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 Aguas estrelladas

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Belenos
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Aguas estrelladas 100-2

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MensajeTema: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMar Ene 26, 2010 7:40 am

El monte Olimpo era algo más de lo los mortales advertían a simple vista, en realidad estaba erigido en dos dimensiones y era físico en ambas. Para los humanos no era más que un monte de gran altura, cerca de unos dos mil kilómetros de altitud, rico en vegetación pero una vez de adentraba en él era cuando la magia que lo rodeaba se hacia patente. El bosque que estaba en su falda era muy frondoso, en él no solo crecían especies propias de Grecia sino también algunas que no estaban en ningún lugar de la tierra, flores exóticas, hierbas venenosas que convertidas en pócimas podía producir la locura o inducir un sueño eterno. El bosque era profundo y abarcaba una gran extensión, lo suficientemente grande como para que las criaturas que lo habitaban no entraran en disputa, ya que en el caso de los centauros, éstos eran territoriales, pero solo quedaba Belenos así que él, por pura comodidad y orgullo había reclamado el bosque entero para si.

El lago cristalino estaba por encima del bosque, en una meseta, rodeado de altas hierbas y árboles frutales. Se decía que sus aguas fueron las lágrimas que vertió el Universo cuando sus primeros hijos, los titanes, se sublevaron contra ella y se convirtieron en seres monstruosos, abandonándola y renegando de ella; y una madre siempre llora a sus hijos. Las aguas eran un espejo perfecto del cielo, que reflejaba su estado de ánimo pero era de noche, cuando ningún mortal se atrevía a ir, cuando ofrecía su espectáculo más increíble y magnífico. La superficie reflejaba todo el cielo nocturno, cuando se entraba en el agua, daba la impresión de estar sumergiéndose en la misma noche, bañando tu cuerpo con la misma esencia de las estrellas.

Belenos jadeó cuando vio el lago, se había dejado ayudar por Adonis aunque cuando lo rodeó con sus brazos sus primer gesto fue resoplar con intranquilidad y sorpresa porque se atreviera a ponerle las manos encima, detuvo el impulso de empujarlo con un gruñido. Pero el joven había demostrado valor en combate y solo por eso, consentía que se aproximara de esa forma aunque estaba seguro de que si no hubiera estado herido se hubiera alejado de él. Quirón, su hermano, siempre intentó inculcarle más templanza en el trato con otro seres que no fueran centauros, argumentando que éstos eran frágiles y poseían sentimientos que podían ser heridos; Belenos no entendió nada de aquel discurso, quizás lo único que comprendió es que no podía ir por ahí dando coces y partiendo brazos cuando se enojaba.

Sonrió cuando vio la orilla y aunque estaba agotado, el ver las aguas, lo lleno de una súbita energía, sonrió y sus colmillos se mostraron abiertamente-¡Agua!-lo decía como si fuera el descubrimiento del siglo, comenzó a trotar, arrastrando a Adonis con él por la fragante hierba que era un mullido colchón verde-¡Agua!, ¡Agua!-la cola de Belenos se alzó como la de un semental árabe, una especie de estardante. Dio un salto y se tiró de lleno, llevando a Adonis con él.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMar Ene 26, 2010 12:25 pm

No tardó en divisar esa clara y perfecta masa de agua ubicada en un claro en medio de la frondosa naturaleza que crecía viva y verde alrededor del espejo de agua donde brillaban perfectas las estrellas del firmamento, como si aquel fuera una continuación del mismo cielo pero en la tierra. Adonis no acostumbraba a ir allí, no porque aquel sitio no le gustara, sino porque por lo general había allí otros Dioses y no le apetecía la idea de bañarse con compañía. Sus costumbres eran bastante distintas al resto de los Dioses que solían ser en extremo liberales y poco pudorosos, esto tendía a incomodarlo pues a él no le agradaba mostrar su cuerpo a desconocidos. No tenía en mente entrar en el agua, no lo necesitaba pues la única consecuencia del encuentro con aquel ser malvado era la herida en su brazo, que bien sanaría sin necesidad de aquella agua curativa. Pero esta vez no tuvo mucho poder de dedición al respecto, pues se vio prácticamente arrastrado hasta el agua cristalina donde el centauro se metió de un salto limpio zambulléndose en el agua llevándolo con él al no reaccionar a tiempo para soltarlo.

Su actitud le pareció un poco chistosa, pero se guardó su sonrisa y simplemente lo soltó y tomó distancia, viéndolo chapotear en el lago. Aquel líquido poderoso lavaba su cuerpo quitándole aquella sangre sucia y venenosa, regresándole el brillo natural de su pelaje y color rojizo. Por su parte el Dios se sentó en una de las orillas, sobre el pasto, con la túnica blanca completamente empapada y los cabellos húmedos, no hacía ni un poco de frío esa noche, pero la ropa mojada pesaba el doble y se volvía incómoda a la hora de moverse. Pero por nada del mundo se la quitaría, esa idea lo hacia sentirse demasiado expuesto. Tomó un poco de agua poniendo sus manos ahuecadas y se lavo el rosota llevándose el cabello hacia atrás pues las gotitas que caían de el le molestaban. El paraje, afortunadamente, estaba casi desierto exceptuando por algunos pájaros curiosos que ante el escándalo que había montado el centauro habían ido a ver.

Se remangó un poco la tela mojada hasta las rodillas y metió los pies dentro del agua fresca, observando como pequeños pececitos se acercaban a él y nadaban entre sus piernas rozándolo apenas provocándole algunas cosquillas. Ese sitio era realmente bello, era una pena que siempre estuviera tan concurrido, pero ahora lo tenía casi para él. Regresó la vista al otro quien seguía dentro del agua ya completamente empapado con esta. -¿Te sientes mejor? –no quería sonar demasiado entrometido, así que no hizo más comentario que aquel, pero le preocupaba un poco su estado.
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Belenos
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMar Ene 26, 2010 4:59 pm

Belenos, expresaba su entusiasmo ruidosamente, sin tapujos ni inhibiciones, no solía subir al lago porque en muchas ocasiones los ángeles de Zeus estaban rondando el lugar como si fueran cortesanas en celo, haciéndose los sorprendidos si eran asaltado por algún dios con demasiados bríos y como Zeus, medio en broma, medio en serio, le prohibió matarlos pues Belenos se había limitado a esquivarlo o despreciarlos cuando se topaba con ellos. Él prefería los manantiales del bosque, donde cantaba a voz en grito y reía con alegría cuando se colocaba bajo las cascadas.

Pero esa noche, extrañamente, no había nadie para molestar, se inclinó y cogió un puñado de arena blanca del fondo, se frotó la piel del pecho y brazos, el lomo y las poderosas ancas, rapó con fuerza la herida hasta hacerla sangrar de nuevo pero sabiendo que las aguas del lago la limpiarían en profundidad. Se volvió a sumergir y asomó al cabo del minuto, sacudiendo su espléndida cabellera que era como una llamarada en la noche.

Se comportaba como un potro desbocado, sacudiéndose, bebiendo agua, buceando y riendo levemente, enseñando sus colmillos. Solo cuando Adonis se dirigió a él fue cuando viró el rostro, parpadeó y se comenzó a aproximar, su cola flotaba en la superficie y algunos de los peces que estaban jugando con los pies de Adonis, lo abandonaron para examinar los cascos dorados del centauro que bajo el agua emitían destellos.

-Mucho mejor..-se frotó el pecho, donde destacaban los rosados pezones en los marcados pectorales, y luego miró en torno suyo, arrugando levemente el entrecejo, le hubiera gustado tener un cepillo a mano pero aquel baño no había estado en su agenda de la noche; cazar, sí, matar sí, darse un baño con un extraño, no.

Fue saliendo del agua, chorreando, se sacudió, lanzando chispas en todas direcciones-Deberías aprender a usar un arma-fue hasta Adonis y sus patas se doblaron, para que su cara quedara a la altura del inmortal-un arco-dijo con tono orgulloso-para poder atacar..-sonrió, sus orbes rojos relucieron y los posó en las manos de Adonis, los estrechó-pero esos dedos..-el cogió la mano y comenzó a examinarla, no tenía durezas y era muy suave entre sus dedos encallecidos-te hará falta-profetizó y lo soltó.

No era el primer rastro que encontraba, había más criaturas de aquella y se preguntaba que ocurriría si llegaban a devorar a un dios. ¿Se convertirían en un Titán?
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMar Ene 26, 2010 5:29 pm

El centauro estaba dando un pequeño espectáculo, y Adonis era el único que estaba presente para verlo. Se lo veía realmente disfrutar de aquel baño, y parecía incluso un potrillo inocente divirtiéndose con lo que la naturaleza le brindaba. Por unos momentos dejó de verlo como un ser feroz que instantes antes le había dado miedo, parecía encontrarse en su materia, mucho más feliz y relajado que antes después de cumplir su trabajo, lavando su cuerpo, purificando sus heridas, quitándose el hedor a sangre podrida de ese ser abominable. Sonrió apenas sin darse cuenta de su propio gesto mientras lo veía, pues aquel cambio en su actitud aunque lo había sorprendido le agradaba, notaba que será muy serio cuando se trataba de su trabajo, pero que también sabía disfrutar de lo que la vida le otorgaba.

Lo vio acercarse y acomodarse a su lado, al parecer tendría que esperar que su ropa simplemente se secara con la continua y fresca brisa, lo mismo que el pelaje del otro que estaba aún empapado luego del chapuzón. Su melena rojiza que le caía húmeda por los hombros le llamaba la tención, su color era impresiónate y llamativo, y a pesar de estar desordenado se veía asombrosamente bello y masculino. Cuando él se sacudió algunos gotas de agua fueron a parar a su rostro, por lo que pasó el dorso de una de sus manos por su cara para apartarse los restos de agua sonriendo algo divertido, era como estar con un cachorro, pero como aquel Dios adoraba a los animales se sentía más que a gusto en compañía del centauro. Sus prejuicios sobre esos seres se diluían con el correr de la noche, los rumores no debían ser del todo ciertos, y si bien eran feroces y valientes, no eran malvados, al menos Belenos no lo había sido hasta el momento.

-¿Un arma? –cuestionó acomodándose un mechón de rubio cabello tras la oreja mientras lo veía, se encogió ligeramente de hombros- No es mala idea pero…no creo ser muy bueno para las armas –admitió humildemente, pues nunca le habían instruido en el arte de la guerra, tal vez era una de las carencias que ocasionaba la ausencia de una figura paterna y dos madres sobreprotectoras. La idea no le disgustaba, pero no se sentía capaz. Sintió sus manos tomar las suyas para examinarlas, eran muy diferentes, mucho mas grandes, macizas y fuertes, las de él en comparación eran pequeñas y sus dedos largos sólo servían para tocar el instrumento que amaba: el arpa. -¿Crees que podría aprender? –había un toque de esperanza en su voz, aunque no deseaba hacerse vanas ilusiones. Se notaba que él era muy hábil con el arco, y su opinión era más que válida.

Regresó la vista al cielo estrellado y oscuro entrando los pies en la arena del fondo manteniéndose sentado en el borde del lago, le gustaba aquella serenidad, la brisa traía los olores de las flores que crecían en las orillas, y el viento le susurraba cosas al oído a las que no podía dejar de prestar atención. De repente algo se le vino a la cabeza y volvió la vista al centauro. –Tu vives aquí, ¿no? En este bosque – tal vez se equivocaba, pero estaba seguro que él no podía vivir en el monte olimpo, y ese sitio parecía ser perfecto. Lo envidiaba en parte, a pesar de que sentía a ese bosque como su hogar no podía vivir allí.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMar Ene 26, 2010 6:02 pm

Belenos también alzó el rostro para mirar las estrellas, viendo como parpadeaban emitiendo aquella luz blanca, perfecta y a pesar de que el espectáculo era siempre el mismo todas las noches, todas las noches le parecía diferente. Era algo simplemente maravilloso, se pasaba muchas horas mirando el cielo nocturno a solar, cerca de su cueva que daba a un pequeño desfiladero, oculta por grande enredaderas de flores naranjas.

Se sentía relajado con la compañía de Adonis, no soltaba tonterías ni decía locuras, sus palabras eran las justas para señalar algo, para hacer una pregunta o un comentario. No soltaba una cháchara incesante y no tartamudeaba, su voz era un equilibrio armonioso de notas y se expresaba con claridad meridiana, sin doblez.

- Sí..-el tono de Belenos fue algo extraño-soy el único que está aquí ahora, quedamos muy pocos. Mi hermano me crío cuando era un potrillo pero después de la batalla de los Dioses-la que mantuvo Zeus con Hades-se marchó y yo me quedé aquí, en el bosque-cerró los ojos unos instantes, recordando el fragor de la lucha, el olor de la sangre, el dolor de las heridas y los rayos rojos y azules cruzando el cielo negro-solo conozco esto-inclinó la cabeza-pero el mundo es mucho más grande.

Ladeó el rostro y miró a Adonis, frunció el ceño-¿Quién dice que no puedes aprender a usar un arco?-se dio con un puño en el pecho-no eres un ángel, eso quiere decir que no era un torpe integral ni tampoco un cobarde, lo has demostrado-lo observó, hermoso (para tener forma humana), quizás demasiado y de ojos esplendorosos-vale, no tienes el aspecto de Hércules pero puedo enseñarte-gruñó con orgullo y luego meditó lo que acababa de decir-¿O tienes miedo de mi?-acercó la cara para poder ver con claridad su expresión-¿me tienes miedo?..mm..mmm..mm-le dio un pequeño topetazo con la frente en uno de los hombros y luego le haló de los cabellos con los labios.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMar Ene 26, 2010 6:31 pm

Había escuchado ya sobre esa historia, aquella antigua pelea entre Hades Y Zeus, en que el último salio victorioso aunque perdió a gran parte de sus ángeles e incluso algunos Dioses traicionaron su confianza. El no tenía recuerdos de aquel enfrentamiento, apenas era un crío y en esa época Afrodita lo mantuvo refugiado en Atenas lejos de los conflictos que según ella no les competían. Conoció el olimpo cuando fue mayor, y allí no quedaban ya rastros de la sangrienta batalla ocurrida años antes, nada parecía jamás haber perturbado el perfecto equilibrio de las nubes, todo era fiesta y jolgorio. Desconocía que los centauros también estuvieran involucrados, aunque sonaba lógico, después e todo toda criatura desearía proteger el sitio que consideraba su hogar, y aquel bello bosque estaba en peligro cuando hades y sus Titanes intentaron destruir el reinado del padre de los Dioses.

Imagino que una batalla cruenta como aquella debió cobrarse la vida de muchos, y la expresión de Belenos confirmaba su hipótesis, se había quedado sólo en ese sitio pues sus compañeros, los sobrevivientes, se habían ido de allí, pensó que debía ser doloroso era el último de una raza tan noble. -¿Y nunca has sentido curiosidad por conocer otros sitios? –Preguntó volviendo sus ojos celeste a los de él, con evidente curiosidad, él de ser posible se iría lejos, muy lejos para conocer otras tierras, otros bosques, selvas, otras especies y vegetación… era algo que añoraba- ¿Por qué no te fuiste con tu hermano…? –agregó luego, tal vez estaba preguntando demasiado, y al otro le molestaba que se entrometiera en sus asuntos, pero sentía curiosidad por su elección de estar en soledad. Pensó que en eso se parecían un poco. – Mm…lo siento, creo que estoy preguntando demasiado, no tienes que contestarme si no quieres –acotó luego de pensarlo un instante, ya que no deseaba hacerlo enfadar y que aquel agradable momentos e disolviera tan pronto como había comenzado.

Sus ojos se abrieron un poco sorprendido por su siguiente comentario, y brillaron ligeramente demostrando la felicidad que sentía ante sus palabras, ante la ilusión de que le enseñara el arte de la batalla. Siempre lo habían considerado como alguien débil, y aunque tenía fortaleza mental, sabía que su fuerza no era su mayor virtud. -¿De verdad podrías enseñarme?-aquello sonaba realmente fantástico, y le hizo mucha ilusión, aunque cuando el otro le pregunto si le temía sonrió de lado y ladeó el rostro ligeramente, volviendo su expresión divertida. – No te tengo miedo, ni a ti ni a nada, no soy un cobarde –no lo dijo enojado, más bien con gran seriedad y firmeza, para que o quedara lugar a dudas. Le sostuvo la mirada cuando se le acercó un poco, y se vio reflejado en los ojos oscuros del centauro. Rió apenas al sentir su topetazo y lo apartó más jugando que otra cosa cuando tomó entre sus labios un mechón de cabello- Ya ya, te dije que no te tengo miedo, quiero aprender a usar el arco.

Él mismo se sorprendió de sentirse tan cómodo y a gusto en su compañía, riendo o bromeando con él, se desconocía, pues a pesar de apenas saber algunas cosas sobre Belenos sentía que podía confiar en él, la idea de que le enseñara a defenderse le cautivaba.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMar Ene 26, 2010 7:03 pm

Belenos no iba a responder a las preguntas sobre su hermano porque cuando lo había mencionado sintió un molesto pinchazo a la altura del corazón, era dolor, lo sabía, lo echaba mucho de menos y aunque no quería admitirlo, sentía soledad. Sí, estaba en aquel bosque lleno de seres vivos, divinos, maravillosos y terribles, y más arriba los dioses pero no había nadie de su especie. A la edad que se estaba acercando, debería haber comenzado a cortejar a las salvajes hembras de su especie, pero no quedaba ni una y él no sabía que hacer con aquel impulso, quería correr, mostrarse, danzaba bajo la luna y perseguir o ser perseguido. “Quirón, maldito, no me dijiste nada sobre esto”, era casi como un tirón de su instinto, luchar con otros machos por una hembra.

-Perfecto
-Belenos sonrió, separando el rostro, dejando que las suaves manos lo hicieran hacia atrás aunque le causaba gracia su escasa fuerza comparada con la suya pero no se lo mencionó, ya suficiente tenía Adonis con ser tan bello y de manos tan delicadas-Odio a los cobardes..-le aseguró, él era capaz de admirar incluso a un demonio si este la plantaba cara a su propia muerte.

-Yo te enseñaré, ya verás. Cazaremos a esos repulsivos-le sonrió, mostrando sus colmillos ampliamente. Jamás le había enseñado nada a nadie, bueno sí, le había enseñado a otros seres a tenerle miedo-haré de ti un centauro..-frunció el ceño-bueno un hombre..mm..ambos.

Cogió su cabellera, alargó la mano y se arrancó varias hebras de color fuego, de tono encendido, vibrante. Las trenzó y luego le rodeó la muñeca derecha a Adonis con ella, creando una pulsera-ahora eres mi potrillo, estás a mi cargo-ni se le pasaba por la cabeza que Adonis era un dios y puede que no aceptara ser el “potrillo” de nadie, incluso que la pareciera una humillación o una locura propia de centauros.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMar Ene 26, 2010 9:07 pm

Sonrió más que complacido al escuchar que le enseñaría, pero su expresión se tornó un tanto graciosa al escuchar su siguiente comentario, aquello realmente había tomado un giro inesperado, no esperaba tener a un centauro como maestro… ¿pero de quién podía aprender mejor a defenderse? Lo había visto destruir a esa criatura, y su admirable puntería con el arco, sin duda era muy fuerte y hábil, podría enseñarle muchas cosas si él poseía la habilidad suficiente para aprenderlas, y si Belenos creía que así era se esforzaría al máximo por no defraudarlo. Aquello se había convertido en su pequeño desafío personal, y adoraba los desafíos, se convertiría en alguien más fuerte de lo que era, y ya no dependería de nadie a la hora de defender su vida. Su sueño hecho realidad.

-Será todo un honor –agregó haciendo una leve inclinación con su cabeza, a modo de saludo y respeto, pues se lo debía como su nuevo educador. No sabía que clase de cosas podía enseñarle ese ser maravilloso, pero tenía muchísima curiosidad y deseos de aprenderlas todas. Aceptó que le colocara aquella pulsera hecha con sus cabellos, y la examinó una vez el otro soltó su brazo, pensando que se sentía realmente sedosa al tacto con su piel. Definitivamente era un gran hombre, sin duda, y tal vez su parte animal era lo que le daba más confianza, siempre se había llevado de maravilla con todas las criaturas que habitaban ese bosque.

Le sonrió abiertamente y pasó sus dedos por la fina pulsera que ahora decoraba su muñeca derecha, pensó que seguramente otros Dioses le preguntarían por tan peculiar accesorio, pero ya había decidido que no daría explicaciones, no porque quisiera mantener aquello en secreto, pero no le agradaba la idea de andar contándolo a todo el mundo. Lo consideraba algo privado. Volvió sus ojos claros al otro y los entrecerró ligeramente, con una pregunta rondando en su cabeza. -¿Y cuales son mis derechos y obligaciones como tu potrillo? Lo siento, no se mucho sobre estas cosas-se excusó luego, pues de seguro para el otro aquella era una pregunta demasiado obvia, pero desconocía las costumbres de los centauros, y no estaba del todo seguro del significado de ser su “potrillo”. Asumió que se refería a algo así como su discípulo, que le transmitiría parte de sus bastos conocimientos, y le enseñaría a utilizar un arco apropiadamente, ¿pero debía él ofrecer algo a cambio? Se sentiría en deuda si recibía sin dar nada, y aquello no le gustaba tanto.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMiér Ene 27, 2010 7:27 am

Belenos sacudió su melena de nuevo, se preguntaba por qué estaba haciendo toda aquello, quizás fuera por puro aburrimiento, necesitaba estar con otro ser que no fuera una ninfa que se pasara media hora hablando de flores o con un unicornio que la mayoría de las veces solían salir corriendo con solo escuchar el “bueno días” de rigor. Dentro de su ser se estaba creando una acuciante necesidad por explorar más allá de los confines del bosque, por ejemplo ir a Atenas por al menos un día.


Alzó los brazos y se estiró, suspirando con fuerza para luego responder a la pregunta de Adonis-significa que si me enfado contigo no puedo matarte-su tono era completamente natural, los potrillos eran siempre respetados por los centauros adultos, si había una pelea sería los más seguro entre dos machos de edades similares y constituciones parecidas para que fuera al menos un combate interesante-que si alguien te amenaza..-se inclinó hacia él, levemente-yo te protegeré..-luego sonrió con ferocidad-pero si cometes demasiados errores, te castigaré-con eso esperaba pincharlo para que no se durmiera durante sus lecciones.

-Potrillo significa que no eres un centauro macho adulto como yo-se jactó y luego frunció el ceño, estaba mintiendo y a él no le agradaba mentir-Bueno, estoy a poco de ser adulto-por primera vez evitó sus ojos azules porque percibía que ellos había mucha más edad que en los suyos, en realidad no habría nadie de su raza para asistir a su ritual de madurez, tampoco nadie a quien cortejar.

En realidad se seguía sintiendo como un niño a pesar de haber matado a aquel ser y de ser capaz de combatir casi a cualquier criatura.

Se fue poniendo en pie y se sacudió, azotó la cola-¿te llevo hasta algún sitio?-alargó la mano hacia Adonis, puede que la primera vez que cabalgó con él todo fuera demasiado confuso y violento-es que eres lento-sonrió sin maldad, para él iba tan despacio como un caracol.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMiér Ene 27, 2010 11:25 am

Eso ya es bastante bueno fue lo que pensó ante su primera afirmación, aunque nunca pensó que fuera a matarlo, sabía que tenía la fuerza para hacerlo o al menos para herirlo gravemente pues a pesar de que él no era muy fuerte, matar a un Dios no era tarea sencilla. Todo lo demás le sonó sencillamente fascinante, quería aprender todo lo que pudiera del centauro, hacerse más fuerte, adquirir nuevas habilidades, no depende de que nadie lo protegiera. Se pasó la mano por los cabellos aún húmedos y lo miró con cierta diversión.

–Suenas más como una madre que como un maestro-bromeó, esperando que Belenos tuviera buen sentido del humor y no se tomara a mal su comentario. Es que le causaba algo de gracia, pues se lo tomaba muy enserio, esperaba no desilusionarlo demasiado, tal vez el centauro tenía la necesidad de tener un pupilo, pero… aunque la idea lo maravillaba no creía ser el más correcto para ese rol. Pero ya se había comprometido, y daría todo de sí en aquel entrenamiento, por más duro que este fuera.

-¿Entonces aún no eres un macho adulto? –aquello le sorprendió un poco, pues pensaba que sería mayor que él, aunque nunca se podía estar seguro. Adonis a pesar de ser un Dios y tener muchos años (tantos que había perdido ya la cuenta y había dejado hace tiempo de celebrar sus cumpleaños) era uno de los Dioses más jóvenes del Olimpo, y pensaba que los centauros existían desde el inicio de la vida… aunque tal vez Belenos no era tan viejo. -¿Y en que consiste el ritual? ¿Qué tienes que hacer? –esperaba no ofenderlo con tantas preguntas pero le daba demasiada curiosidad. Quería saber más sobre sus costumbres, sobre su modote vida.

Cuando le ofreció su mano la tomó y se incorporó sin esfuerzo, se miró a si mismo, la túnica ya estaba casi seca pero iba a tener que lavarla pues estaba sucia con tierra y sangre de la ninfa y propia. Miró nuevamente al centauro y le contestó tras pensar un segundo. – La verdad es que tengo un poco de hambre… Tal vez debería regresar al olimpo, mañana tengo que salir tempraneo a Atenas, tengo un encargo allí-suspiró con cierta pesadez pues no le hacía ninguna gracia bajar a la tierra de los mortales, ese sitio nunca le había gustado mucho, demasiado bullicioso. Notó que aún sostenía su mano y la soltó metiéndola en el bolsillo de su túnica sólo por hacer algo con ella. –Pensé que a los centauros no les gustaban que los montaran.- estaba hablando mucho más de lo que lo hacía normalmente, y eso era muy extraño en él, se sentía cómodo y desinhibido, podía decir lo que quisiera y no se preocupaba por ello.


Última edición por Adonis el Miér Ene 27, 2010 4:45 pm, editado 1 vez
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMiér Ene 27, 2010 4:33 pm

Belenos dio dos pasos hacia un lado, se puso justo en frente de Adonis y lo miró desde arriba, arqueando las cejas- No nos gusta que nos monte “cualquiera”-recalcó, él jamás dejaría que un extraño que pasara cerca de él se atreviera a subirse sobre su lomo como hizo una ninfa que terminó con una pierna mal porque el centauro no supo calcular su fuerza y un humano que intentó echarle una soga al cuello como si él fuera un vulgar caballo de tiro. Lo escrutó y luego sonrió- y tú eres tan ligero que ni siquiera siento tu peso excepto cuando apretaste los muslos para no caerte-su lomo le había enviado cada una de las sensaciones, sintió temor, sorpresa y excitación provenientes de Adonis.

-Así que Olimpo, eres un dios-no lo impresionó demasiado, sobre todo porque ya había tratado con varios de ellos aunque pocos le había caído bien. Se le quedó mirando y luego sonrió-no te había visto antes, ¿el viejo Zeus te tenía escondido?-suspiró, comenzaba a tener sueño, llevaría a Adonis casi a la entrada del Olimpo y luego regresaría a su propia cueva.

-Sube, no tengo toda la noche-lo volvió a coger de la cintura con facilidad, siendo más delicado que la primera vez, elevándolo de suelo y lo situó sobre su lomo-Ahora rodea mi cintura y aprieta los muslos para estar bien sujeto, ponte recto pero no seas rígido, tu cuerpo debe ir al ritmo de mi paso, fluyendo-miró sobre su hombro, para verificar su postura-sube un poco más los pies-Belenos era de gran alzada puesto que ni siquiera con las piernas relajadas los dedos rozaban la hierba. Belenos le cogió un pie y se detuvo-¡qué raros son!-pasó un índice la planta y lo soltó, sorprendido cuando Adonis lo movió.

Permitió que las suaves manos se afianzaran sobre su musculoso torso y luego comenzó a trotar, su cuerpo se movía con gracilidad, casi flotando sobre las hierbas-para ser una centauro adulto hay que pasar un rito de sangre y luego cortejar a..una hembra..-comenzó a bordear el lago-yo pasé la prueba..fue muy dolorosa pero ahora..cuando ya estoy en edad de tener pareja, de querer cortejar, no hay centauras-se encogió de hombros, tratando de restarle importancia-supongo que cortejaré a algún arbusto-eso o podía amenazar a Zeus para que hiciera alguna hembra para él.

Comenzó a ascender, las flores del camino tocaban sus patas y sus dorados cascos-¿Atenas? ¿vas a ir?-de repente dio un saltito de excitación.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMiér Ene 27, 2010 5:00 pm

Su comentario lo hizo sentirse un poco especial, después de todo se conocían hacía tan sólo un par de ahora y al menos ya no era “cualquiera”, claro, se había convertido en “su potrillo”, su aprendiz, eso cambiaba las cosas. La verdad es que la primera vez que se había subido a su lomo había sentido un poco de temor a caerse, no sabía muy bien como acomodarse, y a decir verdad se sentía un poco extraño, pero tenía ganas de intentarlo de nuevo. Además sin duda llegaría mucho más rápido al olimpo si era él quien lo llevaba, y no quedaban demasiadas horas hasta el amanecer. No le dio tiempo de responder a ninguno de sus comentarios y ya estaba de nuevo sobre su lomo, su primera reacción fue agarrarse fuerte como la primera vez, pero después escuchando atentamente sus indicaciones siguiéndolas al pie de la letra, para sentirse más cómodo y relajado, y si era posible disfrutar del viaje,

Paso sus brazos alrededor de su cintura para sostenerse mejor y sus piernas se sostuvieron firmes a los lados de su cuerpo. Procuró tomar la postura que le indicó y cuando estuvo listo y pensó que comenzaría a andar se sorprendió cuando tomó uno de sus pies descalzos y le tocó la planta, su tacto le hizo cosquillas por lo que lo apartó como reflejo. –Hey, eso hace cosquillas…-se quejó un poco aunque su voz estaba teñida por el atisbo de la risa que había contenido cuando toco aquella zona tan sensible.

Se sentía mucho más seguro que la primera vez, y además cuando el centauro empezó a andar notó la diferencia de su paso más tranquilo en relación a la vez anterior. Su andar era grácil y suave, apenas sentía los movimientos de sus patas o de su cuerpo mientras andaban por el bosque. –No me tiene escondido… y vengo seguido al bosque, al menos cuando tengo tiempo de hacerlo, cuando no hago encargos…-bostezó soltando una mano para cubrirse la boca, tenía ya bastante sueño y cansancio, al sentirse relajado por el movimiento suave de Belenos le daban aún más deseos de dormir.

-¿No hay? –cuestionó escéptico cuando escucho lo de las centauras, ¿Qué futuro tenía aquella raza entonces? ¿Cómo iban a reproducirse? Tal vez habían muerto, o se habían exiliado a tierras muy lejanas… sintió algo de tristeza por el centauro, su vida sonaba a veces muy solitaria. – Oh bueno… ya aparecerá alguna seguramente –lo dijo en parte porque lo creía cierto y en parte para animarlo, una existencia en soledad era muy triste. Sin darse cuenta apoyó la mejilla contra su espalda, lo estaba venciendo el sueño, y se sentía cómodo y tibio. Cerró los ojos un momento volviendo a abrirlos cuando menciono lo de Atenas.

-Voy allí cuando tengo algún encargo, mañana debo ir al pantano… No es algo que me guste mucho en realidad, pero forma parte de mi trabajo…-le llegaba el olor suave de las flores, ya estaban cerca del olimpo, podía percibir como cambiaba el paisaje agreste por uno más cuidado, los jardines que rodeaban el castillo siempre estaban en perfecto estado. Volvió a bostezar y mantuvo la cabeza contra su espalda observando el paisaje que conocía perfectamente, aunque a esa hora, aún oscuro porque el sol no amenazaba todavía con asomar, se veía ligeramente diferente.
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Belenos
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMiér Ene 27, 2010 5:19 pm

El centauro se sintió extraño cuando aquella cabeza hermosa de cabellos reluciente buscó un apoyo en su ancha y fuerte espalda, su piel pudo percibir con claridad como las doradas hebras se agitaban por el efecto de brisa y de su trote, como cosquilleaba sobre su epidermis y trazaban una extraños caminos invisibles sobre ésta, le dio la impresión que quemaban como si estuvieran provistas de algún tipo de fuego secreto que él no conocía, del que nunca había escuchado hablar a otros centauros.

Cruzó una especie de puente de piedra y un riachuelo, en esta ocasión no salto para no incomodar a su jinete, percibía que se estaba adormilando sobre él y de repente sentía la necesidad de ser más suave, más delicado. Frunció el ceño, no entendía de donde provenía esas emociones, quizás era por el aspecto de Adonis o como se dirigía a él, su naturalidad, sus palabras, sus silencios que decían muchas cosas que se reflejaban en los cristalinos ojos.

-¿Podría ir contigo?-el pantano no era un lugar agradable, estaba habitado por todo tipo de criatura traicioneras, peligrosas y si su sospecha era acertada, el ser que había combatido aquella noche no era el único, habían más. Se preguntaba si debía informa a Zeus o simplemente ocuparse el del asunto, lo último que deseaba es que le asignara algún ángel, prefería cortarse antes la cabellera o dejar que un humano lo domesticara.

Llegó hasta un arco de mármol que se mezclaba con una exuberante flora, no eran cualquier flor la que creía allí, eran rosas salvajes, negras, blancas y rojas y más allá un monte, en realidad una sucesión de colinas entre las cuales se adivinaban templos blancos, los hogares de cada uno de los dioses.

-¿Adonis?-susurró. ¿Estaría dormido? Alzó una de sus manos y le rozó un pie con suavidad.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMiér Ene 27, 2010 5:44 pm

Aquel paseo no tenía nada que ver con la primera experiencia de andar sobre su lomo, esta vez su andar era plácido y los movimientos suaves de su cuerpo lograban que su sueño fuera algo casi imposible de vencer. Sumado al aroma suave de las flores de los amplios jardines que rodeaban el olimpo y la calidez de la piel del centauro la cual le llegaba tanto por sus manos como por su mejilla que rozaba la piel de su espalda. Se sentía demasiado bien, cómodo y seguro, podía haber dormido allí el resto de la noche, pero se forzó a si mismo a mantenerse despierto y disfrutar del paseo. -¿Venir..? –dudó un instante antes de responder, tal vez porque su mente estaba lentificada por el adormecimiento al que se sentía sometido, proceso sus palabras antes de volver a mover los labios- No creo que haya problema… puedes venir si quieres.

De todos modos se trataba de un trabajo más que sencillo, debía recoger algo de agua de aquel manantial, no sabía para que la utilizaba Zeus, pero era importante. El guardián no lo molestaría, pues ya lo conocía y sabía que servía al padre de los Dioses y estaba bajo sus órdenes, así que sólo era un viaje de rutina, pero si Belenos quería acompañarlo…la idea no era en realidad una desagradable. Volvió a cerrar sus parpados y todo se volvió negro. No supo en que momento exactamente perdió la conciencia, sumiéndose al mundo de los sueños y fantasías, como por arte de Morfeo.

Se sentía en extremo cómodo y de no ser porque el tacto del centauro en su pie lo hizo estremecerse ligeramente de seguro hubiera dormido allí el resto de la noche. Se incorporó irguiéndose de nuevo sobre su lomo, y se tallo un ojos en un esfuerzo por despertarse del todo. –Ah…lo siento, me quede dormido –se sentía algo apenado por eso parecía como si fuera un niño pequeño que no podía quedarse despierto hasta la madrugada, pero no era eso. Había sido una noche agitada. Notó que el centauro se había detenido, y que estaban ya a pocos metros de las amplias entradas del castillo. Supo entonces que era momento de bajarse, y de un salto regresó al suelo aún ligeramente adormilado pero ya mas conciente.

Regresó la vista al otro y le dedicó una pequeña pero amable sonrisa, recordó entonces su comentario previo y agregó algo más antes de la despedida. –Entonces nos veremos mañana, ¿te parece bien si nos encontramos aquí mismo a las 10? -sus ojos estaban fijos en los del otro, esperando que no se hubiera arrepentido de aquella idea de acompañarlo al pantano, de seguro haría su trabajo un poco mas emocionante.
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MensajeTema: Re: Aguas estrelladas   Aguas estrelladas Icon_minitimeMiér Ene 27, 2010 6:03 pm

Belenos sonrió y estrechó los ojos almendrados, rojos, brillantes incluso en la noche. Los posó en los templos, nunca había estado en el Olimpo, allí solo tenían entrada los ángeles y los dioses con total tranquilidad porque los demás debían de ser expresamente invitados por una divinidad y los mortales se convertirían en cenizas con tan solo intentar forzar el portal.

Le pareció ver alguna figura envuelta en brillantes túnicas que los miraba desde la lejanía, no pudo distinguir de que se dios se trataba pero el que ahora había sido adoptado por un centauro estaba erguido frente a él. Incluso con la túnica mojada y sucia era hermoso, quizás las ropas estropeadas no hacía mas que realzar aquella belleza que no era mortal, que estaba lejos de lo que un simple humano pudiera captar en una pintura o en una escultura., incluso él que no era nada inclinado a las comparaciones poéticas lo veía como una estrella que estaba posado entre la hierba, observándolo.

Los centauros no eran criaturas frágiles, ni débiles pero incluso dentro de su salvaje naturaleza había una ternura, una suavidad, un punto sensible que podía ser descubierto si se tenía la suficiente paciencia y creía que Adonis era capaz de hollar el alma salvaje de una criatura como él, después de todo era mitad animal.

-Mañana a las diez
-se le quedó mirando unos segundos más y luego se giró. Comenzó a cabalgar de vuelta a su cueva, también necesitaba dormir para recuperar fuerzas.

Lejos de allí, en la fuente de las ninfas algo comenzaba a devorar el cadáver del monstruo abatido por Belenos porque los seres como aquellos se comían a sus muertos. Pero un dios..un dios sabría infinitamente mejor.
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