codo y hermoso rostro buscó reposo en la palma de la mano- si lo hubieras hecho con otros..-estaba seguro que Zaq no lo dejaría dormir hasta tener una respuesta que lo satisficiera o eso o lo echaba de la cama- te preguntaría si tendría que esperar a verte cada vez que quisiera..-cerró los ojos-eres un hombre ya..en todos los sentidos-su cuerpo podía atestiguarlo-eres libre estar con quien quieras-abrió los ojos de nuevo y volvió a inclinarse, buscando sus labios-pero no ha habido otros...¿verdad?-de nuevo aquel tono posesivo.

El otro le hizo una pregunta y estaba tan tentado a decir que sí que apenas podía creerselo. Se mordió el labio y le miró fijamente. Era tan divertido tenerlo así que tenía intenciones de ser malvado con él, así que ladeó el rostro y desvió la mirada levemente.

- Bueno... tu estabas fuera... y yo me moría por... bueno... simplemente quería contactos así que... - esperó a que el otro reaccionara de alguna forma, pero es que en el mismo momento le comía tanto el remordimiento decirle eso que se giró para volver a encontrar la postura de antes y mirarle levemente sonrojado- tuve que tocarme yo al menos tres veces al día pensando en ti para sentirme mínimamente complacido...
Se avergonzó al momento de decir eso y quiso escapar de aquel bucle extraño, por lo que se empujó con los brazos para darse impulso y salir de esa pequeña cárcel que suponía Aurus y su propia pared. Parecía que no podía aceptar que con él estaba bien, que podía correrse cuanto quisiera y que nadie le miraría mal por ello, pero necesitaba que la persona más importante admitiera esa relación, y esa persona era él mismo.

Aurus lo escrutó, se separó y se sentó, meditando sobre lo que acaba de decir Zaq, se había masturbado pensando en él, era mejor que decirle que repararía su barco gratis. Al parecer era el momento de ser sinceros, por lo menos antes de la siguiente pelea.

-Yo no quise a nadie en mi lecho, no deseé a nadie-sonrió, levemente-¿cómo podía admitir a otro? Mi deseo se quedó contigo, aquí, aquella noche en que nos besamos..en la que me besaste-recordó.

Flexionó una rodilla y apoyó en ella su barbilla, mirando la pared-Zaq..ven conmigo..-le pidió-ven a Orión.

Escuchó la petición del otro. Realmente nunca se lo habría esperado pese a que antes le había gritado que claro que iría. Se le quedó mirando y se sentó encima la cama para quedar cara a cara con Aurus. Abandonar Atenas. Desarrelarse de su casa. Darse... a la mar...

Sus ojos brillaron al oírlo. Claro que quería. Seguramente le habría vuelto a besar solo por ofrecérselo, pero quería dejarle claro que lo hacía porque el otro se lo pedía y porque él buenamente accedía a ello, no solo por el hecho de estar con él...

- En el caso que dijera que si... recuerda que tendrías que pagarme cada semana... pues no podría reparar navíos en mi astillero... y quiero conctruír a Arcanus aún... y... - se acercó a su oído para susurrarle lentamente y provocativamente, como le encantaba hacerlo en la intimidad- Subiré al Orión... como capitán - sonrió maldosamente, pues sabía que el otro no aceptaría tal cosa-.