Descanso

-mis labios y mi mente dicen lo contrario...-
respondio con aquella sonriza galante, seductora para luego besarle con delicadesa el cuello, sindo aquel beso no más un un fugas roce.
-no lo se, quizas a un lgar dodne nadie pueda ver lo que te hago...-
Bromeo porneindoce de pie, cuidando de no tirarle.
-o tal ves un lugar sumamente hermoso, que vale la pena verlo...-
agrego estirando la mano hacia el menor sonriendo de forma suave, nuevamente de auqella manera galante y seductora.
-¿confias lo suficiente en mi como para acompañarme?-
Cuestiono dejando en claro 2 cosas, la primera que no le diria cual seria el lugar y la segunda que o le obligaria a ri si ni tenia la confianza nesesaria.

No replico. En realidad no tenia caso discutir. Si, era hermoso, cantaba como solo él podía hacerlo –peca de vanidoso– y era amable además de cariñoso, pero eso también podía ser desesperante.
La sangre corrió a sus mejillas al sentir aquel roce sin contar el hecho de que sus palabras habían provocado que se avergonzara. –Cualquiera de los dos es bueno- murmuro muy bajito, más para que si para Quinn.

Riendo, sus alas aparecieron al momento de tomar su mano. Tres grandes pares de alas que se desvanecieron al ponerse de pie. Sonriente, se puso de puntillas para besar su mejilla. –de acuerdo, pero me tienes que decir a dónde iremos- respondió, sin soltar su mano.

Su sonriza se ensancho al escuchar el susurro de Luka, haia hbalado muy bajo peor asun asi logro escucharle.
-al decir eso en verdad me haces considerar la primer propuesta...-
Dijo con aquella sonriza dando a entender claramente que le habia escuchado, sorprendiendoce al ver las alas de Luka puesto sabia que era un angel pero noq ue era el rango más alto entre estos.
-son muy hermosas tuas alas... pero aun asi, auqnue te veas más hermoso no te dire, lo tendras que ver con tus propios ojos...-
No se lo diria y no cambiaria de opinion al respecto; agachandoce un poco aserco la mano que sostenia para besarla suavemente.
-sera una pena no poder sostener tu mano mientras volamos...-
Dijo soltando la mano del menor retrocediendo unos paso, siendo que de un momento a otro llmasa cubrieron su cuerpo y mientarss e hacian más billantes su forma cambiaba hasta ser la de un ave de rosaseo plumaje.
-y por si te lo estas pensando no dejare que me lleves...-
Era muy orgulloso como para dejar que alguien le lleve pero uaun más que eso, estaba el ehco de que no queria que el angel hiciera esfuerzos inecesarios

Aquello no podía ser más vergonzoso. Apretó la mano libre. Desvió la mirada con violencia para regresarla y verlo. -¿no me dirás?- pregunto con fingida tristeza dejando que besara su mano. Por algún motivo le gustaba que hiciera eso.

Hizo una mueca al verlo retroceder. Y no escucho más.
Era bellísimo, algo hermoso. Sublime y excelso; contuvo el aliento mirándole completamente maravillado. Y algo hizo que escuchara sus últimas palabras. –No soy débil- mascullo ligeramente enojado. ¿Acaso todos pensaban eso? Se cruzo de brazos.

-si te lo dijiera no seria una sorpresa...-
Argumento puesto era verdad, ¿de que servia contarle sobre algo si queria darle una sorpresa?.
Agito un poco sus alas, estirandoce, siendo que su plumaje brillaba con la luz del sol, siemrpe era lo mismo pro alguna razon su cuerpo se sentia adormesido cuendo retomaba su verdadera forma pero no era nada grave asiq ue nnca le presto atencion.
-no quise decir aquello... perdoname si me mal interpretaste...-
Reespondio apenado asercandoce de froma lenta el menor, sindo que en verdad odiaba caminar como un ave puesto desde que su antigua pareja le dijo que era graciasa l a forma en que sus garras se mobian, le dava sierta verguenza hacerlo.
-yo lo deci refiriendome a que seria vergonzoso que alguien más pequeño me cargara, no porque fueras devil u otra cosa, ademas para que hacerte cargarme si puedo volar...-
Explico mirandole mientars sus plumas comenzaban a tomar un color azulino indicando que estaba listo para emprender el viaje.

Eso era verdad. Suspiro derrotado. –De acuerdo, no me digas, pero espero que valga la pena- bromeo, sonriendo divertido. Entonces guardo silencio.
Realmente era hermoso. Con un titubeo, paso el dedo índice de la mano diestra por su cabeza en una caricia tímida. Se obligo a negar con la cabeza, restándole importancia al asunto. –Eres…- no encontraba palabras para describirlo.

-perfecto- concluyo al fin con un hilo de voz, retrocediendo un paso al ver el tono azulino que tomaron sus plumas. Era excelso, sublime, magnifico. No exageraba al decir que era perfecto. –Cuando quieras- repuso, aun embelesado.
Había un rumor en el que decían que los ángeles se podían quedar mirando una cosa o persona de su agrado durante horas, días, meses e inclusive años. Ahora creía eso. Quinn era bellísimo, era… perfecto.

[Lamento muchísimo la tardanza. Estuve ocupada haciendo trabajos finales y luego los exámenes D: y para finalizar con broche de oro me enferme. Lo siento mucho.]

Cerro momentaneamente sus ojos al sentir aquella fugas acaricia para leugo mriarle cuando este dijo "eres", sintiendo curiosidad por lo que pensaba siendoq uizas la preimera ves que le llamaban perfecto.
-personalemnte disierno de eso pero es tu opinion...-
Dijo comensado a vatir sus alas cuando luka dijo "cuando quieras" no tardando en emprender buelo sindo que obto pro no cubrir su cuerpo pro las llamas despus de todo no hacia mucha diferencia más que solo hacerle ir más rapido.
-te dejare atras...-
COmento tras volar al rededor de Luka para leugo emprender vuelo hacia el bosque, para asi mostrarle el lugar del cual habalba.

Tomándole por sorpresa, observo a Quinn alzar el vuelo. Se echo a reír después de recuperarse. –Esa es mi opinión y es la verdad- musito, con una pequeña risa.
Se estiro un momento, observándole con una sonrisa afable. Y dejo caer una pluma blanca, inmaculada que parecía tener brillo propio; una pluma que descendió al momento en que los tres pares de alas níveas hicieron su aparición.
El último par cubrió sus pies desnudos y un tanto de sus piernas en un reflejo, una de las tantas formas de demostrar su humildad y sumisión, además de su amor, a los dioses; el primer par se cerró ligeramente en torno a su rostro, pero aun permitía ver sus grandes ojos azules. Riendo brevemente, aleteo con el segundo par, dispuesto a seguir al Fénix.

Hizo un mohín. –Me voy a perder y tendrás que buscarme- le previno, sonriéndose al imaginarse perdido. No sería fácil de encontrar. ¿Al bosque? Entonces sería muy viable el perderse.