Un paseo por los jardines -Libre-

Dio un suspiro mientras caminaba con calma por los pasillos de los jardines de tierra, sus pasos hacían un poco de eco en el lugar, pues se encontraba casi solo, la palabra era casi pues uno que otro ángel paseaba por el lugar. El día se encontraba despejado y una suave brisa mecía las plantas y su cabello, cerró los ojos unos momento dejando que el viento rosara su rostro, abrió sus ojos minutos después y empezó a caminar de nuevo mientras miraba cada jardinera, y cada planta del lugar, después de unos minutos de caminar por el lugar se detuvo frente a una, y mirando alrededor y no ver nada tomo asiento a los pies de un gran árbol.

-Que agradable- susurro mientras cerraba sus ojos unos momentos, dejando que el sonido de la naturaleza le relajara un poco, abrió sus ojos mirando como las ramas y hojas eran movidas suavemente por el viento, miro a un lado suyo y encontró una planta, acaricio sus pétalos Morados que sobresalían de la planta, su aspecto piramidal le hacía ver muy llamativa y hermosa, de repente escucho pasos, por lo que se puso alerta.

-¿Quién está allí?- pregunto mientras se levantaba. Teniendo cuidado de no pisar alguna planta del lugar, aunque se encontraba en el camino de tierra tenia aun sumo cuidado. Miro hacia el frente esperando ver a su compañero.

Spoiler:

-oh… Lo siento-se disculpo, había estado tan distraído que sin querer había pasado demasiado cerca de aquel ángel, por el caminillo de piedra con la canasta de frutas y jugo en su brazo. Antes de detenerse-Mil disculpas, Soy Dioniso ¿y tú?

Quizás no había sido la mejor presentación pero podría decirse que cada ángel era distinto al igual que cada dios y ni que decir que estos eran demasiados para poder conocerlos a todos sin olvidarse de algún nombre. Aún así le tendió la mano con una sonrisa divertida en los labios, disfrutando esa agradable brisa que se cernía en ellos con suavidad.

Detallo al chico con cuidado, no le era familiar en ningún sentido, por lo que quizás su mirada era demasiado escudriñadora. Más sonrió curioso ante esa ventisca que levanto varios pétalos que danzaron sobre, entre, detrás y muy cerca de ellos, tanto que no era extraño que los cabellos se revolvieran.

Sacándole una gran sonrisa-Tu cabello-exclamo acercándose para acomodárselo con cuidado-Listo.

Dio un suspiro y relajo un poco sus músculos, pues al parecer se encontraba algo nervioso y tenso, le sonrió un poco mientras hacia una ligera reverencia, pues se encontraba frente a uno de los dioses. -No se preocupe- le respondió sonriendo abiertamente.

-Soy Gilbert, un ángel de la guarda- se presento mientras levantaba su sombrero que tenia a un lado, lo sacudió un poco mirando al hombre, que parecía mayor que el, lo miro con cuidado, pero al parecer el tambien era observado, era normal no todos podía recordar los nombres, eran demasiados en aquel lugar.

Cerro sus ojos cuando una ventisca levanto un poco de polvo y pétalos, cuando paso abrió sus ojos. -Aaaa gracias- un ligero sonrojo adorno sus mejillas, -¿Te ayudo?- pregunto ya que parecia algo cargado.

-No gracias… no pesa nada-exclamo observando la canasta para verle de nuevo, sonriendo un poco antes de delinear una de sus mejillas con suavidad-¿Quieres venir conmigo? Estaba en camino a un picnic…

Cometo tomando su mano para encaminarse a una parte del jardín con una hermosa vista, donde ya había puesto un mantel una sombrilla, sin esperar su respuesta-Y cuéntame… ¿cómo es la vida de un ángel de la guarda?

Indago invitándole a sentarse luego de soltarle, dejándose caer en el pasto con gusto, sacando las cosas del canasto.

Solo asintió ante la respuesta que le dio el mayor, de repente sintió unas ligeras cosquillas en su mejilla, por lo que curioso volteo y miro que era la mano de Dionisio, por lo que con timidez le sonrio con un ligero sonrojo en sus mejillas.

-A Claro- contesto mientras se dejaba guiar por la mano del mayor, se sonrojo más cuando miro como su mano se encontraba sostenida, por lo que desvió la mirada, cuando llegaron miro algo maravillado el lugar.

-Pues... algo aburrida- susurro mientras tomaba asiento –y ¿Cómo es su vida Dionisio?- pregunto mirando al mayor a los ojos.