Motivos

Gritos, súplicas, sollozos... los demonios que son arrojados al fondo del abismo, donde sirven de alimento a los titanes...Así como Minos y Radamantis cumplían con su deber de juzgar a los mortales, él cumplía con su deber de eliminar a aquellas cargas de energía negativa e inútil que se hacían llamar así mismos demonios.

-Una verguenza para el inframundo... -Murmuraba con semblante frío e inexpresivo, erguido majestuosamente sobre su trono de onix y obsidiana. Más y más ángeles habían sido expulsados del Olimpo, y bajo el castigo de Zeus; habían sido convertidos en demonios; sin embargo, para él, no constituían una gran ayuda, por el contrario. Se volvían una pesada carga que jamás querría levantar por gusto, y a las piedras del camino sencillamente se les apartaba. Pero cuando el camino era un abismo o despeñadero, siempre era agradable crear un derrumbe con una piedra grande caída que jalase a las demás. Uno tras otro desfilaban los demonios para el alimento de los titanes, su sangre, negra, maloliente y terriblemente cálida y vizcosa se levantaba entre las murallas de Tártaro. ¿Justicia? Quizás. Los había seleccionado cuidadosamente, ya que si bien había aquellos que eran lentos en sus labores, estos eran demonios particularmente inútiles que fingían trabajar cuando él estaba cerca; o que a pesar de trabajar bien, habían causado más pérdidas que ganancias y en el inframundo eso no se perdonaba.

Los juicios para estos no existían, no en ese momento. En silencio y guiados por dos cíclopes habían sido enviados a su presencia; y sin más, les reveló el por que estaban allí. El inframundo se vio cubierto con gritos más desgarradores y aterradores, ya que el cruel señor de las sombras les había dado la opción de elegir su castigo y tener una muerte rápida; ciertamente los lamentos y los dientes chirriando podían diferenciarse al de las almas mortales, que en aquella novedad callaban, incluso sus torturadores permanecían temerosos de haber sido olvidados de las listas.
-Perdonaré a aquellos que sean capaces de mantenerse con vida por sobre los otros.- Entonces una terrible y agónica lucha se desencadenó, más el propósito era permitir que esos 5 regresasen a donde los demás y narraran la terrible tortura, motivándoles al orden y la obediencia; y por supuesto, volviéndose ejemplos a seguir.