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| Cumpliendo un recado | |
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Autor | Mensaje |
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Belenos Centauro
Mensajes : 88 Fecha de inscripción : 24/01/2010
| Tema: Re: Cumpliendo un recado Sáb Ene 30, 2010 2:09 pm | |
| El joven centauro no había proseguido con aquel toque porque los dedos le habían ardido, aunque nunca lo confesaría, jamás había tocado a nadie esa forma y se sentía enormemente torpe, patán para poner las menos sobre algo que parecía tan delicado, tan bello y tan fácil de romper por un bestia como él. Inspiró de nuevo, atesorando aquella fragancia que tanto le recordaba al lugar donde vivía, donde vio la luz del sol por primera vez y las estrellas durante la noche.
Asintió despacio, ahh..era una norma, eso lo comprendía mejor, tenía que hacerlo porque era humano, tan simple como eso, de igual forma que un centauro debía aprender a usar un arco porque era un centauro, aunque fuera terriblemente malo o ciego, tenía que saber como se usaba. Era algo, quizás absurdo, pero como mucha de las costumbres no obedecía a ninguna lógica y sin embargo era acatada sin protestar o dudar.
-Intimidad-el tono de Belenos se suavizó, sonrió con algo de vergüenza de repente y ladeó el rostro-eso..eso sí lo entiendo-incluso los centauros tenían esos momentos en que no querían estar rodeados de sus semejantes-Ciertas partes..-Belenos bajó la vista y la clavó en su entrepierna de rojos rizos entre los cuales estaba dormido su sexo que era de una proporción que a más de un escultor griego hubiera dejado con la boca abierta-¿Mi sexualidad?-entonces puso un mano sobre ella, de forma inocente, virginal, tapándose. Cuando era centauro, esa parte concreta de su anatomía estaba en pliegue de piel para su protección. | |
| | | Adonis Dios menor
Mensajes : 73 Fecha de inscripción : 22/01/2010
| Tema: Re: Cumpliendo un recado Sáb Ene 30, 2010 2:37 pm | |
| Por un momento esa conversación le resultó chistosa, sentía como si hablara con un pequeño niño inocente que poco sabía sobre su cuerpo, o sobre las normas básicas de convivencia con otras personas. Aunque era lógico que sus costumbres fueran totalmente diferentes, y que le llevara algo de tiempo acostumbrarse y comprender las reglas humanas, no dejaba por eso de resultar un poco gracioso. A veces, Belenos era como un niño en el cuerpo de un hombre, no había que dejarse engañar por su ruda apariencia, o su cuerpo desarrollado, su mente y su corazón eran puros y amables. En momentos como esos, lejos de parecerle una bestia atrapada en un cuerpo humano, le resultaba tan tierno como un potrillito recién nacido.
Estaba satisfecho ya que aparentemente había comprendido rápido a lo que se refería, y eso le ahorraba darle más charla al respecto, a pesar de ser culturas diferentes había cosas que tenían en común. Todo grupo de seres que conviven juntos tiene sus reglas, y están son cuidadosamente respetadas por todos ellos si quieren seguir perteneciendo al grupo, algo similar ocurría en ese sentido con el asunto de usar ropa. Una normal, sólo eso. Debía adaptarse a ella mientras estuviera en aquel cuerpo que no era el suyo, aunque sea para no llamar la atención de los demás mortales.
Cuando le hizo aquella pregunta se encogió ligeramente de hombros, y se revolvió los cabellos húmedos quitando el exceso de agua, la lluvia había terminado tan rápido como había comenzado, y aunque aún estaba nublado ya no caían mas dulces gotas del cielo. –Entre otras cosas –respondió sin alterarse en lo más mínimo pues ya se había acostumbrado a verlo sin ropa, y ya no se sentía incómodo como en un comienzo, tal vez eso fuera un poco extraño, pero asi se sentía. –Pero esta bien, ya te buscaremos algo para cuando vayamos a Atenas, ahora mejor sigamos andando, esta comenzando a oscurecer.
Si no fuera porque las nubes cubrían la mayor parte del firmamento este seguramente ya estaría salpicado con las primeras estrellas, a lo lejos se veían ya las copas de los árboles más altos y antiguos del bosque, seguramente les quedaban un par de horas de caminata a buen ritmo para llegar. | |
| | | Belenos Centauro
Mensajes : 88 Fecha de inscripción : 24/01/2010
| Tema: Re: Cumpliendo un recado Sáb Ene 30, 2010 3:36 pm | |
| Belenos asintió y comenzaron a caminar a medida que el sol iba trazando su ardiente arco descendente en el cielo. Los colores fueron cambiando de azul grisáceo a anaranjado pálido y la temperatura fue bajando grado a grado. Transcurrieron tres horas silenciosas pero cómodas entre ambos, terminaron las manzanas que había traído el pelirrojo y Adonis le habló sobre algunas costumbres en Atenas, entre ellas el uso de túnica, le aseguró al joven que buscarían una adecuada para él y cuando lo hizo dirigió una mirada significativa a la deslumbrante cabellera de Belenos.
Cuando llegaron al linde del bosque ya Belenos sentía las plantas de su pies desgarradas, sangrando pero no se había quejado, no estaba dispuesto a descansar lejos de su cueva por bajo aquella forma no tenía ni la fuerza ni la resistencia de un centauro, era mucho más vulnerable y eso lo llenaba de un oscuro temor. Acostumbrado a ser siempre el más fuerte ahora le resultaba aún más difícil concebir que los humanos quisiera correr riesgos con los frágiles que eran, simplemente estaban locos.
Estaba temblando porque sentía frío, se abrigaba a si mismo con los brazos y luchaba para no comenzar a dar saltitos ridículos. Del fondo del bosque le llegaba los mugidos de los minotauros. Una de sus manos se alargó instintivamente hacia la de Adonis y se la sujetó-Hoy duermes en mi cueva-declaró sin siquiera pedirle opinión al respecto, comenzó a guiarlo, apretando los dientes porque cada piedrecilla, cada irregularidad se clavaba en sus sangrantes plantas. | |
| | | Adonis Dios menor
Mensajes : 73 Fecha de inscripción : 22/01/2010
| Tema: Re: Cumpliendo un recado Sáb Ene 30, 2010 3:58 pm | |
| Pasaron un buen rato mientras andaban por aquellas amplias colinas, la charla fue amena y divertida, le gustaba contarle sobre cosas que el otro ignoraba completamente, su cara de sorpresa ante las costumbres de loas Atenienses o las cosas que podían encontrarse en la ciudad el causaba mucha gracia. Era realmente como hablar como un niño pequeño. El tiempo transcurrió casi sin que se diera cuenta, y cuando hubieron llegado a la entrada del bosque ya estaba oscuro. Parecía dormir, y sólo se escuchaban los aleteos de las lechuzas, el chasquido del agua cuando una rana se sumergía en ella, y a los lejos los gimoteos y pisadas de los minotauros que seguramente buscaban una presa de la cual alimentarse. Sintió un escalofrío cuando recordó las palabras de Eros referentes a esas criaturas, nunca les había tenido miedo pero después de aquella conversación se prometió que sería mas cuidadoso.
La temperatura al ocultarse el sol había descendido, su ropa estaba aún húmeda y era muy fina, así que sentía algo de frío, pero lo resistió sin queja alguna pues no deseaba hacer escándalo por algo que no tenía solución. Prefirió concentrar su atención en el aroma fresco del pasto todavía húmedo, de los ríos crecidos por la lluvia que correteaban ente las rocas musgosas, de cada célula viva de aquel bosque que amaba.
Llegaba el momento de despedirse, pues desconocía el camino hacia el sitio donde el centauro dormía, pero allí estaba el sendero que él debía seguir para regresar al olimpo, y aunque Belenos no dijera nada imaginaba que debía estar fatigado por aquel largo recorrido, más al no estar acostumbrado a sus nuevas extremidades humanas, asi que iría sólo. Abrió la boca con intención de despedirse cuando el otro le tomó repentinamente la mano y lanzó aquella afirmación que no dejaba lugar a negaciones.
-Pero… yo puedo volver al olimpo, no es tan tarde –retrucó viéndolo como si fuera un crío al que no lo dejan ser lo suficientemente independiente. No le molestaba la idea de quedarse con él, pero deseaba sus ropas limpias y secas, además sentía que tal vez el otro deseaba algo de tiempo a solas, no quería acabar siendo un fastidio. –De verdad, puedo volver solo –insistió aunque no hizo esfuerzos por soltar su mano y se dejó guiar por el camino que el otro tomaba hacia su guarida. | |
| | | Belenos Centauro
Mensajes : 88 Fecha de inscripción : 24/01/2010
| Tema: Re: Cumpliendo un recado Dom Ene 31, 2010 4:32 pm | |
| El Bosque en torno a ellos comenzaba a cobrar vida, las cigarras de cobre, denominadas así por su extraordinario caparazón metálico, llenaba la noche con sus sonidos metálicos, sus llamadas para atraer a las hembras e iniciar el cortejo para aparearse, algunos pájaros nocturnos como las lechuzas ya estaban apostadas en sus puesto de vigilancia para dar comienzo a la cacería y las flores luminiscentes que solo se abrían cuando estaban rodeadas de la completa oscuridad, salpicando la foresta de puntitos luminosos de todos los colores.
Belenos estaba alerta, todos sus sentidos agudizados y caminaba con la máxima cautela posible, sabiendo que el bosque había criaturas poderosas, salvajes y que, él, incluso bajo la forma de centauro tendría dificultades en vencer. En su cueva se sentiría completamente a salvo y pondría encender un pequeño fuego en el hogar excavado en la roca y destinado a tal fin, poseía un pequeño conducto que a modo de chimenea conducía el humo hacia el exterior, además de que toda la zona estaba impregnada con su aroma, nadie se atrevería a entrar. Podría dar de cenar a Adonis y proporcionales algunas mantas para que se abrigara, era su invitado y tendría todas las comodidades que pudiera proporcionale.
De repente se detuvo, se giró con rapidez, posó sus dedos sobre los labios de Adonis y lo arrastró hasta detrás del ancho tronco de un árbol que estaba rodeado de matorrales de jacintos, lo arrimó a su cuerpo y lo abrazó, rodeándolo con sus poderosos brazos. A los pocos segundos se escuchó unas pisadas sobre las hojarasca, eran una pezuñas descomunales, una figura astada que contrastaba contra el cielo nocturno pasó a unos metros de ellos, medía más de dos metros y su respiración era ruidosa y profunda, uno ojos amarillos destellaron levemente antes de perderse entre el follaje. Habían tenido suerte que el viento no soplara a favor del minotauro.
Belenos inspiró, había estado conteniendo la respiración sin ser consciente de ello, apretó los labios y bajó la vista hacia Adonis, le sonrió en silencio. Se volvió a asomar tras el tronco, vigiló durante unos minutos y a continuación tomó de la mano a Adonis para proseguir su camino, como si temiera que el dios fuera perderse. | |
| | | Adonis Dios menor
Mensajes : 73 Fecha de inscripción : 22/01/2010
| Tema: Re: Cumpliendo un recado Dom Ene 31, 2010 5:05 pm | |
| Notó como ni bien él termino su frase el centauro se giró sobre sus talones y lo hizo callar, a lo que él obedeció ya que su rostro denotaba cierta preocupación y alarma. Adonis conocía el bosque, pero de noche se sentía mucho más vulnerable a las criaturas malignas que habitaban en él, por alguna razón confiaba plenamente en su acompañante, y no dijo absolutamente nada cuando lo arrastro detrás de un árbol. Seguro de que debía haber visto u oído algo se quedó muy quiero cuando lo abrazó, su cuerpo no se sentía tan tibio como antes, y pensó que seguramente tendría frío, era lógico, él lo sentía estando con algo de ropa puesta, él sin llevar nada estaría helándose. Suspiro y lo miró levantando un poco el rostro, quedándose entre sus brazos, notando como el peligro pasaba exactamente por detrás de ambas, salvándose de pura suerte. Cuando le sonrió él le devolvió automáticamente el gesto mientras le veía.
Cuando aquel ser monstruoso estuvo lo suficientemente lejos reanudaron la marcha, era ilógico, pero el Dios no sentía miedo, se sentía seguro en compañía del centauro, y tenía la seguridad de que si se mantenía cerca suyo nada malo le pasaría. Apretó suavemente su mano mientas andaban y lo siguió sin emitir sonido alguno, sin quejarse de su paso algo más apresurado por el deseo de llegar a la seguridad de su cueva. No sonaba tan mal quedarse allí por una noche, después de todo no era muy buena idea cruzar solo el bosque, podría irse en la mañana cuando saliera el sol.
Bostezó con pereza y se cubrió la boca con la mano libre, se sentía algo cansado y hambriento, también sentía el cuerpo algo entumecido por el frío. Deseaba llegar pronto al sitio donde Belenos vivía, comer algo, encender el fuego y poder dormir. Afortunadamente no tardaron en encontrar aquel lugar, la cueva que el centauro había acondicionado como su vivienda. A pesar de que la idea le gustaba más se sentía algo intruso yendo allí.
Se detuvo en la entrada tirando de su mano para hacerlo dentarse también antes de que ingresara al lugar. -¿Estas seguro que puedo quedarme? ¿No es molestia? –preguntó dudando un poco todavía. | |
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| Tema: Re: Cumpliendo un recado | |
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