Stefan

Nombre y Apellido: Stefan Sugisaki

Rango: Demonio [obsesion y tentación]

Edad: 933 años. Aparenta 18 o 19 años.

Rol sexual: Uke

Descripción física: Es un joven de cabello castaño, delgado y de tez pálida. Mide aproximadamente 1,70 y pesa unos 50 kilos. Sus ojos son de un color negro penetrante, parecidos a los de un felino. A pesar de ser un muchacho menudo y de estatura media su rostro muestra determinación y cierta frialdad, su sonrisa lejos de ser dulce se muestra algo sádica y malvada.
Tiene la extraña cualidad de que su piel siempre esta tibia, aunque el clima este algo frío en ciertas ocasiones, su piel nunca disminuye su temperatura.
Lleva aún sus alas de ángel que rara vez muestra, aunque son un buen elemento para engañar a los humanos haciéndose pasar por uno de esos seres celestiales.

Suele vestir ropas ajustadas de cuero negro, normalmente una camiseta y unos pantalones ceñidos al cuerpo. En sus tiempos de ángeles solía ser muy bello, y aunque no ha perdido esta belleza sus ojos que supieron ser celestes son ahora de un color oscuro que parece no tener fondo.


Descripción psicológica: Cruel, despiadado con los que no le caen en gracia, o sea la mayoría, sobretodo ángeles y humanos que desprecia particularmente. Sarcástico, sínico, con un gusto particular por el humor negro. Aunque suele sonreír a menudo, su mueca no muestra precisamente alegría, disfruta con el sufrimiento y dolor ajeno.
Terriblemente mentiroso, no tiene ningún problema en manipular a otros para conseguir lo que quiere. Demasiado terco para aceptar estar equivocado. Tenaz, arrogante, egocéntrico. Divertido, curioso ante el sexo a pesar de que aún nunca lo ha practicado, no por falta de deseo, sino por falta de alguien que verdaderamente pueda somterlo. Valiente, atrevido, osado.


Le gusta: La comida humana a pesar de no necesitarla. Los sabores amargos. Es sádico y masoquista por igual, también tiene cierto gusto por la sangre. Molestar a Cervero, y su amo y señor Hades a quien jamás desobedece y con quien únicamente es sumiso.


No le gusta: Los ángeles, los humanos. El sol, los colores claros, la luz. Que su amo se enfado con él. Relacionarse con débiles humanos.

Habilidades: Su arma preferida es una daga pequeña que al cortar libera un veneno que tiene como efecto generar una parálisis generalizada en la victima primero sus extremidades, y luego sus órganos internos hasta parar su corazón. Por otra parte tiene los poderes de la tentación y la obsesión que afectan tanto a humanos como a otros seres siempre y cuando sean más débiles que él.
También cuenta con un arco y flecha que en otro tiempo utilizó para guardar la paz en el olimpo, pues antes de unirse a las filas de Hades su deber era vigilar las puertas del mismo.

Historia: Cuando Hades llego hace ya muchísimos años al monte olimpo reclamando lo que consideraba suyo, el gobierno de los cielos intentando quitarle el poder a su hermano menor Zeus, Stefan no dudó en unirse a sus filas. A pesar de servir fielmente a Zeus desde que guardaba memoria no el gustaba la forma en que llevaba a cabo su desempeño, su amor por los humanos, su cuidado con el resto de los Dioses... pero ¿Qué mas podía hacer? No conocía otra vida, no hasta que Hades le mostró que las cosas podían ser diferentes…
Pero fue inteligente, y se alió a él en secreto, guardó las apariencias y continuó sirviendo a Zeus para conseguir información valiosa para la batalla, dándole así datos concretos que ayudaron al rey del inframundo a volver aquella batalla más larga y pareja.
Finalmente cuando fue derroto y regresado a su reino de la muerte, él como tantos otros ángeles fue desterrado por su traición, pero lejos de sentirse mal por eso gustoso acompaño a Hades hasta los confines del mundo, alo que esperaba que fuera “su nueva vida”. Y así fue, en agradecimiento su nuevo Amo no cortó sus alas como ocurría con la mayoría de los ángeles, sino que estas permanecieron intactas. Se convirtió en la mano derecha de su amo, pues el tenía ciega confianza en él luego de su colaboración durante la guerra.
Rara vez sale del inframundo, a menos que tenga alguna misión en la tierra. Prefiere vagar por el castillo, vigilando que todo ande bien o molestar a Cervero quien vigila las grandes puertas.


Otros: Adora el fuego, a veces se acerca tanto a las hogeras infernales que termina con algunas quemaduras en su piel pálida, pero poco le importa el dolor, disfruta de aquella sensación de su piel calcinarse más que nada.




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Spoiler:

Bien, ficha cerrada y aceptada.