Recolectando manzanas

Estuvo de tal manera por unos cuantos segundos, apartando ligeramente su rostro de la rubia melena del otro al escuchar sus palabras - agradecería que no - contestó rápidamente, y solto una ligera risilla entre sus labios.

Se sintió ligeramente apartado por el otro y, en menos de un parpadeo, noto como los pequeños labios de Hermes, estaban posados sobre los suyos suavemente, sonrió escasamente ó mejor dicho a lo que podía con el otro intermediando. Ocultó su orbe carmesí tras su parpado, y correspondió de manera delicada el beso que el otro le había robado, dirigió una de sus manos hasta el mentón del joven, acariciando sutilmente la tersa piel del chico, siguiendo de tal manera por un lapso de tiempo más.

Separandose escasamente - abusaste de mi confianza - inquirió, curvando su mirada, y sonriendo de medio lado - supongo me equivoque ante eso - anunció, más volvió a plantar un escaso beso sobre los labios contrarios - más no es algo que me haya desagradado - añadió, acariciando suavemente le mejilla del rubio, al haber elevado un tanto más esa mano que yacía en el mentón del Dios.

Aun su mano yacía sobre la cálida mejilla del menor; dando suaves caricias sobre esta, de manera un tanto cariñosa, permanecío mirandole en cada gesto que hacia, cada reacción que tenía y atentó a cada palabra que salia de entre los labios del menor - ah, vaya... que sorpresa - inquirió con cierto deje bromista; más nada alarmante ó pedante. Sonrió escasamente ante ello, divertido ante la atrevida personalidad del joven posado frente a su persona; que de cierto modo, extraño, le hacía ver atrayente.

- vale, vale - asintió ante las palabras del chico, soltando leves risillas de lo entretenido que le parecía la para nada peculiar situación en la que estaba enredado en esos momentos; parpadeó tranquilamente ante la última cuestión que fue dicha por el joven, soltando audibles risas ahogadas - ... - guió su mano detrás de la nuca del muchacho; jadeando ligeramente ante las risas, tranquilizandose escaso tiempo después.

- si quiera hacia falta que lo preguntarás - pronunció, acercandose de manera peligrosa hasta el joven de orbes celestes, besandole de nueva cuenta pero está vez como el chico había "pedido"... intensamente.

Lo había hecho, había besado aquel pequeño Dios, jugueteó en la cavidad contraria en un pacifico encuentro en el cual no pretendia que hubiera un ganador, se vió alejado del otro después de un corto lapso de tiempo; el chico, tomaría un descanso el estaba un poco agitado, se notaba en su respiración pero era fácil controlarse - ... - se limitó a sonreir dulcemente ante las palabras que habían sido dichas por el rubio ojí celeste, curvando a juego su mirada.

- sabes bien - musitó, después de volver su faceta a la normalidad de una sonrisa apacible, aunque su mirada denotaba jugueteó y coquetería, soltó un quedó bufido divertido, aunque ante la cuestión planteada por el mensajero le colocó serio, ¿pareja?, no es que tuviese una... sonrió, y depositó un suave beso sobre los labios del menor, alejandose pausadamente.

- no - contestó normalmente - no hay en existencia alguien a quien pueda llamar una "pareja" - añadió encogiendose de hombros, restandole importancia al asunto; no preguntaría "¿porqué?" sería muy tonto de su parte, solo dejaría que el tema fluyera - y ¿tú? Hermes, ¿tienes a alguien? - cuestiono, siguiendo el hilo de la conversación.

Había contestado sinceramente ante la cuestión planteada por aquel muchacho posado comodamente cercano a su persona; y de igual manera el se encontraba agusto en esa situación, encontraba atrayente el hecho de coquetear por un rato con el Dios. Mantenía su coqueta y ahora seductora sonrisa plasmada en su rostro, mirando de manera traviesa al menor mientras el joven daba una respuesta siguiendo con el tema, varias risillas afloraron de entre sus labios al escuchar y mirar lo que el otro le mostraba... hermoso, pensó vagamente; volviendo sus labios hasta el chico justo al momento en que su mano sentía los acelerados latidos del corazón de Hermes, le beso suavemente: tan solo con la intensión de provocar más de esos efectos sobre el otro, era algo que, por alguna razón le gustaba ya que las facetas presentadas por el joven de orbes celestes, era encantador.

Se alejo escasamente de los labios contrarios - Pukum~pukum~pukum - intentaba asimilar el latido del corazón agitado del chico, deslizando sus labios por la tersa mejilla llegando hasta la oreja del muchacho - pukum~ - siguió con lo suyo, resoplando sobre el mismo lugar donde ahora se encontraba, aunque no dió una respuesta ante la pregunta realizada por el rubio, sabia perfectamente a que se referia el otro, simplemente sonrió, lamiendo sobre el lobulo de la oreja del chico, dando seguidamente un pequeño mordizco sobre este - muestra... - susurró al oido contrario.

- muestrame cuanto más rápido puede latir tu corazón... por mi - entabló, volviendo sus labios por la mejilla y bajando por el cuello, deslizando suavemente sobre aquella blanquecina piel, aun teniendo su mano colocada en el pecho del mensajero.

Se había posecionado del cuello del joven simplemente recorriendo de manera sutil con sus labios, esbozandose en su rostro una sonrisa azanchada... de oreja a oreja ante las rápidas palpitaciones del corazón de aquel Dios, quedo estático sobre el cuello del otro asiendose del aroma contrario, tan suculento, atrayente, ese suave aroma que hacia rato le llamaba.

Escuchaba atenta y totalmente al otro, los latidos de su corazón, su agitada respiración, hasta esos exitantes sonidos provenientes de entre sus labios, que no hicieron más que insitarle a continuar provocando esos placerosos ruidos, se vió atrapado prontamente por los pequeños e insitantes labios del rubio de orbes celestes - ... - ante las palabras que fueron soltadas por este, unas sonoras pero quedas risitas salieron a flote. Acomodandose, paso sus manos ahora por los costados del menor, llegando hasta su espalda descansando en un abrazo, colocando su rostro sobre el hueco formado entre el cuello y los hombros del muchacho, aun riendo por lo bajo se acomodo, quedando su respiración sobre la anatomía contraria, sobre ese cuello tan llamativo - tus palabras solo me insitan más - inquirió, después de un corto tiempo en lo que recuperaba la cordura sobre su persona.

- y... si - mordió ligeramente sus labios - tu corazón puede latir más... mucho más - sonrió, mostrandose complacido, seductor, y en cierto modo anhelante - incluso mis latidos pueden llegar a juguetear al ritmo de los de tu corazón - apegó más su cuerpo al contrario, hacia rato lo había notado... la aceleración en su propio corazón. ¿Cuándo?, justo cuando aquel gemido del rubio se había hecho presente, era atrayente a su persona. Volvió su rostro justo delante del rostro contario, en escasos segundos posteriores a haber quedado en silencio, clavo escasamente su mirada sobre las celestes contrarias.

Si se ponía a pensarlo por un momento, quedó en cuenta que... Hermes, era realmente bello, y eso lo hacia desearle más. Sonrió de lado, adueñandose de nueva cuenta de los labios del chico, buscando besarle de manera apasionada y profunda, intentando insitar al otro a sus propios deseos, incluso... llevando sus manos posadas tras la espalda del mensajero, justo a la cintura del mismo, apegando la pequeña fisionomía contraria a la propia, haciendo rozar sus cuerpos, sugerente.

Ante todo, aquella sonrisa abarquillada en su rostro, permanecía sin cambio en el. Divertido, deseoso de más jugueteos con el rubio. De ante mano imaginaba que, no sería fácil obtener la complacencia de sus anhelos por parte del muchacho, pero no sería tan satisfactorio como lo era ahora, en aquella contienda para obtener el liderazgo ante los labios del otro, dejo acceso al rubio, jugueteando con la lengua contraria, paseando sutilmente la propia por la cavidad contraria, mordiendo pocamente el labio inferior del chico, y sin pensarselo dos veces, mordio la cálida y humeda lengua del Dios, pasando seguidamente a juguetear de nueva cuenta dentro de la cavidad del oji celeste.

Sintió como el otro, le llevaba consigo hasta quedar ensima de este, apoyo una de sus manos sobre el cesped, y la otra la dejo por el momento justo en la cintura del chico, mirandole ahora desde esa posición tan cautivadora - ¿no temes quemarte? - pronunció, sonriendo y curvando su mirada, mientras que ahora, pasaba a hincarse, quedando el menor en el hueco formado entre sus piernas, ahora apoyo su ante brazo en el suelo, llevando su otra mano, sobre el abdomen del otro.

- hare que pidas terminar - sonrió, con cierta malicia y coquetería en sus palabras, paseando aquella mano bajo las ropas del joven, acariciando suavemente el abdomen, subiendo hasta el pecho y bajando, en ocasiones consecutivas... deteniendose esporádicamente para juguetear gentilmente sobre el pecho del menor - jeje - rió, juguetón aun mostrando aquella faceta suya, bajando a la altura del otro para continuar besando al rubio, encontrando una rápida entrada... empezando a juguetear de nueva cuenta, sin detener los movimientos de su mano ni un solo segundo.

Una sonrisa ampliada se esbozo en su rostro, inigualable. Ante las reacciones que tenía el otro, para con su persona solto un leve bufido gracioso... había hecho algo que, había causado ciertas cosquillas en su torso - terminar.... final - habló, entre besos.

Bajando su mano audazmente, saliendo de entre las telas, bajando aun más y pasando su mano suavemente por encima de la ropa del menor, justo por la entre pierna - viene dando... lo mismo - finalizó, con una sonrisa, pasando sus labios a la oreja del menor, mordiendo el lobulo de su oreja gentilmente - es zanjar el asunto - añadió, siguiendo con lo suyo. Igual que aquel joven, no se quedaría atrás. Estaba decidido a hacer que el otro diera cediera ante él y, si es que tiene confianza en algo, es en su habilidad con las manos.

No lo dudo, y entre caricias y besos, había usurpado entre las prendas del chico, asiendose del miembro del rubio, suavemente y con delicadeza.

Sentía como su mismo cuerpo y sensaciones iban acelerandose a cada segundo que pasaba provocando al menor, el mismo estaba insitandose ante todo - vale, esta... bien - encaró, acercandose al oido del joven de nueva cuenta, respirando de manera profunda y pesada - haré que disfrutes antes de llegar al final - agregó.

Volviendo a separarse del oido del chico; sonrió ampliamente ante el complaciente gemido del otro... su corazón se aceleró, realmente, realmente, deseaba más y más sonidos placerosos del otro - ... - no soltó palabra alguna, y tan solo se dedico a complacer el miembro del otro que, sin más estaba erecto ante sus insitaciones, subia y bajaba por la longitud de aquella zona. Estaba perdido, intentando ante todo sacar esos sonidos indiscutiblemente atrayentes; hasta que - aghh... - gruño por lo bajo, ante una de las tantas mordidas dadas por el menor en una de sus tetillas, un escalofrio recorrio su torso... parpadeando ligeramente sorprendido... más inmediatamente su fas se normalizo.

- ¿crees... ? - intentó cuestionar, más al mirar el rostro del rubio oji celeste, con esa faceta... inquietante, ansiosa y una extraña mezcla de vergüenza y satisfacción, que en cierto modo le hacia ver inocente... no pudó completar aquella pregunta, sonrió, buscando acceso, plantando un escaso beso sobre la frente del chico, en lo que jugueteaba un tanto más con aquel miembro, muñequeando con habilidad.

No recordaba cuando fue que, se excito de tal manera por obtener el placer de alguien, ese chico indudablemente era atrayente hacia su persona y caía en cuenta de ello, ante sus propios estragos... su respiración entre cortada, aquellos leves sonidos de placer ahogado, la aceleración de su ritmo cardiaco. Sonrió, de manera complaciente una sonrisa expresiva denotando el placer, diversión y ciertamente excitante, que el rubio le provocaba.

Por un momento soltó ligeramente el aire por su boca, pero empezó a jadear por lo bajo, cayendo ante sus instintos... No solto palabra alguna ante las acciones que eran realizadas por el Dios menor, sin duda alguna, era de su agrado aquellas sensaciones, ante la petición del chico, movió su mano un tanto más rápidamente, intentando: complacerle.

- ah.. - balbuceó por lo bajo, y quedo recostado en el suelo verde junto al muchacho, curvó su mirada ante lo que había dicho el chico, y así, dejó que el otro hiciera; igualmente proporcionando caricias y provocaciones para el rubio mensajero... Paso su mano por la entrepierna del chico, rondando por las profundidades (?), movió su mano suavemente por la cadera del chico, yendo detrás, tocando de manera juguetona el trasero del joven.

Escuchó las palabras que fueron soltadas por el chico, sonrió, y asintió levemente ante ello... bajo un poco la posición de su tronco para tener alcance hacia una de las orejas del chico, jugueteando con esta, mientras que su mano libre vagaba por la espalda del joven, debajo de sus prendas. Soltó un bufido gustoso, ante las sensaciones que este le causaba, mordió su labio inferior, y seguidamente el lobulo de la oreja del chico, soltó un poco de aire sobre la misma y habló - dent..ro de un poco más - su hablá se presentó entre cortada ante su estado en esos momentos - serás poseido... - agregó, soltando una ligera risita - serás mio - finalizó, acercando más su miembro al contrario, provocando más cercania entre ellos, más roces, más placer... para ambos.

Permaneció provocando el choque entre sus cuerpos, excitando e insitando al otro, sin que hubiese reproches, su mano aquella volvió alcanzó a su compañera justo detrás de la espalda del joven y en un pequeño movimiento tactico lo llevó sobre si. Le acomodo de manera que el pequeño rubio quedase sentado justo sobre aquel despierto miembro suyo, y sonrió.

Bajo sus manos y ahora el retomo su postura, llevando sus manos hasta las prendas del muchacho intentando deshacerse de aquella polera que cubria el cuerpo contrario, para quedar en igualdad de oportunidades. Habiendo cumplido con su objetivo (?) se dirigió hacia el pecho del menor, besandole y delineando con su lengua aquellas curvas que se formaban en el cuerpo del muchacho deteniendose sobre el hombro del chico dando una pequeña mordida juguetona - ¿quieres que pare de jugar? - cuestiono, llevando su mirada de soslayo hasta el mensajero, mordiendo ligeramente su labio inferior. Con su diestra recorrió las lineas del chico, subiendo por su cuerpo hasta detener su mano sobre los pequeños labios del oji celeste, colocando su indice sobre la comisura de estos mismo.

- ¿entramos a la acción? He...r...mes... - juegueteo, delineando el labio del chico, esperando entendiera aquella indirecta suya.