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| Sangrienta petición | |
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Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 12:58 pm | |
| La noche había llegado, el sol se había posado, besando el horizonte, ahora era cuando todas las criaturas nocturnas emergían de sus cubiles y eso lo incluía a él. Prefería moverse en la oscuridad, se sentía mucho más cómodo y protegido en ella, parecía que también sus poderes eran más fuerte en la misma. Emergió de su templo, hambriento, notando que la sed era más acuciante que la noche anterior cuando se encontró a Orfeo y justo a raíz de ese encuentro había surgido una idea, precisaba terminar con la maldición, lo estaba destruyendo poco a poco, y cada vez se sentía más un animal que un dios, para su propio horror también había descubierto que estaba perdiendo sus recuerdos.
Y además precisaba sangre inmortal, espoleada por el hambre y desesperación había decidido hacer algo que no había hecho en siglos, aventurarse en el Olimpo. Ares no quería ni verlo y tampoco él quería volver a suplicarle que levantara la maldición y Zeus no parecía dispuesto a inmiscuirse en aquella discusión familiar, lo cual le dejaba pocas opciones. Y una de ella era acudir a su propio hermano mayor, Eros, aquel con el cuál apenas había tenido contacto, la relación entre ambos era distante, fría y nunca sintió que tuviera una relación fraternas, pero seguía siendo su hermano a pesar de que cada uno representara cosas muy distintas y fueran dos seres tan diferentes.
Se adentró en el bosque, recorrió sus sendas, evitando al centauro y los minotauros, sobrepasó el lago cristalino y se detuvo justo antes de traspasar el umbral del olimpo. Inspiró, odiaba aquel lugar, ya no se sentía parte de él. No quería cruzarse con ninguno de los otros dioses, penetró, yendo de sombra en sombra, buscando, oliendo el aire hasta que dio con un aroma familiar. Eros estaba en los jardines, encaminó sus pasos silenciosos hacia allí, notando que el corazón se le aceleraba y sus pupilas se dilataban. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 1:10 pm | |
| Fiestas... día y noche, celebraciones, música, abundancia de comida y por la noche, los sonidos silenciosos de los placeres carnales tras aquellas paredes. Nunca se había sentido menos dispuesto a pasar la noche dentro del palacio, con el aroma dulzón del sexo que vagaba en el aire, combinado con inciensos y perfumes florales. Por lo menos, la negra noche; ta oscura como la boca de un lobo, resultaba el escondite perfecto, y sus vientos voraces, que agitaban con fuerza las flores y las arboledas, limpiaban en cierta forma, todo tipo de suciedad auditiva y odorífera que llegase hasta su nariz. Olor a licor, palabras incongruentes de ebrios dioses que apuntaban al firmamento con su mano, capaces de todo; como niños pequeños, aún más... como simples mortales.
Y él, un viejo quejoso y amargado, firme y severo con todo, que encuentra quizás más diversión en la práctica de sus modos de combate que en embriagarse con las ninfas y poseerlas en la mesa de banquetes frente a todos, donde Zeus les alecciona, así como Afrodita, que los placeres de la carne y del amor son los mas sublimes; que embriagan como el delicioso vino. Rechazó ese pensamiento con sumo desagrado y verguenza ajena, al recordar a su madre con aquella pinta; sin embargo, al sentir aquella energía pesadamente familiar, dejó sus cavilaciones para centrar sus ojos sobre la bruma negrusca que era el bosque. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 1:22 pm | |
| Una sombra se movió entre las propias sombras, dos orbes rosados se posaron en la espalda del dios. Era su hermano, desprendía un aroma a rosas y acero, era guerrero y dios, era un ser que desconocía pero sin embargo estaba unido a él por vínculos de sangre aunque quizás no de amor, no lo sabía, ¿cómo iba a saberlo si Ares prácticamente lo había arrastrado al campo de batalla cuando él apenas sabía caminar? ¿Dónde estaba aquellas emociones que todo el mundo parecía comprender y disfrutar menos él? Apretó los labios y se fijó en las vestiduras de su hermano, no eran del todo las de un guerrero pero eran severas, parecía distraído, demasiado relajado, abstraído o aburrido del mundo que lo rodeaba. Eros el guerrero, el estratega, el disciplinado.
Ni siquiera había sentido su presencia, ¿qué le pasaba? Deimos se aproximó sin hacer ruido, los lagar cabellos negros se movieron tras él y se preguntó si los reflejos de Eros continuaban igual de afinados. Alzó una mano y le rozó la nuca a Eros, tocando su piel, acariciándola.
-No bajes la guardia..-susurró en uno de sus oídos, dejando que sus labios aletearan sobre su oreja. Era una frase que insaciablemente repetía Ares a los dos cuando combatía con ellos para entrenar-hermano-y se quedó quieto, notando una horrible ansiedad en su presencia. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 1:42 pm | |
| -Guardaré la guardia ante mi enemigo, hermano. -Su mano se levanto suavemente, acariciándole el cuello, rozando co las yemas de sus dedos la manzana de Adán. Después de aquella caricia, sonríe, aunque con una expresión amable pero firme, posando sus ojos sobre los de Deimos, quedando cara a cara a escasos centímetros; algo en verdad peligroso para cualquier dios que se encontraba a merced del dios menor y hambriento, pero para él que comprendía la condena impuesta por Ares, era simplemente resignación. No podía considerar al dios menor como su enemigo, simplemente por que, al igual que en la depravación de Ares; continuaba siendo su familia.
Inclina la cabeza a modo de saludo, quizás demasiado satisfecho de tener a su hermano consigo, a mención de que el hijo adoptivo de su madre también se encuentra en los interiores de dicho palacio, quizás disfrutando de los mismos placeres que él ha rechazado. -Ha pasado tiempo... -La última vez que lo había visto, fue mucho tiempo atrás, en la pelea entre los dioses. Durante los entrenamientos, apenas y habían podido hablar, debido a que Ares frecuentemente les mantenía sometidos a un riguroso desempeño militar; y posteriormente, tras el fin de la guerra, solo supo por rumores y chismes desagradables que Deimos había caído en desgracia, aunque nunca había tenido oportunidad de verle, ni mucho menos de buscarle; después de que fuese expulsado del Olimpo por Afrodita, quién nuevamente yacía embelesada con su nuevo hijo, a quién al mismo tiempo había hecho su amante. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 1:53 pm | |
| Deimos se quedó paralizado, hechizado, imposible apartar los ojos rosados de los de su hermano. Quizás la única criatura que hasta ahora no había gritado de horror por su presencia, ni retrocedido, ni mostrado asco o repulsión. El único que se atrevía a acercar su cuello a pocos centímetros de los colmillos del dios..el único que lo había acariciado como no hacía nadie en siglos. Solo Eros tenía el valor, la osadía, solo Eros no tenía miedo. Inspiró y ladeó el rostro, notando un cosquilleo bajo la piel, donde rozaban aquellas yemas suaves a pesar del uso de la espada y de otras armas.
-Demasiado..la última vez estabas rodeado de demonios, los matabas y yo te contemplaba-su tono era de admiración, profundo. Eros era el mejor, se había medido durante los entrenamientos aunque nunca había llevado un duelo hasta el final.
Alzó una mano y apresó la de su hermano, apretando los dedos-Eros, se que venir a ti tras siglos sin vernos..es extraño-estaba luchando contra su orgullo, le costaba mucho decir cada uno de aquellas palabras que eran puñales para la poca dignidad que le quedaba, ahora ya solo era una sombra de lo que fue-estoy maldito..-sintió el peso de aquello dentro de su pecho, aquel remolino de oscuridad, el hambre, el dolor-maldito..Eros-su tono se quebró ligeramente, trató de controlarse, no quería parecer débil a pesar de que venía a suplicar. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 2:48 pm | |
| La voz admirada de Deimos había resultado confortante, a pesar de las acciones que la habían ocasionado, como la muerte y la pelea, quizás por que amaba demasiado a sus hermanos, diferenciándose del seco e indiferente respeto por su padre, o la avergonzada pena por su madre, Adonis y Deimos habían sabido abrirse paso, siendo marcados, al igual que él; por dos dioses inestables que los habían mantenido a su cuidado, entregándoles las armas y fundamentos que habían considerado los mejores, aunque no los más adecuados.
Aquel tono, aquella mirada cautiva, solo servía para encajarle un puñal en el pecho, que le imposibilitaba hablar siquiera. Ya no era un niño pequeño al que pudiese abrirle los brazos para consolarle. Muy por el contrario, ambos eran hombres y habían visto demasiadas cosas, sin embargo y a pesar de la indiferente costumbre con la que miraba todo; el dolor hacía sus dos pequeños hermanos era algo que aún le podía y demasiado. Si lo pensaba desde el punto de vista de Ares, era un castigo, ciertamente; por una insubordinación, sin embargo, desde el punto de vista de su hermano; era suma crueldad y desde su punto de vista como deidad, le era ridículo siquiera sufriendo un castigo tan eterno que lentamente lo llevaba hasta su destrucción.
-Ares... -Lo odiaba por momentos, solo cuando no era capaz de distinguir el rencor de los asuntos personales y su familia. Como sea, suspiró, conciente de la maldición de Deimos, y encajando su uña sobre la muñeca contraria; desgarró la piel para dejar manar la sangre, acariciando con suavidad la cabeza de su hermano.- bebe, debes estar hambriento. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 5:42 pm | |
| Deimos gimió cuando olió y vio la sangre que manaba, notó un doloroso retorcijón en el estómago que acalambraba todo su cuerpo. Aquella deliciosa sangre que estaba vinculada a la suya propia, preciosa, poderosa y era de su propio hermano. Las pupilas se dilataron enormemente y comenzó a temblar sin poder controlarse, lo llamaba, llamaba a su apetito desmedido que exigía ser satisfecho, lo condenaba y al tiempo no podía reprimir las enorme ansías que se estaban apoderando de él a cada segundo que transcurría. Apretó los labios y luego los entreabrió, mostrando los colmillos, blancos, afilados como agujas.
Dio un paso y sus dedos rodearon la muñeca de su hermano, su respiración era acelerada, iba a beber de su propio hermano, su sangre se mezclaría con la de él..¿podía hacerlo? Alimentarse de aquel hombre, de aquel dios como si fuera una de sus víctimas. Pero percibía que estaba al borde justo de la locura, precisaba aquel elixir bendito para no perder por completo la razón aunque por ellos mismo se condenara o estuviera perdiendo todo su orgullo.
-Eros..-emitió un quejido ronco cuando inclinó la cabeza-por favor..- él nunca rogaba, quería que lo apartara mediante la fuerza si era necesario porque a él le estaba faltando la voluntad. Cerró los ojos y posó sus labios sobre la herida, comenzó a beber ansiosamente, sintiendo una oleada de placer que se extendía a todo su cuerpo. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 6:43 pm | |
| -No temas... no ocurrirá nada. La misma sangre de la que te alimentas corre por tus venas. Somos hermanos de sangre, de los mismos padres; por lo tanto, no pecas contra ningún dios, mucho menos contra la naturaleza, Deimos. -Le acarició suavemente la cabeza, en un gesto fraternal y cargado de cariño, posando sus ojos azules sobre los cabellos del dios menor, con aquella mirada impasible, pero cargada de ternura y cierta tristeza.
No podía perdonar a Ares que, por una acción finita, causara un daño infinito a su hijo, su proia sangre. Deimos era aún un dios, no era una bestia ni mucho menos un monstruo y no permitiría que fuese tratado como tal. Podía escuchar el sonido húmedo de su sangre en la chasqueante lengua de su hermano menor, bebiendo de él, nutriéndose; recuperando un poco de la sensatez y la cordura que le eran arrebatadas a cada minuto por aquella hambre atroz que le imposibilitaba la saciedad. Entonces llevó los dedos de su mano libre a la orilla de la capa y con ella abrazó a Deimos, protegiéndole aún así, de la noche; en la que otros seres, dioses, monstruos, ángeles, no importaba quién, pudiese verlos y considerar reprochable y deplorable tal acto.
Una cosa era el placer carnal, muy común y frecuente y quizás aplaudido en el Olimpo y otra muy diferente, el derramamiento de la misma sangre; puesto que uno ofrecía la unión familiar, acercándole por otros lazos que no fuesen simplemente fraternales y el otro, era la brecha que se habría en el nucleo de la familia de divinidades. Algo que Hades había creado con su rebelión. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 7:19 pm | |
| Deimos emitió un leve quejido, notando que aquella sangre era deliciosa, adictiva, tan poderosa que cada sorbo lo estaba haciendo temblar. Era un río de rubíes que caía en cascada dentro de su boca, salvándolo del hambre, de la locura que amenazaba con reducirlo a una bestia sin nombre, sin lenguaje y sedienta de sangre. Y aquella sangre se la estaba proporcionado su propio hermano, aquel que era su compañero de armas, aquel niño de rostro serio que lo miraba cuando cometía un error cuando se batían pero no se reía, su hermano que casi nunca lo había tocado porque Ares no permitía esas familiaridades pero que ahora lo abrazaba.
Siguió bebiendo hasta que sintió que entraba en una especie de sopor extraño, sentía una calma como no había sentido en demasiado tiempo. Lamió la herida, oculto de la vista de cualquiera que lo considerara un monstruo por hacer lo que estaba haciendo, bajo su rosada lengua, la herida se fue cerrando como si nunca hubiera existido, Deimos no lo evitó ni quiso, le besó la muñeca con los labios calientes y su piel con aquel ligero matiz que recordaba a la arena de una playa.
Apoyó el rostro contra el pecho de Eros, inspirando profundamente, sintiendo aun la sacudida de poder que lo envolvía, teniendo la esencia de su hermano dentro de él, corriendo por cada vena, cada minúsculo capilar-¿entonces no he pecado?-susurró-he bebido de ti… | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Dom Feb 21, 2010 7:57 pm | |
| -No lo ha sido... compartimos la misma sangre de nuestra madre al momento de nacer, los mismos genes, los mismos padres -Le observó conciliadoramente, acariciándole el cabello para confortarlo, sintiendo sus suaves labios sobre su piel, en aquel beso suave y quizás agradecido; podía sentir como la piel fría había cedido un poco a su calor, mostrándose con una tibieza conocida. - No existirá pecado alguno cuando tomes algo que te corresponde, que te han cedido, Deimos.
Lo mantuvo aferrado a su pecho, acariciándole la cabeza y el cuello con una mano, observando ausente hacía la nada; como si pensara la forma de aliviar el sufrimiento de su hermano, de sacarlo de su prisión, retirándole la condena que cruelmente le había impuesto Ares. Despues de unos instantes le liberó, tomándole por la barbilla para que le mirase.
-No eres culpable de lo que haces, por que para ti es una necesidad tomar la sangre y el temor, así como el alimento y la bebida, otros seres; por ello... aún cuando puedas sentirte culpable; lo necesitas y ello te exime de esa culpa que llegas a sentir.- Estaba serio, demasiado sereno y al mismo tiempo, se mantenía firme.-No dudes en recurrir a mí cuando necesites... no esperes a que el apetito te ciegue; jamás te negaré nada ni pondré mala cara, por que eres mi hermano... | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 9:29 am | |
| Aquellos orbes de tono rosado se posaron directamente sobre los de su hermano mayor, los dos tenían los ojos del tono del cielo, pero uno cuando estaba a punto de anochecer pero aún no era por completo de aquel tono índigo y el otro cuando estaba atardeciendo y el sol se estaba poniendo. Pero los cabellos de ambos eran muy similares, negros, resplandecientes de tono azulado y sedosos que enmarcaban unos rostros hermosos aunque más graves que el resto de los dioses.
Deimos entreabrió los labios levemente, Eros se estaba ofreciendo a alimentarlo, le daba su sangre cuando lo necesitara, era casi como si le estuviera ofreciendo su corazón, creando un tipo de lazo que hasta ahora les había sido imposible establecer. Recordó cuando eran niños, quizás hasta que Deimos cumplió los cinco años, había dormido juntos, el pequeño se aferraba a su hermano mayor, buscando de alguna forma ese calor maternal del cual había sido privador pero pronto Ares los separó, prohibiendo que volvieran a dormir juntos como si creyera que ese tipo de contacto lo pudiera hacer débiles y subordinados el uno del otro, lo que no podía prever es que su propias acciones harían que Deimos dependiera de su hermano.
-Vine por una súplica y me das tu sangre..no sé como podría pagarte esto, Eros-susurró, iba añadir unas palabras más pero se calló cuando escuchó como se abría una puerta del palacio, dejando escapar del interior las risas y la música. Una voz femenina luminosa y sensual se elevó en el aire.
-Eros, Eros-era Afrodita, había visto como su hijo, discretamente abandonaba la celebración.
Deimos frunció el ceño, no deseaba ver a su madre, sus manos tomaron las de Eros, tampoco quería que encontrara a su hermano mayor. Lo llevó hasta unos frondosos rosales que formaban una especie de hueco contra uno de los blancos muros de mármol, escondiéndose de la vista de la diosa.
Desde allí pudiera ver la figura de una hermosa mujer, casi demasiado bella para ser real y de figura curvilínea no parecía que hubiera dado a luz a varios vástagos.
Deimos tomó el rostro de su hermano, girándolo hacia él-acepto-susurró, frunció el ceño e hizo algo no solía hacer casi nunca, de hecho, podía contar las veces con los dedos de una mano; besó la mejilla de Eros. El miedo besando al representante del amor y al tiempo guerrero.
-Erosss-Afrodita de llevó las manos a las caderas-este hijo mío..-parecía que no disfrutaba de las diversiones del corte de Zeus. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 4:52 pm | |
| -Shh.... calla. No agradezcas nada, si lo poco que puedo hacer para ayudarte es esto. -Replicó, acariciándole la cabeza, a medida que los sedosos cabellos de Deimos resbalaban por sus dedos. Si tan solo conociese una forma de forzar a su padre a retirarle la maldición... encontraría la forma, puesto que aquella existencia era más un eterno penar que una lucha por sobrevivir día a día. Más cuando escuchó la voz de afrodita, su cuerpo se tensó y como un autoreflejo, envolvió más a su hermano menor entre los pliegues de la capa; manteniéndose serio y quizás irritado por aquella interrupción.
Afrodita era su madre, ciertamente; una mujer lasciva, hermosa y manipuladora que actualmente se encontraba ebria, quién solía disfrutar de los placeres carnales con Adonis, lo cual él no pudo perdonarle, algo así como un intercambio de faltas por las que ella tampoco le había perdonado el traicionar a Zeus y unirse a Ares bajo el dominio de Hades; pero en ese momento, tampoco deseaba pasar a ser un número a su lista de amantes, por ello se dejó llevar por Deimos a los rosales, con una sonrisa noastálgica y maliciosa de cuando eran niños; ocultándose de ella y de Ares, en diferentes sitios, alternándose y dejándoles pelear para entretenerse y que no lo molestaran.
Sonrió al escuchar que Deimos aceptaba, más aquel beso tan dulce le tomó por sorpresa, consiguiendo que se atragantara; pero el único cambio se realizo en sus ojos, ya que se había mantenido alerta e inmóvil a la persistente Diosa. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 5:16 pm | |
| Deimos separó el rostro, notando que se sentía extraño, no era común en él tener ese tipo de gestos cariñosos. De hecho, no se acercaba a ningún ser de la forma que estaba haciendo ahora con Eros, no confiaba en nadie, los veía a todos como potenciales presas y eso le impedía comportarse de forma normal cuando en realidad era un depredador. Pero Eros era el único que no lo temía, no huía y lo trataba con algo de amabilidad que ahora se percataba que necesitaba, era amabilidad pero no compasión, no lo trataba como una bestia perdida ni un cachorro.
-Ah..este Eros, siendo tan bello y me sale tan virginal-suspiró Afrodita y bebió de un trago la copa que llevaba entre sus dedos.
Deimos frunció el ceño y apretó los dientes, mirando a la mujer desde su escondite, no sentía afinidad alguna con ella, se había limitado a darle a luz pero nunca intentó encontrarlo o acercarse a él, era una desconocida por la cual no sentía aprecio y menos todavía amor alguno.
Sus dedos apretaron el antebrazo de Eros, haló un poco más de él hacia la sombra-no vayas..-y apretó los labios al escucharse a si mismo, dándole ordenes a su hermano, ladeó el rostro, tratando de ocultar su expresión de turbación. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 5:41 pm | |
| Se inclinó y tomando del suelo una roca, midió la distancia y con un sonido que cortó el viento, dicho objeto había golpeado un tronco en el polo opuesto del jardín, cayendo pesadamente sobre la parra de fresas; haciendo que sus hojas se moviesen y sus frutos fueran tirados cruelmente, arrancados prematuramente de su tallo, como ellos, de los brazos maternos. Inmediatamente cuando la mujer se volvió en aquella dirección, con voz dulce y amable pero cargada de licor, fue adentrándose entre la oscuridad llamando a su hijo mayor, por lo que Eros aprovecho para guiar a su hermano menor en otra dirección y salir de allí.
Había sentido la presión de aquellos dedos en su antebrazo, sin embargo, aunque se sintiese incómodo con Afrodita, él por su parte, estaa más bien irritado. Irritado de su inmadurez, de su incapacidad de imponerse, irresponsable y negligente; nunca podría perdonarle que los hubiesen separado, entregándoles a diferentes personas por no poder hacerse ella cargo.
Le indicó que se retirarán de allí, sin ir por delante ni detrás de Deimos, simplemente a su lado; como dios que era y como su hermano, su igual. De allí le guió hacía los aposentos que le habían designado, exageradamente retirados del resto de las deidades, como un castigo de su madre quién, pasada la embriaguez, le recriminaría el haber sido rechazada como mujer y como madre, cuando él eligió ir con Ares a pelear; lo que a él le venía muy bien, puesto que el escandaloso ambiente del Olimpo mermaba en mucho su concentración. Una vez allí, estiró la mano como invitándole a entrar. -Eres dueño de hacer y deshacer a tu antojo, si es mi casa; será también la tuya. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 6:02 pm | |
| Deimos se detuvo en el umbral, notando que aquellos aposentos no se parecían en nada a su tenebroso templo plagado de enredaderas negras y calaveras de sus propios sacerdotes en el suelo. Él dormía en el altar, seguro que nadie estaba tan loco como para penetrar en aquel lugar y creer que podía salir con vida. Se enroscaba sobre la piedra y se quedaba quieto, cubierto solo por su larga cabellera y su capa, por lo menos no pasaba frío porque dentro de aquel lugar nunca cambiaba la temperatura, ése era su único consuelo pero tampoco tenía donde ir, un lugar donde pudiera sentirse a gusto.
Avanzó unos pasos y se detuvo en mitad del recinto, sus ropas oscuras destacaban enormemente, ahora se veía que estaban llenas de polvo y de hojitas, la capa estaba muy gastada por el uso continuo, Deimos a pesar de beber y consumir humanos se negaba tomar sus ropas, era extraño, ya les había robado la vida cuando se alimentó de ellos, robarles la ropa sería privarles de toda su dignidad.
Se movió con la cautela de una animal salvaje y escuchó el sonido del agua-¿tienes baño?-sin percatarse de ello comenzó a deshacerse la cola, soltando la larga cabellera negra, ondulada. Se movió y luego se paralizó, qué extraño era todo aquello, permitirse comportarse como si fuera de verdad algo más que el miedo encarnado, quizás era solo con su hermano mayor porque a Orfeo solo había deseado chuparle la sangre hasta dejarlo seco. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 6:19 pm | |
| -Dispones del recinto a tu antojo -Replicó, posando sus ojos en la cortina de sedas y velos al final de aquel aposento, que daba paso a un baño tallado en mármol, con figuras meramente florales, habiendo hecho retirar los regordetes ángeles o las lascivas musas; de donde así como había una fuente con aguas frías para los días de verano, estaba aquella que tenía sus aguas cálidas y perfumadas para los días invernales. Sin embargo, y a pesar de las ricas vestiduras, los tazones de fruta y jarras de oro que contenían miel y vino, el recinto se sentía apenas caldeado por los fuegos que iluminaban, más allí regía un aire anónimo y distante. Eros casi nunca estaba en el aposento, no permitía la entrada a este a ningún ángel ni deidad más que Zeus; quién jamás había ido a visitarlo, y eso, por consideración a su casa.
Sin embargo, se podía apreciar algunas estanterías con armas, escudos, y muchos pergaminos que hablaban de estrategias y combates, la rica literatura de las leyendas y quizás algunos misterios en el mundo de los humanos que se atribuían a otros seres que no eran dioses. Lo que quizás era de extrañarse, era la ausencia de jarrones, retratos, imágenes esculpidas en alabastro y estatuas de mármol; puesto que a su morador le irritaba la manera de los dioses por vanagloriarse, observándose siempre en todos lados no conformes con su posición. Dejó sobre la innecesariamente enorme cama, de velos entre los pilares de madera y como techo; una túnica de buen género, en color negro con bordados de oro, las alpargatas griegas y por adorno, una pechera del fino metal y capa del mismo color de las vestimentas que serviría de armadura, cubriendo su corazón y parte de su cuello; que eran los puntos más vulnerables por donde emergía la sangre con más rápidez. -Tómate tu tiempo... -Observó sentándose en uno de los tantos mullidos divanes donde solía sentarse a leer o a dormitar cuando necesitaba reposo pero no quería dormir. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 6:56 pm | |
| Deimos asintió con la cabeza, sus ojos de aquel tono dulce, hermoso, que incongruentemente había heredado el dios del miedo, repasaron con avidez los pergaminos, estaba seguro que conociendo a su hermano aquello no era poesía precisamente. Un soldado, un estratega siempre debía estar actualizado aunque gran parte de las estrategias eran concebidos por un enorme conocimiento del enemigo, el terrenos y las armas, también era preciso un talento que guiara la mano del dirigente de las tropas y sabía que Eros lo tenía. Siendo ambos hijos del dios de la guerra, por sus venas corría ese instinto que decía cuando asestar el golpe, cuando esperar, cuando retirarse.
Repasó el recinto aunque era cómodo y tenía lujos de los cuales no disfrutaba desde hacía mucho tiempo. Comenzó a ir hacia el rumor del agua, sus dedos se movieron sobre sus ropas, dejó caer la capa, parecía como hipnotizado, luego se despojó de la espada que depositó sobre una mesa, allí no precisaba estar en guardia ni tenerla cerca, luego se fue quitando las túnicas que estaban en torno a su cuerpo mientras contemplaba el estanque redondo, profundo, del cual manaban volutas de vapor. Su anatomía era esbelta pero marcada, cada uno de los músculos se marcaba perfectamente, su piel de un tono arena, había recuperado su lustre gracias a la sangre de Eros que era poderosa y revivía toda su anatomía haciéndola palpitar.
Suspiro levemente mientras entraba en el agua, luego se sumergió y permaneció un minuto entero bajo ella, soltando leves burbujas, sus largos cabellos flotaron hacia la superficie creando un mancha oscura en la superficie. Se comenzó a frotar los largos miembros y emitió un sonido extraño; era una suave risa. Se sobresaltó al escucharse a si mismo, cogió agua entre sus manos, la miró buscando su reflejo, se pregunta cuánto lo habría cambiado siglos se beber sangre y comportarse en ocasiones como un animal.
Emergió de la bañera y rodeó sus caderas con un lienzo, los cabellos se pegaron a su espalda, salió del baño y mientras se secaba el pecho, sonrió, mostrando sus afilados colmillos-mira..-buscó a su hermano y le indicó una cicatriz de pectoral izquierdo, cerca del corazón-me lo hiciste cuando entrenábamos con armas de Hefestos, nuestro padre quería ver si éramos capaces de empuñar espadas de verdad. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 7:52 pm | |
| Lo miró, analizando su cuerpo con interés. Tenía la piel suave y tersa, como si no sufriera los estragos del tiempo, se veía humectada y ahora limpia; por lo tanto, Deimos aún no se convertía en esa bestia que Ares quería destinar a ser.
-Tan obsesionado por las armas y las artes de combate que no supo que hacer cuando nos astillamos con una espada de madera que nos obsequió Zeus.- Lo miró con una sonrisa socarrona y a mitad de labio, aproximándose a él, rozando la cicatriz con las yemas de sus dedos, hasta que una voz femenina cortó ese ambiente a la distancia. Apretó con fuerza la mandíbula, hasta que le crijieron los dientes y sus puños se cerraron con furia, mientras murmuraba una disculpa y salía a interponerle la entrada a la sensual diosa, que ingresaba en los aposentos con la túnica rosada y transparente, que se dejaba ver después de que su túnica blanca fuese olvidada en los pasillos de las habitaciones de su hijo.
-Eros... otra vez aquí escondido? Seguro estás como tu padre con tus cosas de guerra... ¡Juguemos a las escondidas juntos! -Saludó ella con voz afectada por el alcohol, balanceándose y apresurándose a abrazar y besar a su hijo en el cuello, ante la sorpresa de este de mirarla desnuda. -Madre estás desnuda...! -Murmuró incómodo y avergonzado del espectáculo que habría de ofrecerle a Deimos si la veía en ese estado.- Es tarde... ve a dormir. -¿Por que me rechazas? ¡Eres como tu padre! -Gritó ella abofetetándolo por el límite de su paciencia de verse rechazada noche tras noche, pero entonces escuchó un sonido proveniente del interior y muerta de celos y rabia, comenzó a creer lo que no era.- ¡¿Es que hay alguien más contigo?! ¡¿Quién es?! ¡¿Como puedes hacerme esto?!
Solo le quedó mirar hacía atrás, rogando por que su hermano no escuchara aquel embarazoso espectáculo. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Lun Feb 22, 2010 8:31 pm | |
| Desgraciadamente, Deimos poseía una sentidos muy agudos, no le costó nada seguir la conversación desde el interior de la habitación, notando como la furia se iba abriendo paso en su interior, una rabia que surgía desde el fondo de su ser, cuando escuchó el sonido inconfundible de un bofetón fue cuando los colmillos asomaron plenamente. No se equivocaba, Eros era incapaz de golpear a Afrodita, lo sabía, su hermano era demasiado noble para esa acción a pesar de aquella depravada mujer estaba haciendo todo lo posible para llevarlo al lecho. Aquello no era un madre, no era nada, solo una hembra estúpida y arrogante que acababa de golpear al hombre que le había dado su sangre, que lo había tocado y tratado como un igual, que le abría la puerta de su habitación para que se instalara.
Los dedos de Deimos se clavaron en una columna y hundieron el mármol como si fuera papel bajo su presión, su poder comenzaba a manifestarse, ése que reservaba celosamente porque era un desgaste de energía vital para él. El crujido de la piedra aplastada fue muy audible.
-¡¿Quién está ahí?!-Afrodita estaba locas de celo, ¿ere posible que Eros hubiera aceptado compañía femenina y rechazado la suya? ¿una ninfa? Peor ¿y si era un hombre? Ella no podía ser rechazada por nadie-¡Fuera de mi camino!-empuja a un lado a su hijo.
Con un remolino de sedas rosas que rodean el cuerpo desnudo, perfume y dorados cabellos. La mujer se plantó en medio del dormitorio que estaba en sombra, escasamente iluminado-¡Sal!
Y antes que Afrodita pudiera reaccionar unos ojos rosados se materializaron a su lado y una mano rodeó su cuello-¡Maldita zorra degenerada!-Deimos la alzó del suelo con facilidad y la estrelló contra una pared con brutalidad, comenzó a apretar su presa y Afrodita puso los ojos en blanco, un reguero de orina bajó por sus blancos muslos cuando una oleada de miedo la golpeó y la envolvió por completo. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Mar Feb 23, 2010 10:57 pm | |
| -Deimos...! -Reaccionó en aquel momento, cuando escuchó el gemido ahogado de Afrodita y el golpe seco contra la pared, por elo, avanzó con impaciencia y rápidez, estando detrás de su hermano para detenerlo. Con suavidad tomó su mano, sin ejercer presión pero con la suficiente firmeza para detenerlo, mirándolo a los ojos, negando lentamente indicándole que era suficiente.- Si Zeus no percibe su energía vendrá a por nosotros.
Se anotaba en ese nos, puesto que no dejaría a Deimos, sin embargo; al mismo tiempo debía contener aquel arranque de ira, puesto que lo último que quería era que él y su hermano se viesen involucrados en un homicidio y se les diera caza antes de que pudiera persuadir a Ares de que retirase la maldición del menor. Afortunadamente había caído una estatua cercana a donde la deidad, y esta aún llevaba la copa en la mano, por lo que lentamente fue retirándole la mano a su hermano, dejando que los dedos marcados fuesen borrados con la capacidad regenerativa de Afrodita y en su desmayo, la encontrasen. Entonces él diría que nuevamente se había quedado inconciente por el alcohol, donde las pesadillas habían hecho mella de ella; esperando que olvidase la cara de su hijo por el terror, y como estaban tan acostumbrados a sus escenas, todos le darían crédito. Entonces Eros diría que él se encontraba ausente cuando eso había ocurrido.
-Salgamos de aquí, vístete.- Indicó con amabilidad y sin áspereza en su voz, señalándole las vestiduras sobre la cama. Llamarían menos la atención si iban ricamente ataviados que a los vestidos que antes llevaba el dios del miedo. Afrodita los había provocado, y comprendía la reacción de Deimos; solo que él no tenía el valor de rebelarse violentamente contra una mujer. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Miér Feb 24, 2010 8:09 am | |
| Deimos no se movió en los primeros segundos, sus ojos rosados estaban puestos en la mujer que estaba desvanecida en el suelo, se percataba que no le profesaban ningún otro sentimiento que no fuera odio o repulsión, ni piedad, ni lástima y mucho menos amor. No tenía nada que darle a ella, no la reconocía como madre, le hubiera dado lo mismo cometer matricidio, mancharse las manos con su sangre pero si beberla porque lo asqueaba.
Estaba jadeando, sus colmillos asomaba sobre sus labios entreabiertos, sus dedos se abrían y cerraba, inspiraba profundamente tratando de retomar el control. Siempre ocurría lo mismo, parecía que era capaz de dominarse pero cuando menos lo pensaba, se convertía en dios violento, era por esa misma causa por la cual Ares lo había maldecido y ahora casi había asesinado a la mujer que lo había traído a aquel mundo. ¿Qué sería lo próximo que hiciera? Se apartó de su hermano, avergonzado por su comportamiento delante de él, que viera como se descontrolaba como una bestia, Eros parecía inmutable no dejaba de asombrarlo, por eso era un buen guerrero, no se dejaba cegar por sus emociones. Deimos todavía no había aprendido del todo esa lección.
Fue hasta la cama y se despojó del lienzo, comenzó a vestirse con rapidez con aquellas ropas cuya hechura era de más calidad que las suyas, se las colocó sintiéndose extraño. Eros había elegido bien, lo realzaban, su figura se veía más seductora pero masculina y lo envolvían elegantemente. Se recogió los cabellos aún húmedos en una coleta baja y fue hasta la mesa de mármol para tomar a Tormentosa.
Se volteó y fue hasta donde estaba su hermano, sin mirar la figura desvanecida de Afrodita-¿Cuántas?-murmuró y alzó una mano para rozarle la mejilla con los suaves dedos. Los separó y suspiró, frunciendo el ceño, si volvía a pensar en ellos más furioso se ponía.
Salieron de la habitación en silencio, dos figuras altas y parecidas, recorrieron los pasillos y giraron una esquina para ir a toparse con un grupo de ninfa ebrias.
-¡EROS!-gritaron alborotadas mientras los rodeaban.
Deimos casi se colocó detrás de su hermano, notando que no podía verlas como mujeres, las veía como presas jóvenes y desprotegidas. Trató de calmarse, el contacto con el otro género para él había sido nulo por no decir que poco sabía de los ambientes que no fueran estrictamente militares.
-¿Quién es tu amigo?-las ninfas extendieron los dedos hacia Deimos que gruñó levemente-es muy guapo-no reconocía al dios del miedo. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Miér Feb 24, 2010 11:48 am | |
| Negó ante su hermano, no era necesario ofuscarle más; incluso él lo estaba, pero no podía permitirse un dejo de descontrol o ambos serían apresados, por ello simplemente hizo ademán de continuar, sobándole la cabeza como cuando era un niño pequeño y Ares se excedía en sus entrenamientos; era la única forma no cursi de decirle que siempre estaba de su lado, si las cosas estaban bien hechas o no. Caminó tranquilamente, analizando las perspectivas de qué podía decir o hacer en caso de verse descubiertos prematuramente antes de que a su madre, por lo mismo, maldijo para sí cuando se encontraron con las ninfas.
Extendió el brazo sin darse cuenta, como una especie de escudo, dándoles a entender con su lenguaje corporal que si bien podía ser uno de sus invitados especiales -estrategias militares nuevamente, ya que no se le conocían amoríos ni romances de ningún tipo- podía tratarse de una persona muy cercana, ya que nuevamente, con aquella apariencia tan mejorada, no reconocían al dios del miedo. -Mi madre anda buscándoles por los rosales, posteriormente, llevénla a su habitación; anda demasiado bebida para controlar sus impulsos y temo que se accidente.- Ordenó con voz firme, tocando delicadamente la mano de aquella mujer que había tratato de acariciar a Deimos, de modo que aquella petición la detuvo al instante.- Confío en vosotras. Y dicho esto, hizo una inclinación y empujo a Deimos por el hombro, caminando a su lado; sin que ninguna de ellas rechistara siquiera, y es que tenía tal encanto con las damas que simplemente si se veían halagadas, harían lo que se les pedía, de forma cortés y firme. -Es todo un caballero... no cabe duda que es un desperidicio de dios.- Rezongó una muy bajo, aún cuando su voz fue audible. -Sí... pero al menos es parejo, ni mujeres ni hombres.- Las tres soltaron la risotada mientras se alejaban llamando a voces a la diosa del amor.
Eros miró a otra dirección visiblemente contrariado. ¿Es que nadie podía dejar de meterse en su vida personal? Gruñó y continuaron andando. -De momento será mejor que nos retiremos unas horas a fin de que la encuentren y pase el alboroto, posteriormente si tú tienes... dificultades... -No le había pasado desapercibido aquel suspiro con apetito hacía las ninfas ni su reacción de apartarse. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Miér Feb 24, 2010 3:44 pm | |
| Deimos notaba que la ansiedad era mayor, escuchar a aquellas débiles criaturas, atreviéndose a decir eso de su propio hermano. ¿Qué sabrían ellas? Eros era libre de hacer y deshacer de su vida personal, con quién fuera al lecho o quien tuviera el privilegio de contar con su amistad eran cuestiones que sólo atañían a su hermano mayor a nadie más. Aquel ya era el segundo encuentro, parecía que el palacio de Zeus estaba lleno de todo tipo de deidades y criaturas bendecidas o favorecidas por éstos. Por suerte, había pasado demasiados siglos desde que nadie vio a Deimos que tampoco era precisamente una deidad social.
Sus dedos rodearon el pomo de la espada y ladeó el rostro-Eros, solo te voy a causar problemas, es mejor que me vaya-aseguró. Quería matar a aquellas estúpidas ninfas-tienen celos porque no pueden tenerte-eso era más que evidente, aquellas mujeres se morían por los huesos de Eros de la misma forma que su propia madre.
Hasta ellos llegaron un coro de voces alegres que estaban cantando, Deimos miró en torno suyo, si había un dios entre ellos con el cual hubiera tratado en el pasado sería reconocido de inmediato. | |
| | | Eros Dios menor
Mensajes : 33 Fecha de inscripción : 16/01/2010 Edad : 37 Localización : Monte Olimpo
| Tema: Re: Sangrienta petición Miér Feb 24, 2010 5:36 pm | |
| Pasó de largo de aquel grupo. No es que fuese antisocial, quizás podría decirse que era tan reservqado que a veces se pasaba de serio e intimidaba. Las mujeres le veían como un reto peligroso, algunos hombres, como demasiado seco, si se trataba de mantener al margen de todo; después de todo, no estaba precisamente peleando del lado de Zeus y una muestra de confianza hacía sus otros hijos sería tomado completamente como traición. Él dejaba claro que su honor lo forzaba a estar con quién dirigía su ejército y ese era Ares; por lo que si este decidía que quería servir a Zeus, permanecería en el Olimpo, de lo contrario, bajaría hasta el inframundo con Hades y atacaría incluso a aquellos que habían compartido con él la mesa.
-No digas tonterías, ellas siempre han causado problemas, esté conmigo alguien o no.- replicó en un suspiro cansado. No quería que Deimos se fuese pero a fin de cuentas, tampoco podía obligarlo, por ello simplemente trató de distraerlo de la situación saliendo de los muros de aquel inmenso palacio hacía el bosque. Necesitaba encontrar un sitio donde calmar a Deimos en lo que las ninfas encontraban a su madre inconciente. Avanzaron en la oscuridad, perdiéndose pronto por las ropas que llevaban, cuales les disfrazaron favorecedoramente entre la maleza. Por unos minutos el silencio fue entendido y muy profundo, hasta que un sonido seco y áspero, quizás como un gruñido o un rasgón de tela, provino de el lago Olimpo; ocasionando que el dios menor girase su vista en aquella dirección. | |
| | | Deimos Nuevo >D
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 19/02/2010
| Tema: Re: Sangrienta petición Miér Mar 03, 2010 8:04 pm | |
| Deimos husmeó el aire y pudo captar un aroma totalmente desconocido, combinaba en realidad varios tipos de olores pero se mezclaba de tal forma que era imposible concretarlos pero era una pestilencia, parecía como si le hubieran prendido fuego a una leprosería con azufre. Frunció el ceño, torciendo el gesto, asqueado, incluso él que había captado todo tipo de aromas , sintió como el estómago se le contraía de asco, se contraía de una forma que lo paralizaba.
Sus ojos rosados ardieron levemente, su mano fue hasta el pomo de tormentosa y miró a su hermano, sin esperar orden o sugerencia alguna comenzó a bajar los blancos escalones de dos en dos, éstos discurrían entre la maleza, algunos resbalaban, el mármol estaba cubierto de hojas y de frutos secos.
A medida que se aproximaba iba notando como una neblina oscura envolvía toda la zona, la luz de la luna era más tenue, parecía que los rayos ya no atravesaban aquella nube oscura y los sonidos eran más agudos, susurrantes. Deimos maldijo a Ares, ahora solo era la sombra de un dios, casi sin poder real más que insuflar miedo pero incapaz de extraerlo del aire para convertirlo en energía. | |
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| Tema: Re: Sangrienta petición | |
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| | | | Sangrienta petición | |
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