Ensueño

Observó con extrañeza y curiosidad a Morfeo, refunfuñando contra los humanos, podía notarse claramente que no le agradaban, sin embargo lo dejaría terminar de hacerlo. Sus palabras eran ciertos, los humanos son seres con mil y un defectos, con falta de entendimiento del mundo. Quizás por eso sentía una extraña benevolencia hacia ellos, le parecía como si fueran sólo un montón de niños, cortos de comprensión, cambiantes.

- Si, son todo eso... pero, no son más que criaturas incompletas, viven tan poco tiempo que no podemos esperar que vean las cosas como nosotros que llevamos tanto tiempo existiendo Morfeo- Por su parte, siempre se había mantenido neutral de cierta forma, no era aliado de Hades, y no le molestaba o interesaba en lo más mínimo lo que este hiciera hasta que conoció a Orfeo, a un gran amigo. Por otra parte, a pesar de que llegaba a conversar con Zeus tampoco era un aliado de este. Era una entidad neutral, aunque, tenía cierta desconfianza hacia Hades, y con Zeus no tenía razón alguna para hacerle daño.

Se acercó hacia él, deslizando sus pies desnudos sobre el hielo, ddejandose resbalar para acercarsele, y en un tacto extrañamente impulsivo abrazarlo por la cintura. - No te quejes... el dios del viento del norte para ellos es un anciano barbón, canoso, con mal genio, que cada vez que se enoja lanza tempestades sobre ellos y disfruta robando doncellas de los ríos- Sin haberlo soltado lo fue jalando suave hacia atrás, para hacerlo patinar de espaladas, en cuanto a él, sus piernas eran las que se encargaban de todo el movimiento, y en estas se notaba que no era la primera vez que lo hacía, curiosamente justo había sido una mortal quién le había enseñado, Oritia.

Suspiró, tratando de calmarse a medida que se dejaba jalar hacía atrás, frunciendo el ceño con total desagrado de tener que ser justo con los mortales mientras que estos podían hacer y deshacer a su antojo; con el simple pretexto de que su vida era escasa. Él había vivido como mortal, y podía asegurar que entre ellos, a determinada edad se les pedía que fuesen pacientes, tolerantes y responsables con los niños; por que por lo mismo, eran niños. Le parecía sumamente injusto tenerles consideración cuando ellos, ancianos, adultos, jóvenes y rara vez los niños, se portaban incomprensivos.

Cerró los ojos y echó su cabeza hacía atrás, respirando lentamente para tranquilizar sus ideas, sin darse cuenta que al pasar su enfado a su estado emocional, nuevamente el frío había hecho posesión del templo y lo que parecía una construcción, paso a ser por completo un edificio cubierto por grandes bloques de hielo; que elevaban las agresivas ráfagas de aire hacía los elevados techos, creando estalactitas filosas y transparentes. La nuca de Morfeo yacía recostada sobre el hombro del dios menor, y sus pies eran suavemente dirigidos de un lado a otro; mientras que el dios del sueño lentamente recuperaba el autocontrol y abría los ojos mirando a Boreas.

-Yo no puedo ser tan paciente como el dios del viento del norte... Después de todo, tu eres un dios al que temen y veneran... pero yo debo lidiar con ellos todas las noches, y encima aguantar sus insultos durante sueños o sus proposiciones raras.- Refunfuñó aún molesto, volviendo a cerrar los ojos; era un agarre bastante cómodo, quizás se estaba tomando demasiadas confianzas antes de tiempo, pero tal era su carácter.

Le parecía curioso y hasta cierto punto divertido el cuanto refunfuñaba Morfeo sobre los humanos, aunque tenía un buen punto, él por su parte no tenía la más mínima necesidad de andar soportando a los humanos, no debía ir a visitarlos todas las noches. En realidad los pocos que tenía que soportar eran los que se adentraban en la torre, como cierto mortal que alguna vez le hubiese reclamado por decir que los mortales no deben portar el nombre de un dios.

Por lo general no hacía que otros se le acercaran así, quizás a los únicos que soportara tener a tan escasa distancia era a Orfeo y a Helios, pero eso por el gran cariño que le tiene, después de todo es su tío, y al primero por la amistad que habían forjado. Pero ahora, estaba con el dios del sueño abrazado, con la cabeza en su hombro y lo guiaba mientras se deslizaban por el hielo, estaba, tranquilo, aunque se hallaba inusualmente confiado, por alguna razón no le molestaba la compañía, ni sentir el tibio cuerpo del dios del sueño contra su cuerpo.

-Mejor olvidemos a los mortales ahora...- Comentó con tono suave mientras llegaba hasta el altar, recargándose en el borde de este un momento. -Mejor disfruta lo que preparé para ti- Se refería al hielo, y es que por la época del año le resultaba algo más difícil mantener aquella cristalina capa que cubría el suelo.

Suspiró con resignación, se sentía como un niño pequeño cada que refunfuñaba pero es que simplemente no se sabía -ni se podía- quedar callado. Gruñó bajito un poco incómodo del espectáculo que estaba dando con sus rabietas, pero a fin de cuentas decidió que no valía la pena seguir porfiando a los mortales cuando no había ninguno cerca para que lo escuchara y tuviera la decencia de avergonzarse.

-Supongo que sí...-Replicó asintiendo levemente, con una suave sonrisa de complicidad una vez que quedó delante de aquella pista. la examinó bien, en que sitios era mas frágil, en cuales podía tropezar e irse de boca por las irregularidades del hielo y en cuales hasta podía deslizarse a gran velocidad antes de pegar un salto. Soltó una risa maliciosa y le miró por encima del hombro, preguntándose si Boreas sería del tipo dispuesto a emprender unas carreritas hasta el otro lado del templo.- A ver quién llega primero??
Por supuesto que Morfeo no era un dios común y corriente, puesto que si bien el dios del viento tendría mayor experiencia para deslizarse a una velocidad impresionante; el peli azul se refería a ver quién llegaba primero, lo que se refería; impedir que el otro llegase a su destino. Por ello no bien contó tres, cuando había salido del pundo de partida, dejando algunos obstáculos en su camino de lo mas bizarros, desde jarrones, estatuas; e incluso fruta... la única característica es que estas estaban creadas de hielo.