Son aquellos seres en los que se aúna una parte divina y una parte humana, pero que carecen de soberanía. Fruto de la unión entre un Dios y un humano. Consecuencia de su origen mestizo no son inmortales, pero viven más que un ser humano tardando mucho más tiempo en envejecer. Se los acepta en el olimpo aunque muchos no viven allí y prefieren mezclarse entre los humanos, aunque no tienen permitido develar su identidad ni origen.
Gracias a su descendencia divina poseen algunos poderes que heredaron de sus antecesores, pero deben utilizarlos con suma precaución pues es difícil que pierdan el control sobre ellos.