Perdido

Pasaba por poco del medio día, hacia calor en toda la ciudad y no estaba para nada cómodo con ello, uno de los lugares más frescos de la zona sin lugar a dudas era ese, aunque sabia andar de buena manera dentro de los pantanos y toparse en una zona agradable a la vista y buena para el descanso no ese de mucho parecer a su persona estar en ese lugar; después de todo, toparse con cada cosa es demasiado normal, y ese tipo de situaciones no entran en su definición personal de normalidad.

Estaba colocado sobre una de las ramas de los arboles que estaban en ese lugar, sobre el poco espacio de claro que había. Estaba tan tranquilo y silencioso que cualquier bicho que se pasara aunque fuese lejos de el, sería oido con notoriedad, y así fue... el lejano sonido que atraveso sus oidos no fue un bicho sino una persona denotando su molestía, una sonrisa burlona se dibujo internamente en su persona, vaya sujeto.

- se llama pantano - encaró, sin mostrarse ante el extraño y sin siquiera verle - este lugar en donde estas - agregó, indiferente.

No estaba del todo interesado en aquel otro ser, simplemente había decidido hablar porque sí, ningun motivo detrás de ello. Realmente no esperaba que la otra persona, que ahora sabia era un joven de oscuros cabellos y blanquecina piel, le encontrará de manera tan pronta, después de todo; las hojas de ese árbol según él, le cubrian bien.

Sonrió, con deje de burla. ¿Respondería al azabache? - si, lo se - habló tranquilamente hacia el otro, aun mostrando esa "divertida" faceta. Responderle de tal manera; no haría creer al otro que lo 'ayudaría' a salir de allí ó ¿si?, ante sus pensamientos soltó un quedo bufido, sería entretenido que el otro pidiera ayuda; estaría dispuesto a brindarla... por un modico pago - sino, no estaría tan campante aquí, no lo crees - añadió con sátira.

Permaneció tendido sobre esa rama del árbol por un corto tiempo más, escuchando las asombradas exclamasiones que hizo el joven que le miraba desde unos cuantos metros abajo, sonrió con malicia ante la sutil y corta oración que había propisiado este hacia su persona, mejor dicho su distintivo desaliente a las personas.

Ante la ultima cuestion encarada por el azabache, bajo del árbol, con un quedo y poco notorio desplante de agilidad, quedando ahora visible para él la figura contraria en su totalidad y de igual forma el otro ahora le podía contemplar abiertamente - hmp - dió unos cuantos pasos, quedando a una escasa distancia del otro - ¿qué ganaré yo? - musitó, denotandose cierta malicia en su tono de voz, y ciertamente en la manera en que ahora miraba al otro, fijo, penetrante - ¿qué me darás que valga la pena para sacarte de aquí? - corrigió, cruzandose de brazos, mirando aun de manera inquisitiva al chico.

Cambió la posición de sus brazos pasandoles detrás de su espalda aun mirando de manera fija al muchacho frente a su persona; notando todos y cada uno de los desplantes 'emocionales' que le eran presentados por el otro, sonrió ampliamente, denotandose cierta malicia en aquella mueca suya, ante los pasos que había retrocedido el azabache, el se acercó dos más, minimizando a cada paso la distancia de lejanía que el joven intentaba crear.

- ... - el brillo de su mirada denotó, diversión, aquellas palabras, aquella contestación que había recibido, era la esperada... una mala elección de palabras para formularle una pregunta al rubio
- ¿querer?, ¿de ti? - pronunció, ahora rodeando con sus pasos al otro, analisandole de manera inquisitiva y profunda, detuvo sus pasos justo detrás de la espalda del muchacho, mostrando su blanca dentadura en una bella y sinica sonrisa.

- tu cuerpo... valdría - finalizó, dejando salir unas quedas risillas denotando lo divertido que se encontraba ante el chico, que tuvo la mala suerte de que Eric fuese el único allí.

Posó ahora sus manos, dentro de los bolsillos de su pantalón estaba deleitandose ante cada movimiento que el otro hacia, tanto que varias risillas burlonas salían por entre sus labios, eso era mejor que perder el tiempo tendido en la rama de un árbol sin hacer nada provechoso. Cuando el otro se volvió a verle y ante la fas que le presentaba, sin duda y probablemente sin ser posible sonrió a sobre manera, la visible molestia y nerviosismo del azabache, le insitaban a seguir molestandole.

- así que, buscas a alguien dentro de este lugar - rodo su mirada por el sitio - seguro lo encuentras - añadió sarcástico, haciendose el desentendido, bien si le había tomado ligeramente desprevenido el que el muchacho dijese que andaba buscando a "Eric" no es que pensará que fuese él ó no, pero como sea, si es que se trataba de algo referente a Eric Kourtz, alias él mismo, no lo dejaría tan facil por el otro.

- fijate que existen muchos con el nombre de Eric por aquí - siguió hablando - pero... que yo sepa ninguno de ellos andaría por aquí, a menos que fuese un sujeto descomunalmente fuera de lo ordinario - sonrió con ironía.

Quedó en silencio pero aun tenía esa extraña expresión plasmada en su rostro. Es que... ese chico ¿pedía a gritos que el se aprovechará de la situación?. Permaneció inerte ante todo lo que iba diciendo el azabache, incluso al decirle que le estaba buscando, no hubo una sola mueca en su rostro.

- vaya, vaya - murmuró para si mismo, en lo que aquella ave hacia su aparición, si podía hacer eso ¿porqué no lo hizo en un principio?, si que era torpe, rió para sus adentros. Siguió al cuervo con la mirada en lo que este desapareció entre la espesura de los árboles pantanosos, y ante el llamado del otro, volvió su vista al chico. ¿conocerlo?, ¡¡vaya que si lo conoce!!, es sumamente admirador y amante de Eric Kourtz, sonrió.

- si lo conozco - pronunció, pasando a cruzar sus brazos de nueva cuenta, avanzando unos cuantos pasos apartandose del otro, recargandose sobre el tronco de un árbol - pero que le conozca, no quiere decir que te llevaré a donde él esta - anunció, ocultando sus olivaceas orbes tras sus parpados, dejando en su semblante un rostro apacible y sereno a comparación de hacia unos intantes.

Había algo que ciertamente le inquietaba - ¿para que le buscas? - cuestinó, volviendo a mostrar sus orbes, mirando de manera penetrante al joven, no le conocía, jamás en su vida le había visto, y no parecía ser un recomendado... para que demonios le estaba buscando alguien como ese chico, a menos que quisiera tener una buena aventura, y buen placer, esa era la razón, pero ni siquiera el azabache portaba esa pinta.

Estaba inerte, esperando ante una respuesta por parte del otro. Su mirada penetrante ante todo momento no se apartaba de aquel singular joven que hacia rato había notado, estaba nervioso en su presencia; era normal, después de todo, estaba portandose naturalmente con el chico, sin importarle si quiera mantener las apariencias en un primer encuentro. Escucho la cuestión que formulo el azabache, enarcó una ceja, ¿a qué venía eso?.

Se separo por escasos centímetros del tronco del árbol, quedando sosteniendose en pie por si mismo, atentó. Cuando el joven termino de hablar... ¿había escuchado bien?, varias sarcasticas carcajadas salieron escandalosamente de su persona. Realmente no daba por hecho la existencia ó no de cualquier "vida" supernatural, pero, las risas no podían parar - ¡¡fabuloso!! - encaró, deteniendo de golpe sus risotadas, después de todo más fingidas no podían haber sido.

Sonrió, o eso parecia la mueca en su rostro - así que un ángel de la guarda - aclaró más para si mismo, encaminandose de nueva cuenta hacia el de oscura cabellera: volviendo a azecharle, como un cazador a su presa - no niego ni afirmo nada - siguió hablando sin esperar a que el muchacho contestará o reaccionara ante su avanze - pero... yendo por allí diciendo eso a cualquiera, ¿no crees es muy estupido? - formulo, deteniendo sus pasos justo delante del joven. Mirandole.

Se había detenido delante del otro, volvió a cruzar sus brazos, y le miro descaradamente desafiante. ¿Es que no se había dado cuenta?, miró al ave llegar más no dijo nada... formulaba una buena respuesta para el joven ante lo que había cuestionado. Una mueca a modo de sonrisa se abarquillo en su rostro - verdad, mentira, a caso importa - murmuró, llevando su vista al cielo y volviendola hacia el joven de oscura cabellera.

- Te dices ángel de la guarda de Eric Kourtz - siguió hablando después de un escaso tiempo de haber quedado en silencio - y ni siquiera sabes como es - bajo su posición para quedar su rostro justo frente al de aquel muchacho.
- Estupido ángel - encaró siendo ironico, sonriendo con malicia - has tenido frente a ti todo el tiempo a... - hizó una breve pausa, volviendose a su posición normal - Eric Kourtz - finalizó.