Juguete.

Demonio Mensajes : 32 Fecha de inscripción : 15/01/2010

Una marca larga de color rojo yacía por casi todo el pasillo de aquella zona como una línea interminable. El aroma era típico, mas quizá la situación no. Pocos lograban llevar carne con restos de vida al Inframundo, así como acababa de hacer el mismo niño hacia tan sólo unos pocos minutos atrás. El rastro del sufrimiento se perdía por los oscuros rincones de aquel inmenso castillo, pero era fácil volver a encontrarle en la habitación del más jóven. Sitio donde el rastro de aquel color carmesí terminaba. Sitio donde pequeños quejidos se dejaban oir tras su puerta.

- Hmm... hm... mhm... hm... - Sus labios no se movían, sólo una especie de sonido quería salir de ellos haciendo una melodia extraña, algo macabra a decir verdad; Pero sería macabro para quien tuviera los ojos para ver aquello que realizaba. Sus manitos marcadas y manchadas en sangre, jugaban cual si estuviera dibujando sobre un lienzo que próximamente pintaría. Sin embargo, aquello que yacia bajo su cuerpo no era precisamente un lienzo, ni mucho menos lo que había en sus manos... no, no eran pinceles. El sonido de la carne abriéndose era sublime, pero a Samael le agradaba más los quejidos de aquel amordazado ser.

Un lindo juego, entretenido, más el menor aun experimentaba torpemente pues no era bueno del todo con lo que hacía. Dejaba mucha evidencia por el camino, sangre, cosas rotas. Descuidado totalmente. En parte por su ceguera, pero más que nada por su ansiedad por jugar con esta criatura. Esperara que durara un poco más que aquellas que trajo una que otra vez, pero siempre morían antes de tiempo. El inframundo no era para ellos ... - ¿Ah? - Y parecía que para este tampoco lo sería. Fue pronta su decadencia, ya casi no se quejaba y él no sabía muy bien qué hacer. Su rostro inexpresivo trataba de enseñar algo así como disconformidad, pero no siempre lograba expresar sus emociones. - Grita... - Pidió en voz bajita, picándole el costado de las costillas con una navaja. Al parecer no gritaría más. ¿Tan malo era? Sí, era realmente malo para mantener sus juguetes con un poco más de vida.

Se colocó de pie y le 'contempló', la luz de su esencia se apagaba con lentitud, aquello era mala señal. - Eres malo - Le murmuró pese a que no recibiría respuesta alguna.

Tema: Re: Juguete. Mar Ene 19, 2010 7:42 pm

Había concluido con sus labores generales; y ciertamente lo único que deseaba para si en esos momentos era ir a esa habitación destinada a su persona y recostarse sobre su cama y perderse del mundo por un rato; sus pasos era lo único que resonaba por los desolados pasillos que llevaban hasta las habitaciones del área principal.

En su espalda como siempre iba su fiel guadaña, con su gabardina oscura que alcanzaba a cubrir perfectamente todo su ser hasta los tobillos y, las manos dentro de sus bolsillos a un paso tranquilo pero denotandose su presencia en el lugar, no se encamino durante mucho tiempo hasta que el conocido olor a sangre y muerte atravesará sus sentidos; después de todo pese a estar en el inframundo no era que esos lugares tuvieran ese peculiar olor todo el tiempo, una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro después de doblar en una esquina... las marcas de sangre en las paredes guiaban el rumbo que había tomado aquel ó aquellos seres que habían logrado lo que pocos habian intentado.

- vaya - murmuró por lo bajo, siguiendo sereno las marcas dejadas por ese parcular color carmesí, que se detuvieron en la entrada de una habitación, clavo su mirada fijamente sobre la puerta, saco las manos de sus bolsillos y simplemente se cruzo de brazos; sabía perfectamente que fuese quien fuese el que estuviera del otro lado, sentiría la presencia que emitia su aura demoniaca.

No es que la situación o lo ocurrido le interesara ó fuese de importancia para él, pero... era algo que como fiel servidor devia revisar; después de todo, la seguridad a las cercanias de los aposentos de su señor, era suma prioridad ante sus ojos.

Demonio Mensajes : 32 Fecha de inscripción : 15/01/2010

Una mueca infantil adornó su rostro cuando la luz finalmente se apagó. ¿Ahora qué haría con él? Se llevó la navaja a los labios para sostelerna con esta mientras que tomaba al cadáver con sus delicadas manos. La fuerza no era su mayor virtud, le costaba mover semejantes cosas por todo el Averno, en especial si duraban tan poco.
Jaló entonces, forzando sus delgados brazos a llevar otra vez aquel cuerpo hacia el exterior. Tirarlo por la ventana no era buena idea, pues se delataría. Momento... ¿No acababa de delatarse con el camino de sangre? Al no ver no lo sabía, tonto en verdad, o mejor dicho ciego, más allá de no ver se dejaba cegar por el aroma a sangre olvidando por completo aquella enseñanza de su 'padre' de mantenerse prolijo con sus cosas.

Siguió arrastrándole hacia la puerta. mas una 'repentina' luz yacía del lado contrario a esta. ¿Quién...? Se relamió los labios ensangrentados antes de meditar si era buena idea o no el abrirla. ¿Había hecho mucho ruido? Se sintió incómodo e inseguro durante unos segundos, pero se decidió en abrir la puerta y aceptar lo que fuera a suceder.

Su temple infantil alzó su 'mirada' a la criatura que ahora tenía de frente. Curioso por saber el por qué de que estuviera allí. - Se ... Murió - Musitó bajo, excusándose de alguna forma pese a no ser algo singificativo.
Entonces le volvió a jalar como pudo, bien podía moldear el suelo y moverlo hasta fuera, pero eso también significaba un desgaste de energía. Así que mejor le dejó allí, al menos por un rato mientras se recobraba. ¿Por qué estaba tan cansado entonces? Se había entretenido jugando obviamente.

Aun curioso alzó la mirada una vez más. ¿Quién era...?

Tema: Re: Juguete. Mar Ene 19, 2010 9:32 pm

Permaneció tranquilo y paciente ante todo momento aun después de pasados un par de minutos de estar en esa misma posición esperando a que el ser del otro lado se decidiera ante salir a su presencia ó no hacerlo; y en dado caso, Minos entraría a por él. Sonrió con malicia ligeramente ante sus propios pensamientos que se iban enmaruñando en su mente.

Simplemente miraba de manera "entretenida" la puerta de la habitación, hasta que después de otro corto lapso de tiempo el otro demonio salió a la ~luz, quedó mirando de manera fija a ese chico, que pesadamente cargaba consigo ese cadáver; ¿murió?, su sonrisa que de manera normal no muestra nada, si quiera indiferencia; se ansancho ante lo divertido que eso le había parecido, vaya, vaya que menor tan encantador se había topado. Ahora entendia todo el desorden que estaba en los pasillos, miro de manera atenta al albino, y no dijo nada incluso despues de que este haya botado el cuerpo inmovil en el piso.

- Deberas encargarte de todo el desastre que has causado - musitó de manera tranquila, dió unos cuantos pasos acercandose al muerto, mirandole de manera inquisitiva, cambió la posición de sus brazos pasandoles detrás de su espalda, examinando... estaba sumamente herido, incluzo amordazado; sonrió malvado - tardaría más en morir sino dañaras de manera tan profunda y solo te enfocaras en lastimar de manera eficaz puntos no mortales - inquirió de manera mordaz, dirigiendo de nueva cuenta su vista hacia el pequeño - como las mejillas, las manos, piernas ó brazos, incluso perforar su estómago - añadió.

Demonio Mensajes : 32 Fecha de inscripción : 15/01/2010

La voz repentina le llamó la atención, hubiera esperado que no dijera nada y se marchara del lugar, pero quizá era obvio que así no lo haría. Prácticamente estaría analizando lo hecho por el menor, pero este al no ver no podría adivinarlo. Había dejado el cuerpo allí pensando qué podría hacer luego con este. ¿Tirarlo como carroña? Sonaba bien, pero quedaba algo lejano el sitio donde se hallaban esa clase de demonios. Incluso ir hasta donde se encontraba Cerveros era peligroso y desconocido para él.

- De... sastre? - ¿De qué hablaba? Su olfato aun seguía tapado por el aroma a sangre y ahora de muerte. Y aunque quisiera ver y entender a qué se refería el mayor, le era imposible saberlo. No creía que su camino hasta la habitación haya sido tan desastrozo, más que unas pequeñas gotas de sangre ¿Qué más podría haber sucedido? Sí, escuchó uno que otro golpe y cosas rompiéndose pero dudaba que él fuera el causante de todo ese alboroto. Se le escapó una sonrisilla fugaz antes de oir nuevamente al otro ser quien aparentemente analizaba a su juguete.

Se 'miró' las manos meditando al respecto de sus cortes. Habría jurado hacerlo con delicadeza pero al parecer no había sido así, y ciertamente sus juegos habían sido más que nada realizados sobre el pecho de aquella criatura. - Uh... - Entreabrió los labios, ahora 'veía' su error, sin embargo le era complicado no tocar los puntos vitales pues eran los sitios que más sangraban. - No... Hm, Samael no puede - Una leve mueca marca sus labios cuando intenta acercarse al cadáver nuevamente. - Samael no se fija... por la sangre - Trató de explicar, llevando su mano hasta sus labios palpando la sangre que comenzaba a secarse.

Tema: Re: Juguete. Miér Ene 20, 2010 11:15 pm

Estuvo ahora prestando total atención al casi completamente cubierto rostro del albino, notando, como era que sus ojos estaban cubiertos por esa mascara de cuero... ahora entendia porque tanto desorden en el área; la ceguera del menor era más que inminente, sonrió de medio lado...

- debieras engrandecer tu debilidad - encaro, encaminandose ahora alrededor del joven, rodeandole y examinando todas y cada una de sus cicatrices y perforaciones, interesante. Se detuvo justo detrás de la espalda del menor.

- Samael, es Minos quien te habla - musitó, a modo de presentación para el menor que sabía no le había reconocido... después de todo era la primera vez que se topaban de manera directa. Siguió observando por la espalda al menor - ¿alguna vez viste, la fisionomia de un ser humano? - cuestiono, volviendo a cruzarse de brazos.

Demonio Mensajes : 32 Fecha de inscripción : 15/01/2010

¿Debilidad? ¿Cuál debilidad? Para él no había nada que le hiciera débil salvo los sonidos fuertes o bien el tacto indeseado. Fuera de ello su ceguera núnca presentó problema alguno, salvo si quería ser discreto, pues generalmente se llevaba las cosas por delante dejando la suficiente evidencia como para que le hallaran enseguida. Suerte que hasta el momento no tuvo que vivir algo semejante, ya que sino se las habría visto negras realmente.

- Minos... - Al mencionar su nomber su pálida piel se erizó casi por completo. ¿Miedo? Más bien sorpresa o algo parecido. No esperaba que alguien como aquel estuviera por esos lados de las habitaciones ¿O es que la suya estaba por ese ala del castillo? Mientras el otro le rodeaba, él le seguía con la 'mirada' tratando de adivinar qué tanto estaría pensando. Según decían no se podía confiar en otros como uno mismo... Los demonios eran traicioneros, pese a que generalmente su cabecita se mantenía en blanco.

- Núnca... Samael núnca vio a un humano - Aclaró por las dudas, al menos no con sus ojos reales. Si bien había tocado a varios/as (y el haber visto los cuerpos similares de sus padres cuando era más pequeño), no tenía noción de los puntos vitales o bien su fisonomía como bien mencionaba el mayor. - Sölo... jugar con ellos - Agregó luego, sonriendo poquito mientras 'contemplaba' sus manitos. - Pero no duran mucho...-

Tema: Re: Juguete. Mar Ene 26, 2010 2:27 am

Esa sonrisa permanente en su rostro, se asancho ligeramente ante como el otro reaccionaba al escuchar su nombre; estaba seguro habría oido de él, y agradecia que no le pudiese ver. - así que es eso - musitó, pensando la situación y como podría proporcionarle un 'tutorial' al muchacho.

- así que solo haz jugado - murmuro, pasandose una de las manos hacia el metón, rascando ligeramente sobre esa zona - ¿así que no eres capaz de imaginarte un cuerpo? - cuestiono, intentaría enseñar al otro a disfrutar del sufrimiento corporal de los otros de una manera más eficiente, no deseaba que Hades, se topara con tantos cádaveres en cada rincón del infierno, al menos que el fuese quien causara todo ese alboroto. Su sonrisa volvió a ser insignificantemente indiferente, dando unos cuantos pasos para aproximarse de nuevo al joven de albina cabellera.

- Samael, Samael - invocó, una cierta manera de posesión, para que le prestara total atención, dirigió su mano hacia el joven, sin llegar a tocarle en absoluto, agregando memorias de todo tipo de seres a su mente, desde mortales, hasta mounstruos - ahora eres capaz de "ver" los cuerpos, porque Minos te ah dado ese don - inquirió, alardeante.

Demonio Mensajes : 32 Fecha de inscripción : 15/01/2010

Pocas veces sentía el dolor. La forma de proporcionárselo y que este fuera efectivo en él debía ser lenta y exasperante, de lo contrario no haría efecto alguno. Su padre lo sabía, por ello cosió los ojos del niño en forma suave, cual si estuviera bordando el más fino lienzo, con paciencia, sosteniéndole con fuerza a medida que este convulsionaba del dolor.
No existía la crueldad para los demonios, sólo era un simple castigo por el pecado cometido.

Sólo basto asentir una vez para confirmar las palabras del demonio mayor, mas no esperó que aquel que yacía frente suyo, hiciera algo para 'arreglar' su imaginación, por decirlo de alguna forma. Gracias a aquel cuero que le cubría, no percibió la cercanía de aquella mano, pero bien presintió que algo estaba a punto de suceder. Por un segundo el miedo le invadió, le incomodaba aquel silencio repentino. - Hn... - Se cohibió un poco, el escalofrío se hizo aun más intenso que antes, pero ya era demasiado tarde para reaccionar o rechazar aquel regalo que acababa de darle Minos.

Tuvo que tomarse de la cabeza, era un dolor extraño dentro muy distinto a lo que estaba acostumbra. Las imágenes invadieron demasiado rápido su mente confundiéndole enormemente pero sin llegar a entrar en pánico. Tardó unos minutos en asimilarlas, hacia tiempo que no veía absolutamente nada ni imaginaba algo. Por ello se tambaleó un instante cayendo de rodillas al suelo al tiempo que suspiraba algo agitado, aturdido por lo que veía. Tantos seres... - Como madre... - Susurró para sí, recuperándose de aquello de a poco. - Por qué Minos hizo eso - Cuestionó entonces sin 'mirarle'.

Tema: Re: Juguete. Miér Feb 03, 2010 12:50 am

Permaneció mirando al muchacho fijamente, aun con su mano alzada en lo que entregaba en su mente, aquellas memorias, ó imagenes de lo que eran los seres conocidos... sonrió, mostrando su blanquecina dentadura: divertido ante el dolor que sabía perfectamente pasaba por la cabeza y el cuerpo del otro, ahora hincado, cercano a sus pies.

Bajo su mano y pasó a cruzar sus brazos, no había tenido ningun tipo de compasión al añadir información dentro del cerebro del chico, era normal que estuviera tendido de tal manera en cuestión de segundos, aunque.. no le desepciono, ni un solo quejido salio de entre aquellos pequeños labios, estaba fascinado ante aquel control que tenía el menor a un con el dolor que le recorría - ¿porqué? - balbuceó, de manera retorica, rodeando con sus pasos al que respiraba de manera dificultuosa - ¿necesito una razón? - volvió a hablar, justo a la espalda del menor.

Safó una de sus manos y la llevó hasta su mentón meditando, falsamente - hmm... veamos - bajo su mano, volviendo a esa cómoda posición, sonriendo de manera extrañamente divertida, aunque era una confusa expresión facial que no daba buena espina - odio lo incompleto - sentenció - tu ceguera, me molesta - añadió con malicia, volviendo a rodear con sus pasos - Por eso, la compenso... con otro tipo de visión para Samael - habló.

- ¿puedes ver? - cuestiono, de manera inmediata - ¿puedes mirar un aura con la forma de algo ó un algo con el resplandor de un aura? - agregó a su pregunta para que no fuese tan confuso para el demonio, estaba seguro que si sus calculos eran correctos, el menor podía ver algo, al menos "sombras" de luz... al menos aquella maligna aura oscura, el aura del ser posado justamente frente a su persona. - Samael, Samael - volvió a invocarle - levanta la mirada y contesta - dió a cierto modo de ordenanza.